Horizontes.
Revista de Investigación en Ciencias de la Educación
Volumen 7 / N° 27 /
enero-marzo 2023
ISSN: 2616-7964
ISSN-L: 2616-7964
pp. 212 – 228
Prácticas de ciberplagio
académico en estudiantes universitarios: Una revisión documental
Academic cyberplagiarism
practices in university students: A documentary review.
Práticas de ciberplágio acadêmico em estudantes universitários: uma
revisão documental
Frank Duberlee Alvarez Huertas
frank.alvarez.08032@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-2835-1681
Robert Angel Urbina Medina
robingod75@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7684-8559
Jenny MarIa
Ruiz Salazar
c17373@utp.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-9882-3133
Universidad César Vallejo. Lima, Perú
Artículo recibido el 11 de mayo 2022 | Aceptado el 6 de
junio 2022 | Publicado el 9 de enero 2023
Escanea en tu dispositivo móvil o revisa este artículo en:
https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v7i27.508
RESUMEN
A
medida que la tecnología forma parte del sistema académico, surge un fenómeno
llamado ciberplagio por la falta de honestidad de los
estudiantes y, sobre todo, por el desconocimiento de qué tan grave es
cometerlo. Entonces, es necesario garantizar que las investigaciones sean
consistentes para beneficio de la comunidad universitaria. De esta manera, el
esfuerzo de la universidad ha de abocarse a la corrección de esta mala
conducta. Esta revisión de la literatura académica tuvo como propósito
describir y fundamentar las malas prácticas del ciberplagio
en las que incurren los estudiantes de las universidades y se centra en la
recopilación documental de veinticuatro artículos de revistas indexadas. Los
resultados de búsquedas muestran tres componentes principales: las causas que
ocasionan el ciberplagio, las consecuencias que
conlleva realizar estas prácticas deshonestas y, finalmente, las estrategias
que, como los autores señalan, la comunidad universitaria debe seguir para
contrarrestar estas malas prácticas.
Palabras clave: Ciberplagio; Deshonestidad
académica; Fraude académico; Plagio académico
ABSTRACT
As technology becomes
part of the academic system, a phenomenon called cyberplagiarism
arises due to the lack of honesty of students and, above all, due to the lack
of knowledge of how serious it is to commit it. Therefore, it is necessary to
ensure that research is consistent for the benefit of the university community.
In this way, the university's efforts must be focused on correcting this
misconduct. This review of the academic literature had the purpose of
describing and substantiating the bad practices of cyberplagiarism
incurred by university students and focuses on the documentary collection of
twenty-four articles from indexed journals. The search results show three main
components: the causes of cyberplagiarism, the
consequences of engaging in these dishonest practices and, finally, the
strategies that, as the authors point out, the university community should
follow to counteract these bad practices.
Key words: Cyber plagiarism;
Academic dishonesty; Academic fraud; Academic plagiarism
RESUMO
À medida que a
tecnologia se torna parte do sistema acadêmico, surge um fenômeno chamado ciberplágio devido à falta de honestidade dos estudantes e,
sobretudo, à ignorância de quão sério é comprometê-la. Portanto, é necessário
assegurar que a pesquisa seja consistente em benefício da comunidade
universitária. Desta forma, os esforços da universidade devem ser direcionados
para corrigir esta má conduta. Esta revisão da literatura acadêmica teve como
objetivo descrever e substanciar as más práticas de ciberplágio
por parte dos estudantes nas universidades e se concentra na coleção documental
de vinte e quatro artigos de periódicos indexados. Os resultados da pesquisa
mostram três componentes principais: as causas do ciberplágio,
as conseqüências do envolvimento nestas práticas
desonestas e, finalmente, as estratégias que, como os autores apontam, a
comunidade universitária deveria seguir para contrariar estas más práticas.
Palavras-chave: Plágio cibernético;
Desonestidade acadêmica; Fraude académico; Plágio académico
INTRODUCCIÓN
Hoy en día, con tanta información en internet
y la facilidad con la que se encuentran estas investigaciones, es necesario
revisar si los nuevos investigadores son conscientes del ciberplagio,
porque se omiten o se añaden referencias bibliográficas que no fueron
utilizadas en las investigaciones. Ello concuerda con lo indicado por Appiah (2016), quien sostiene que la era digital ha
alimentado más la situación del ciberplagio, debido a
la abundante información que está disponible en la red, por lo que resulta
importante que estas investigaciones sean de calidad y tengan la consistencia
necesaria para aplicarlas como modelo y no sean una copia de investigaciones ya
realizadas.
Es por ello que López-Gil et al. (2017)
plantearon una serie de razones que podrían ocasionar el ciberplagio,
entre las que destacan las razones sociales, individuales, aquellas que tienen
que ver con la pedagogía, la metodología de enseñanza y las de índole moral.
Para Ochoa y Cueva (2016), algunos estudiantes creen que el plagio es una
práctica individual propia del siglo XX, pese a que, según indican, el
conocimiento se construye socialmente. Por su parte Olivia-Dumitrina
et al. (2019), indicaron que el plagio está limitado al adueñamiento del texto
y que si se parafrasea ya no existirá plagio, mientras que para Gallent Torres y Tello Fons
(2019), el plagio cibernético está presente por el hecho de que la información
es copiada con facilidad de los recursos que se encuentran en la red.
En referencia a las malas prácticas,
López-Gil et al. (2017) menciona el sentido del ciberplagio
y la percepción que tienen los estudiantes universitarios, tanto de forma
indirecta como directa, mediante el uso de plataformas como el Rincón del Vago,
Aulafacil.com, Tareas.com, entre otros. De igual forma, Olivia-Dumitrina et al. (2019) presentan diversos descubrimientos
sobre la percepción que tienen los estudiantes universitarios frente al plagio
académico, a través de procedimientos como copiar y pegar, parafrasear y
traducir o citar lo que se encuentra disponible en la red, e indican que la
formación es crucial para abordar el plagio en la educación superior.
Por su parte, Ochoa y Cueva (2016)
identificaron las representaciones sociales que tiene la comunidad académica
sobre el plagio y ofrecen algunas estrategias para prevenirlo y debilitarlo,
como responsabilizarse de su trabajo y preocuparse por lo que escriben. No
obstante, Gallent Torres y Tello Fons
(2019) señalaron que el ciberplagio es un fenómeno
presente en el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC)
para la comunidad universitaria. Al respecto, para Solano (2020), el uso de las
TIC debe darse desde un enfoque ético durante la formación académica de los
estudiantes universitarios.
El rol que cumple la
comunidad universitaria frente al ciberplagio
En la universidad, los estudiantes y docentes
investigadores deben realizar un control exhaustivo para detectar el ciberplagio y ser conscientes de esta problemática que, de
no ser resuelta con prontitud en el corto plazo, evidenciará publicaciones
científicas de baja calidad y de poca credibilidad. Esto no solo afectará a los
autores, sino también a los editores. Incluso, la nueva generación de
investigadores que quiera respaldarse en estas investigaciones obtendría baja
calidad, así lo indicaron Tan y Carnegie (2020) en su investigación realizada a
estudiantes nacionales e internacionales en la Universidad de Newcastle de
Reino Unido, donde se determinó que la escritura de las investigaciones de la
mayoría de los estudiantes sigue siendo de baja calidad y se presentan serios
problemas en la paráfrasis, denominada por su investigación como “frases
poderosas”.
En referencia a la baja producción de
trabajos académicos, López-Gil et al. (2017), infieren que la dificultad que
presentan los estudiantes al realizar trabajos académicos, la poca formación
para afrontar estas actividades, la facilidad con la que se localizan textos,
junto con la falta de tiempo, son los causantes de que se cometa ciberplagio. Para contrarrestar este problema, Masó
Dominico (2015), considera que es el docente quien deberá reconocer el ciberplagio, ya que en pleno siglo XXI tiene a la mano, al
igual que sus estudiantes, un portafolio de herramientas en la web para su detección
y apego a los estilos de redacción de las investigaciones científicas.
Según Casasola Rivera (2015), la sanción ante
el plagio es una vía rápida para erradicar paulatinamente esta mala praxis
universitaria. Sin embargo, el esfuerzo de la universidad ha de estar abocado
también a la corrección de esta mala conducta a partir de la enseñanza de una
buena práctica intelectual. Asimismo, para Gallent
Torres y Tello Fons (2017), se deben adoptar medidas
de urgencia para que los estudiantes sepan la importancia que tiene usar de
forma correcta la información que se encuentra en la red para convertirla en
conocimiento. En efecto, Ali (2013), recomienda a la
comunidad universitaria que capacite y aliente a sus estudiantes a usar los softwares antiplagio y a interpretar
los informes de originalidad de sus trabajos. Lo más recomendable es que los
docentes ayuden a los estudiantes a comprender qué es el ciberplagio,
y no solo actúen como detectives y simples sancionadores.
El presente estudio tiene como finalidad
describir y fundamentar las malas prácticas del ciberplagio
en las que incurren los miembros de las universidades e instituciones de
investigación. Al respecto, el estudio busca tener una mejor orientación acerca
del ciberplagio en las universidades del Perú, sobre
todo, en la región de Lima, donde se concentra la mayor cantidad de
universidades peruanas, existe mayor tecnología de punta y se realiza mayor
producción científica (Superintendencia Nacional de Educación Superior [Sunedu], 2014).
Finalmente, esta investigación puede
contribuir a reducir la frecuencia de ciberplagio
entre los universitarios, porque para el sector educativo es importante que
estas investigaciones sean de calidad. Esto las convierte en instituciones de
prestigio, por lo que las empresas, el Estado y la sociedad apostarán por ellas
como un activo valioso. A partir de este estudio, se contará con un bagaje muy
diverso de acciones que contribuirán en la toma de decisiones para hacer frente
al ciberplagio. Para López-Gil et al. (2017), resulta
importante que exista una cultura de honestidad académica, ya que los
estudiantes suelen pensar que el plagio no es tan grave como copiar en un
examen. Ello concuerda con lo estipulado por Kampa et
al. (2020), quienes consideran que, para la producción de artículos de calidad
y autenticidad, es necesario que la comunidad académica actúe con sinceridad,
ética y honestidad académica, porque el plagio tiene consecuencias negativas.
METODOLOGÍA
Se desarrolló una revisión sistemática de las
prácticas de ciberplagio académico en estudiantes
universitarios de diferentes partes del mundo, con el objetivo de recabar
información sustantiva sobre este tipo de investigaciones y se utilizaron como
datos empíricos originales aquellos procedentes de estudios primarios que
fueron realizados en el ámbito académico (Ato et al., 2013). Para ello, dada la
heterogeneidad del diseño de los estudios evaluados, se siguió el modelo PRISMA
según Moher et al. (2009), donde se identificó la
información requerida mediante búsquedas bibliográficas y análisis de
documentos en revistas científicas indexadas en la base de datos de Scielo, Scopus.
Se consideraron las palabras clave
seleccionadas en el estudio, los términos de búsqueda de trabajos que se
utilizaron fueron, en inglés: “cyber plagiarism AND academic”, “plagiarism AND academic”, y “fraud AND academic”, “academic AND dishonesty” y en
español: “ciberplagio AND académico”, “plagio AND
académico”, “fraude AND académico”, “deshonestidad AND académica”.
Se consideró trabajos de investigación: a)
estudios en formato de artículo o paper de
investigación científica de revistas electrónicas de prestigio; b) escritos en
idioma español e inglés dado el carácter internacional de las bases de datos,
c) escritos publicados desde el año 2015 dado que, en los últimos años, el tema
ha cobrado mucha importancia para la comunidad universitaria, d) escritos donde
la temática de estudio se centrara en el ciberplagio
académico, el ciberplagio en universidades o la
percepción de los estudiantes y docentes sobre el mismo y e) de acceso abierto
y texto completo.
Los trabajos obtenidos se almacenaron en el
gestor de referencias Mendeley para posteriormente
analizarlas en cuatro fases que permitieron elegir los artículos de relevancia
en la investigación:
Fase 1: Se procedió a
introducir los términos de búsqueda en cada base de datos mencionada, aplicando
los criterios de búsqueda a), b) c), d) y e). El gestor de referencias
bibliográficas permite identificar el autor, título, año y revista.
Fase 2: Se procedió a
depurar artículos duplicados.
Fase 3: Se sometió a los
artículos que pasaron la Fase 2 a un filtro de seis preguntas que permitieron
valorar su calidad metodológica, aporte teórico y aporte instrumental. Para
descartar un artículo, se valoraron las preguntas realizadas con un punto y se
descartaron aquellos artículos con puntaje menor a 4. Luego de este filtro se
procedió a una lectura completa de los artículos restantes.
Fase 4: Se organizan en una
hoja de cálculo aquellos artículos que pasaron la Fase 3, para revisar a fondo
la parte metodológica, la muestra, los resultados, conclusión, discusión y
recomendaciones de los autores.
Como se muestra en la Tabla 1, inicialmente
se encontraron 4056 trabajos, sin embargo, realizados los criterios de búsqueda
a), b) c), d) y e) se filtró a 791 artículos de los cuales se consideró
trabajar con 24 artículos.
Tabla 1. Resumen de los
resultados obtenidos en cada base de datos.
|
Inglés |
Español |
||
Base de datos |
Búsqueda inicial |
Búsqueda con
filtros |
Búsqueda inicial |
Búsqueda con
filtros |
Scielo |
|
|
90 |
31 |
Scopus |
3937 |
739 |
29 |
21 |
DESARROLLO Y
DISCUSIÓN
En la Tabla 2 se sistematizan los 24
artículos seleccionados clasificada en autores, titulo, año, base de datos,
país, y tipo de artículo, además, se desglosa los tres componentes de gran
relevancia para los autores: a) las causas que ocasionan el ciberplagio,
b) las consecuencias que conlleva realizar estas prácticas deshonestas y,
finalmente, c) las estrategias que los autores señalan se pueden seguir para
contrarrestar estas malas prácticas.
Tabla 2. Principales
características de los artículos considerados en el estudio.
Autores |
Titulo |
Año |
Base de datos |
Pais |
Tipo de artículo |
Abbasi et al. |
Causes of the plagiarism: A grounded theory study |
2021 |
Scopus |
Iran |
Investigación |
Akbar, A y Picard, M |
Academic integrity in the Muslim world: a
conceptual map of challenges of culture |
2020 |
Scopus |
|
Revisión bibliográfica |
Arias et al. |
The characteristics of academic plagiarism in
four universities in the city of Arequipa: A comparative study conducted on
male |
2020 |
Scopus |
Perú |
Investigación |
Awasthi, S |
Plagiarism and academic misconduct: A systematic
review |
2019 |
Scopus |
|
Revisión bibliográfica |
Baysen et al. |
Architecture students’ attitudes toward plagiarism |
2018 |
Scopus |
Turquía |
Investigación |
Boillos Pereira,
M |
The faces of unconscious plagiarism in academic
writing |
2020 |
Scopus |
España |
Investigación |
Bruton, S., y Childers, D |
The ethics and politics of policing plagiarism: a
qualitative study of faculty views on student plagiarism and Turnitin |
2016 |
Scopus |
Estados Unidos |
Investigación |
Childers, D., y Bruton,
S |
“Should It Be Considered Plagiarism?” Student
Perceptions of Complex Citation Issues |
2016 |
Scopus |
Estados Unidos |
Investigación |
Clinciu, A et
al. |
Academic Dishonesty and Academic Adjustment Among
the Students at University Level: An Exploratory Study |
2021 |
Scopus |
Rumanía |
Investigación |
Denney, V et
al. |
Exploring the Perceived Spectrum of Plagiarism: a
Case Study of Online Learning |
2021 |
Scopus |
Estados Unidos |
Investigación |
Díaz Rosabal, E et al. |
Ciberplagio
académico en la praxis estudiantil |
2020 |
Scielo |
Cuba |
Investigación |
Ebardo, R |
Predictors of cyber-plagiarism: The case of Jose
Rizal University |
2018 |
Scopus |
Filipinas |
Investigación |
Farahian, M., Parhamnia, F., y Avarzamani, F |
Plagiarism in theses: A nationwide concern from
the perspective of university instructors |
2020 |
Scopus |
Iran |
Investigación |
Holi Ibrahim, Holi Ali y Awad, A |
Fighting contract cheating and ghostwriting in Higher Education: Moving towards a
multidimensional |
2021 |
Scopus |
|
Revisión bibliográfica |
Khathayut, P., y Walker-Gleaves,
C |
Academic faculty conceptualisation and
understanding of plagiarism–a Thai university exploratory study |
2021 |
Scopus |
Tailandia |
Investigación |
Kier, C. A |
Plagiarism Intervention Using a Game-Based
Tutorial in an Online Distance Education Course |
2019 |
Scopus |
|
Investigación |
Kolhar, M., y Alameen, A |
University learning with anti-plagiarism systems |
2021 |
Scopus |
Arabia |
Investigación |
Nahar, H. S |
Exploring future accountants’ academic fraud
(in)tolerance: Oman evidence |
2015 |
Scopus |
Omán |
Investigación |
Palmer, A., Pegrum, M., & Oakley, G |
A Wake-Up Call? Issues With Plagiarism in
Transnational Higher Education |
2019 |
Scopus |
Australia |
Investigación |
Pámies, M. del
M., Valverde, M., y Cross, C |
Organising research on university student
plagiarism: a process approach |
2020 |
Scopus |
|
Revisión bibliográfica |
Sasongko, N., Hasyim, M. N., y Fernandez, D |
Analysis of behavioral
factors that cause student academic fraud |
2019 |
Scopus |
Indonesia |
Investigación |
Sorea, D., Roşculeţ, G., & Bolborici,
A. M |
Readymade solutions and students’ appetite for
plagiarism as challenges for online learning |
2021 |
Scopus |
|
Revisión bibliográfica |
Tremayne, K., y Curtis, G. J |
Attitudes and understanding are only part of the
story: self-control, age and self-imposed pressure predict plagiarism over |
2021 |
Scopus |
Australia |
Investigación |
Uzun, A. M.,
y Kilis, S |
Investigating antecedents of plagiarism using
extended theory of planned behavior |
2020 |
Scopus |
|
Revisión bibliográfica |
Waltzer, T., y Dahl, A |
Students’ perceptions and evaluations of
plagiarism: Effects of text and context |
2020 |
Scopus |
Estados Unidos |
Investigación |
Waltzer, T., Samuelson, A., y Dahl, A |
Students’ Reasoning About Whether to Report When
Others Cheat: Conflict, Confusion, and Consequenc |
2021 |
Scopus |
Estados Unidos |
Investigación |
Yulianti, P., Permana, I. B. A., y Paramita,
P. P |
Self control, perceived opportunity, knowledge and attitude
as predictors of plagiarism by undergraduate students |
2020 |
Scopus |
Indonesia |
Investigación |
Formas que indican
que se está cometiendo ciberplagio
Para Pámies et al.
(2020) la forma más común de cometer ciberplagio es
cuando se copia de forma textual un trabajo de investigación o no se referencia
al autor original o no se realiza un adecuado parafraseo de las palabras. Al
respecto, Childers y Bruton
(2016) mencionan que el copiar y pegar de forma literal y sin utilizar
referencias es el tipo de plagio que puede cuantificarse, controlarse y
considerarse una mala conducta intencional. Akbar y Picard (2020) señalan que existen niveles de plagio: uno
intencional y otro no intencional, que no es aclarado en el ámbito
universitario. Como complemento, Baysen et al. (2018)
refieren que los estudiantes pueden plagiar también de forma involuntaria,
principalmente, por desconocimiento o por tener conceptos errados o,
simplemente, por no estar seguros de los que significa plagio.
Por su parte, Abbasi
et al. (2021) señalan que plagiar se refiere al hecho de copiar ideas, tablas,
figuras, diagramas, métodos, resultados, entre otros, sin dar crédito al autor
original y que, además, involucra comportamientos como el autoplagio
intencional o no intencional. Al mismo tiempo, Denney
et al, (2021); Khathayut y Walker-Gleaves,
(2021) coinciden en que el plagio consiste en presentar las ideas de otros, en
forma parcial o total, como si fueran propias, sin el debido reconocimiento de
las fuentes o el uso de comillas. En tanto, para Sasongko
et al. (2019) el plagio es un acto de deshonestidad académica motivado por la
arrogancia y la oportunidad que se le presenta al estudiante, pero la presión,
la racionalización, la competencia, la codicia y la necesidad no necesariamente
llevan al estudiante a cometer actos deshonestos.
En cuanto a Ali y Alhassan (2021) otra de las formas de cometer ciberplagio académico es a través de la escritura de un
artículo por contrato, también conocida como escritura fantasma, donde la
investigación la realiza un tercero, quien obtiene un beneficio monetario,
mientras que el beneficiario lo hace pasar como propio. Esto causa un grave
perjuicio en las investigaciones de educación superior en el mundo. Sin
embargo, esta forma de plagio es la más difícil de detectar, porque cumple con
lo estipulado por las revistas en cuanto a citas y referencias se refiere.
Asimismo, Díaz Rosabal et al. (2020) indican que el
plagio académico consiste en la apropiación de forma parcial o total de una
obra y el uso inadecuado del parafraseo sin que se dé el debido reconocimiento
al autor.
Aunado a la situación, Uzun
y Kilis (2020) indican que, debido a internet, la
forma de cometer plagio ha cambiado el concepto de autoría y ya no basta con
observar la bibliografía impresa, sino que hay que mirar la bibliografía en
internet, porque los más jóvenes son considerados “nativos digitales”, no
requieren muchas habilidades en el uso de internet y tienen un nivel bajo de
alfabetización en cuanto a copiar y pegar fuentes digitales. Para Nahar (2015) el plagio niega los derechos de los autores y,
por tanto, saca provecho de los contenidos, lo que concreta un fraude
académico. Cabe señalar que para Pámies et al. (2020)
los estudiantes parecen no diferenciar entre incidencias menores y mayores de
plagio, lo cual se considera necesario para que los estudios futuros se
realicen de forma adecuada.
Causas del ciberplagio
La facilidad con la que se accede hoy en día
a los trabajos de investigación en las universidades, las bibliotecas y las
bases de datos electrónicas; el crecimiento exponencial de la información y
comunicación (Clinciu et al., 2021) entre otros, hace
que la generación del nuevo conocimiento esté propensa a cometer ciberplagio. De igual forma, Abbasi
et al. (2021) manifiesta que los avances tecnológicos, sumados a la facilidad
del acceso a la información, la falta de habilidades para la redacción, la
falta de conciencia, la presión que ejerce el sistema educativo, los vacíos
legales, entre otros, son los causantes de la propagación del plagio académico.
En este sentido, Casasola Rivera (2015); Gallent Torres y Tello Fons
(2019); Ochoa y Cueva (2016) coinciden en que las formas de distribuir y reproducir
la información mediante el uso de internet abren una puerta para la generación
del ciberplagio, ya que las ideas ajenas se presentan
en trabajos académicos como si fuesen propios, sin dar crédito al autor. Esto
representa, para los autores, un desafío en cuanto a la búsqueda, la evaluación
y el procesamiento de la información. Al respecto, Olivia-Dumitrina
et al. (2019) indican que internet es la primera fuente de información que
utilizan los universitarios para realizar sus trabajos académicos.
Esto repercute en los estudiantes, sobre todo
por la presión de publicar y entregar sus investigaciones en el tiempo mínimo,
lo que ocasiona ansiedad por la necesidad de publicar. Esta afirmación
concuerda con la de Kampa et al. (2020), quienes
concluyen que el acceso inmediato que se tiene a internet, sumado al poco
conocimiento acerca del plagio y la falta de sanciones para reprimirlo, son las
principales causas para cometerlo. Así también, Awasthi
(2019) manifiesta que el avance de las tecnologías de la información contribuye
al plagio, ya que hay acceso a mucho material en internet.
En cuanto a Masó Dominico (2015) indica que,
en ocasiones, los esquemas de honestidad se rompen en el ámbito académico y dan
paso al plagio, considerado, históricamente, como un hecho de fraude, un hecho
engañoso y de deshonestidad para el entorno académico. A su vez, Solano (2020)
precisa en su investigación sobre diferentes causas del ciberplagio:
a) por el tiempo e inmediatez en la que se solicitan los trabajos; desconocimiento
de cómo citar, cómo referenciar; desconocimiento de diversos sitios web que dan
acceso a recursos educativos abiertos, y b) por razones sociales, individuales,
pedagógicas y también de índole moral.
Lo mencionado en el párrafo anterior
concuerda con lo indicado por Appiah (2016); Nahar (2015), quienes en sus investigaciones concluyen que
las principales causas del ciberplagio son la falta
de tiempo, la sobrecarga de trabajo que se les asigna a los estudiantes, la
falta de conocimiento acerca de las políticas antiplagio
y la facilidad con la que se encuentra la información en la red. Ali y Alhassan (2021) también
expresan que se debe a la falta de comprensión del plagio y la mecánica de
referencias. También debe considerar que existen otras razones como las
relacionadas con la rentabilidad y la sostenibilidad de las instituciones
educativas (Palmer et al., 2019), junto con la necesidad de publicar que tienen
los docentes.
Otras razones similares las señalan Uzun y Kilis, (2020) la actitud
del estudiante, las normas subjetivas, la alfabetización en el uso de las TIC,
las razones morales, y para Tremayne y Curtis (2021),
resultaron significativos en su investigación los factores sociodemográficos
como la edad y la cultura, los factores personales como el autocontrol, la
presión por publicar y obtener buenas calificaciones o también, como indican Kolhar y Alameen (2021), se debe
a la falta de confianza y creer que el trabajo realizado no es apropiado o que,
como muchas personas cometen plagio, ellos pueden cometerlo porque es un delito
menor.
En ese sentido, es conveniente analizar las
causas que dan origen al ciberplagio, a fin de
corregir este problema. Es muy importante que la comunidad universitaria
reconozca que el ciblerplagio es un delito no menor y
que tiene consecuencias en el corto y largo plazo, como por ejemplo
investigaciones de baja calidad. Cabe señalar que, en muchos casos, la
formación escolar es causante de estas dificultades (Arias-Chávez et al.,
2020). Otra de las causas del ciberplagio es la falta
de capacitación que reciben los estudiantes y docentes acerca del tema, además
de la poca inversión que reciben las instituciones para la generación de
investigaciones de calidad.
Existe literatura como la de Farahian et al., (2020) que manifiestan que el plagio
ocurre por factores como la motivación de los investigadores, la autoeficacia,
el nivel socioeconómico, la capacitación no adecuada para citar, la cantidad
considerable de tesis que se le asignan a los instructores y, por supuesto, la
tecnología con la que cuentan. Pero no todo es malo en el uso de internet; de
hecho, según Sorea et al. (2021), internet también se
debe usar como una herramienta antiplagio y, por el
contrario, se debe capacitar a los investigadores en el buen uso de estas
herramientas, ya que en los últimos tiempos se ha masificado su uso e internet
se consolida de forma eficaz.
Consecuencias del ciberplagio
Las consecuencias del ciberplagio
resultan evidentes: pocas investigaciones de calidad que no siguen los
estándares que requiere la comunidad científica. Además, las nuevas
investigaciones que quieran apoyarse en las investigaciones ya generadas
tendrán baja calidad, lo que ocasionará un problema mayor a largo plazo. Al
respecto, (Casasola Rivera, 2015; Díaz Rosabal et al,
2020; Ochoa y Cueva, 2016) coinciden en que son faltas en la producción
científica de los estudiantes y un serio problema que contamina todo al sistema
educativo porque, para la existencia de producción intelectual de calidad, se
requiere comprensión intelectual. El problema se agrava más debido a que
algunos estudiantes consideran que esto no es un problema grave (Clinciu et al., 2021).
Según Yulianti et
al. (2020) el cometer actos de plagio amenaza directamente la integridad
académica de las universidades, que deben preocuparse por buscar formas que
prevengan y detecten a tiempo el plagio en estudiantes. No obstante, para Waltzer y Dahl (2020), el plagio
tendría consecuencias que pueden dañar académica y socialmente a los
estudiantes, además de dañar todo valor de la universidad y los títulos
universitarios otorgados (Holi Ibrahim, Holi Ali y Awad,
2021). En otra investigación realizada por Waltzer et
al. (2021) se manifiesta que a los estudiantes no les importa que sus
compañeros hagan trampa porque no es un gran problema a considerar.
Otra de las consecuencias no menos importante
es la que indican Bruton y Childers
(2016) señalan que los actos de plagio suelen dañar la relación
docente-estudiante y causan desanimo por el hecho de presentar dificultades al
no usar con propiedad herramientas antiplagio como Turnitin. En tanto, para Tan y Carnegie (2020), conforme se
utilice esta herramienta para garantizar la originalidad de los trabajos de
investigación, se incrementan también las formas para evadir la detección del
plagio cibernético. Sobre este asunto Arias-Chávez et al. (2020), indican que
el plagio llega a dañar los derechos morales, los derechos económicos, los
derechos del autor plagiado y de explotación de la obra que resulta una amenaza
considerable para las universidades.
Las consecuencias pueden ser incluso más
graves en el campo de la medicina. Kolhar y Alameen (2021) ponen de manifiesto que, por ejemplo, las
investigaciones con sesgos pueden tener un efecto perjudicial en medicamentos
que se administran a pacientes, hasta poner en riesgo su salud. Abbasi et al. (2021) consideran que las consecuencias del
plagio sobrepasan a la comunidad y pueden extenderse a toda la sociedad, hasta
convertirse en un fenómeno normal. Inclusive, indican Denney
et al. (2021), la sociedad puede terminar por cuestionar el valor de la
educación superior y la calidad de los egresados, lo que causaría frustración
en las instituciones académicas. Al mismo tiempo, para Khathayut
y Walker-Gleaves (2021) el plagio amenaza
considerablemente la integridad académica de las universidades en todos los
aspectos, más aún porque existe un nivel institucional de tolerancia y
ambigüedad en cuanto al plagio.
Estrategias de
prevención y debilitamiento del ciberplagio
Los artículos revisados concuerdan en que
todos los esfuerzos deben dirigirse hacia el debilitamiento del ciberplagio y que este hecho de deshonestidad sea erradicado
con buenas prácticas de valores éticos como la honestidad, la responsabilidad
para parafrasear, el uso de las citas y el respeto al autor (Díaz Rosabal et al., 2020), además de la mejora de la autoestima
y la autoeficacia de los investigadores (Abbasi et
al., 2021). Asimismo, resulta indispensable educar a los nuevos investigadores
a ser buenos gestores de la información disponible en internet (Gallent Torres y Tello Fons,
2017), porque, como lo indican Farahian et al. (2020)
no es suficiente con reprimir el plagiario, pues este puede ser considerado
como un asunto leve que se pasa por alto, sino que se deben adoptar políticas
un tanto rigurosas que comprometan a los docentes y estudiantes.
Por su parte, Uzun
y Kilis (2020) mencionan en su investigación
realizada mediante la teoría extendida del comportamiento planificado, que la
forma más acertada de frenar el plagio es mediante la pedagogía, la
organización de campañas, conferencias, capacitaciones que generen conciencia y
virtudes morales en los estudiantes. Para Denney et
al. (2021) se requiere que los investigadores conozcan de forma clara la
cultura del plagio en sus respectivas instituciones, para que puedan combatirlo
y reducirlo. Cabe mencionar que en cada institución existe una cultura de
plagio única y, por tanto, los investigadores deben investigarla en su propia
institución para obtener resultados favorables.
Además, las políticas sancionadoras deben
acompañarse de propuestas claras y una formación preventiva del plagio (Boillos Pereira, 2020), así como de mayor información y
orientación de cómo referenciar (Palmer et al., 2019). Por ello, Díaz Rosabal et al. (2020) proponen tres etapas para la
reversión de la problemática que se ha presentado: a) etapa de planificación,
en la que se planifican conferencias, capacitaciones, talleres, equipos
colaborativos que permitan concientizar a los estudiantes y docentes sobre las
malas prácticas del ciberplagio; b) etapa de
ejecución, para llevar a cabo las actividades en mención, y c) etapa de
control, en la que de ser necesario se redireccionen
las actividades.
Con el objeto de poner fin a este mal,
Casasola Rivera (2015) propone el incentivo de la lectura; de hecho, indica que
toda investigación requiere una dosis de lectura para aumentar el conocimiento,
el léxico, la capacidad de análisis, de diálogo y de argumentación, que permita
ser más reflexivos. En el caso de Ebardo (2018) y Sorea et al. (2021) proponen que se lleven a cabo, a través
de las facultades, cursos y talleres que inculquen la honestidad académica para
frenar el plagio y que lleve a pensar en un aprendizaje gradual de los
estudiantes, encaminados por sus docentes, capaces de renunciar a actos de
deshonestidad académica como el plagio.
Vinculado a este concepto, Pàmies et al. (2020) indican que se debe comunicar y
capacitar a los involucrados en cuanto a las tecnologías disuasivas de intento
de plagio y que los investigadores deben estar al tanto de los cambios
constantes que implican. A su vez, Ali y Alhassan (2021) hacen mención a Turnitin
en su versión más reciente, llamada “investigación de autoría”, creada
específicamente para detectar la escritura fantasma, que básicamente compara
los trabajos presentados por los estudiantes con los trabajos realizados con
anterioridad. Sin embargo, esta nueva versión de Turnitin
todavía tiene limitaciones y se recomienda solicitar a los estudiantes que
realicen sus investigaciones en el aula.
Por otro lado, existen otras herramientas
didácticas como el que plantea Kier (2019) quien
propuso un tutorial basado en un juego lúdico que permitió aumentar la
capacidad para reconocer el plagio, párrafos sin citas, errores en el
parafraseo, entre otros, lo que conlleva a evitar que los estudiantes cometan
plagio. En la misma línea, Boillos (2020) recomienda
trabajar en la autoconfianza del estudiante mediante herramientas que le ayuden
en el parafraseo del texto original y no se centren solo en las políticas
sancionadoras que no muestran el origen de las dificultades para un correcto
parafraseo.
Adicionalmente, como estrategia de prevención
se deben utilizar herramientas disponibles antiplagio
(Arias-Chávez et al., 2020), en las que los educadores estén correctamente
capacitados. Además, al inicio deben recibir la inducción adecuada sobre
políticas y procedimientos antiplagio (Palmer et al.,
2019). En cuanto a los estudiantes, deben recibir capacitación continua sobre
alfabetización académica y plagio, que vaya de la mano con un estricto
cumplimiento de las normas que frenen el plagio académico. Son las
universidades las que deben desarrollar políticas antiplagio
con la definición precisa de plagio y las medidas correctivas para frenarlo (Khathayut y Walker-Gleaves,
2021).
Es una tarea ardua donde las universidades e
instituciones de investigación deben poner mucho interés en el proceso de
formación de profesionales, con la capacidad de generar producción científica
de calidad y tomando en cuenta las buenas prácticas y conductas honestas y de
ética, es decir, una cultura de valores éticos en la formación universitaria
que sostenga la integridad académica, como lo recomiendan Akbar
y Picard (2020), que hoy en día son muy importantes
para el surgimiento de las empresas, el Estado y la sociedad. Esto será muy
beneficioso para toda la comunidad universitaria, ya que los investigadores
generarán investigaciones de calidad y ganarán prestigio y buena reputación.
La realización de esta revisión sistemática
ha ayudado a identificar las causas y los efectos del ciberplagio
cometido por los nuevos investigadores universitarios en su formación
académica, permite caracterizar los diferentes escenarios en los que se llevan
a cabo actos de ciberplagio académico, así como
buscar estrategias de prevención y de debilitamiento del ciberplagio.
Sobre la base de las ideas expuestas, Ochoa y Cueva (2016) señalan que las
causas del fraude académico son principalmente el poco conocimiento acerca de
lo que es el ciberplagio, presiones por entregar los
trabajos, ansiedad, entre otros. Esto se puede advertir en Díaz Rosabal et al. (2020), quienes concluyen que el ciberplagio es consecuencia de reformular y parafrasear
textos de la red que no dan crédito a la fuente, conocimientos escasos de
citación, falta de habilidad sobre la norma de citación y actos de deshonestidad.
No obstante, para (Gallent
Torres y Tello Fons, 2019; Gallent
Torres y Tello Fons, 2017), el ciberplagio
es un problema al que se le debe hacer frente con acciones que involucren a
todas las partes. Solano (2020) menciona que es necesario promover, desde la
primaria, los valores éticos y morales en proceso de formación académica, con
prácticas que desarrollen el pensamiento lógico, crítico y creativo de los
investigadores, además de incluir ciencia y tecnología para disminuir el ciberplagio tal y como lo indica Masó Dominico (2015),
quien propone despojarse de las conductas deshonestas que se arrastran de la
escuela y que conllevan a cometer plagio.
En cuanto a la producción de conocimiento,
Casasola Rivera (2015) señala que, cuando el estudiante abandona los ideales de
producir conocimiento, exigencia sui generis de la universidad y, en su lugar,
se inclina por la deshonestidad y la pereza intelectual, sobreviene el plagio
y, con este, la sabiduría virtual, lo cual trae consigo muchas consecuencias
negativas. López-Gil et al. (2017) consideran que es necesario más que una
cultura de honestidad, basada en el conocimiento por gestionar la información
disponible en la red que hace más factible la realización de ciberplagio.
CONCLUSIÓN
Se concluye que hay que capacitar a los
estudiantes sobre cómo interpretar los informes de originalidad de sus trabajos
utilizando algún software antiplagio antes de sus
presentaciones finales y muestren los problemas e imágenes culturales asociados
con las prácticas de plagio en su contexto de enseñanza, ya que, como indican Baysen et al. (2018), tener pensamiento crítico y
habilidades de investigación para citar al autor es un principio básico de
ética en la comunidad científica, para que las investigaciones gocen de
confiabilidad, veracidad y objetividad y el acto de plagio no se lleve a cabo.
Todavía no existen muchos estudios acerca del
ciberplagio porque es un tema relativamente nuevo y
que muchos de los artículos que se encuentran en las bases de datos no son de
libre acceso. Además, la inspección de toda la literatura llevada a cabo en la
investigación constituye un importante insumo para comprender el ciberplagio, aunque siempre será necesario generar
conciencia en los estudiantes, administrativos y docentes, que aporte a las
futuras investigaciones, para que presenten alta calidad y alienten a los
nuevos investigadores a generar material nuevo en lugar de plagiar (Kolhar y Alameen, 2021). Para
culminar, se recomienda a la comunidad universitaria, docentes, universitarios,
a los nuevos investigadores, tomar en cuenta cada una de las estrategias
planteadas por los autores de esta revisión bibliográfica para que así todos puedan, como comunidad de investigadores, ponerle
fin al ciberplagio.
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Los
autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del
presente artículo científico.