Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la Educación
Volumen 6 / No. 25 / julio-septiembre
2022
ISSN: 2616-7964
ISSN-L: 2616-7964
pp. 1514 - 1532
Habilidades resiliente en niños de primera infancia en
época de post pandemia
Resilient skills in early childhood children in
post-pandemic times
Habilidades
resiliente em crianças da primeira infância em tempos pós-pandemia
Yolima Zoraya Heredia
Masmela
herediayolima57@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-1840-0657
Yenny Esperanza Sastoque Martínez
yenny-sastoque@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-4291-9579
Nery Isabel Sánchez Márquez
Nery.Sanchez@campusucc.edu.co
https://orcid.org/0000-0003-1451-5358
Universidad
Cooperativa de Colombia. Bogotá, Colombia
Artículo recibido el 3 de enero 2022 | Aceptado el 8 de
febrero 2022 | Publicado el 16 de septiembre 2022
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en:
https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v6i25.431
RESUMEN
Este
articulo presenta los resultados de una primera fase de un estudio hecho en el
colegio Gonzalo Arango (I.E:D) de la ciudad de Bogotá en Colombia, la muestra
conformada por 60 niños del grado Jardín, 60 padres de familia y ocho
profesoras participantes. Para describir el estado de las habilidades
resiliente de los niños de primera infancia y sus profesoras se hace una
investigación de tipo cualitativo con diseño descriptivo, aplicando entrevistas
semiestructuradas a través de las cuales se describen cuáles fueron las
diferentes situaciones que vivieron los estudiantes a nivel emocional,
económico, académico y social durante el confinamiento generado por una
pandemia (COVID-19) así como lo experimentado en el retorno a la
presencialidad. Los resultados dan cuenta de una gran capacidad de los niños
para reconocer las situaciones vividas, adaptarse a ellas y disfrutar el
regreso a la escuela. Los padres expresaron mayor temor al regreso mientras las
profesoras quienes vivieron situaciones personales difíciles, realizaron
prácticas pedagógicas innovadoras y aplicaron resiliencia comunitaria modelando
habilidades en los niños que estaban a su cargo.
Palabras clave: Pandemia;
Resiliencia; COVID-19; Primera infancia; Profesoras, Habilidades
ABSTRACT
This article presents
the results of the first phase of a study conducted at the Gonzalo Arango
School (I.E:D) in the city of Bogota, Colombia. The sample consisted of 60
kindergarten children, 60 parents and eight participating teachers. In order to
describe the state of resilient skills of early childhood children and their
teachers, a qualitative research with descriptive design was carried out,
applying semi-structured interviews through which the different situations
experienced by the students at the emotional, economic, academic and social
levels during the confinement generated by a pandemic (COVID-19) as well as
what was experienced in the return to presentiality were described. The results
show a great capacity of the children to recognize the situations experienced,
to adapt to them and to enjoy the return to school. The parents expressed
greater fear of returning to school while the teachers, who experienced
difficult personal situations, carried out innovative pedagogical practices and
applied community resilience by modeling skills in the children in their care.
Key words: Pandemic;
Resilience; COVID-19; Early childhood; Teachers, Skills
RESUMO
Este artigo apresenta
os resultados da primeira fase de um estudo realizado na Escola Gonzalo Arango
(I.E:D) na cidade de Bogotá na Colômbia. A amostra consistiu de 60 crianças do
jardim de infância, 60 pais e oito professores participantes. A fim de
descrever o estado das habilidades de resiliência das crianças de primeira
infância e seus professores, foi realizada uma pesquisa qualitativa com desenho
descritivo, aplicando entrevistas semi-estruturadas através das quais foram
descritas as diferentes situações vividas pelos alunos em nível emocional,
econômico, acadêmico e social durante o confinamento gerado por uma pandemia
(COVID-19), bem como o que foi vivido durante o retorno à sala de aula. Os
resultados mostram uma grande capacidade das crianças para reconhecer as
situações vividas, adaptar-se a elas e aproveitar o retorno à escola. Os pais
expressaram maior medo de voltar à escola enquanto os professores, que viviam
situações pessoais difíceis, realizavam práticas pedagógicas inovadoras e
aplicavam a resiliência comunitária, modelando as habilidades das crianças aos
seus cuidados.
Palavras-chave: Pandemia;
Resiliência; COVID-19; Primeira Infância; Professores, Habilidades
INTRODUCCIÓN
A
finales del año 2019 aparece un brote en la provincia de Wuhan, China de un
nuevo virus conocido como beta-coronavirus (2019-Ncov), diferente a otros virus
similares como el SARS-COV y MERS-COV; la Organización Mundial de Salud -OMS-
denominó a este virus COVID-19, debido a que este virus se ha dispersado por
todo el mundo causando muchas muertes y contagios, afectando la parte social,
psicológica y económica en diferentes países de todo el mundo. Ante esta
situación, la OMS convoca un Comité de Emergencias según lo previsto en el
Reglamento Sanitario Internacional donde se determina una emergencia de salud
pública de importancia internacional, en esa medida, el 11 de marzo del 2020
marca una fecha importante pues se declara a esta enfermedad como una pandemia,
determinando además que se hacía necesario establecer la cuarentena, a través
del confinamiento con su consecuente distanciamiento social en la humanidad
como una de las formas más apropiadas de prevenir el contagio.
La
pandemia de COVID-19 ha cambiado indudablemente muchos aspectos en el mundo,
cada una de las áreas de la vida de los seres humanos se ha visto afectada de
alguna manera tanto por la misma pandemia como por las medidas de protección y
de bioseguridad que generaron a nivel internacional los gobiernos, así como los
tomados de manera interna por cada uno de los países. Entre las medidas más
importantes, establecidas por el gobierno colombiano, está la declaratoria del
estado de emergencia sanitaria, con cuarentena obligatoria a partir de marzo
del 2020, prorrogada en varias ocasiones eliminando la condición de
obligatoriedad del confinamiento tan estricto y que por algunos fue considerado
muy prolongado, y aunque esta fuera voluntaria u obligatoria, es notorio que
impactó en la economía, la salud física o mental, la vida social, la vida
laboral y la vida escolar de los niños y niñas.
Para
mitigar el impacto negativo del confinamiento, las instituciones educativas,
desde preescolar hasta las de educación superior han utilizado modelos de
emergencia educativa bajo el marco de la modalidad remota, puesto que la
mayoría de estas instituciones contaban con recursos educativos en su mayoría
de forma impresa (libros de texto, biblioteca, etc.) así como también, algunos
portales educativos y recursos en línea que, como es bien conocido, no todos
los estudiantes manejaban con facilidad. De manera complementaria, la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su informe de agosto del
2020, señala que además de concentrar los esfuerzos en las modalidades de
aprendizaje, es fundamental “el apoyo y la movilización del personal y las
comunidades educativas, y la atención a la salud y el bienestar integral de las
y los estudiantes” (p.1).
Finalizando
el segundo semestre del año 2021, organismos internacionales como la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), visibilizan que la pandemia por
COVID-19 “ha impactado fuertemente en la salud mental y física de los niños,
niñas y adolescentes en las Américas, e instó a los países a tomar medidas
específicas para protegerlos, incluida la reapertura segura de las escuelas”
(2021, p.1). En Colombia, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) estableció
diferentes medidas para garantizar el retorno gradual al entorno educativo
presencial, momento oportuno para revisar y realizar una profunda reflexión y
acción intencional sobre lo que se ha enseñado, cómo se ha enseñado, los
aprendizajes generados para todos y cómo facilitar el aprendizaje de los
estudiantes.
Expertos
en pedagogía como De Zubiría (2020) remarcan que “La pandemia desnudó lo
absurdo de un sistema educativo concentrado en la trasmisión de informaciones
impertinentes y descontextual “y consideran que es importante tener en cuenta
que no se puede simplemente volver a la práctica "normal", sino que
esta situación es la oportunidad para diseñar e implementar nuevas formas de
enseñanza y aprendizaje basadas en resultados de aprendizaje altamente creativos
que permitan preparar a los niños para la vida después de este punto de quiebre
que han experimentado de manera inesperada. En la misma línea, la CEPAL sugiere
que “se prioricen las competencias y los valores que se han revelado como
prioritarios en la actual coyuntura: la solidaridad, el aprendizaje autónomo,
el cuidado propio y de otros, las competencias socioemocionales, la salud y la
resiliencia, entre otros” (2020, p.4). Concluye el informe de la CEPAL que debe
priorizarse en el desarrollo de competencias para la ciudadanía mundial que
lleve a los estudiantes a “comprender la realidad, convivir y actuar en tiempos
de crisis e incertidumbre, tomar decisiones a nivel individual y familiar e
impulsar soluciones colectivas a desafíos urgentes que contribuyan a la
transformación estructural del mundo” (2020, p.17).
Los
reportes de los organismos nacionales e internacionales como la OMS (2020) y la
OPS (2020) han visibilizado los grandes impactos para los adultos en las
diferentes áreas de sus vidas, podría ser similar a lo que ha significado para
los niños quienes tuvieron que ver como los adultos garantes de sus derechos y
responsables de protegerlos, se encontraron vulnerables frente a lo
desconocido. En América Latina y el Caribe, una encuesta reciente de U-Report
de UNICEF (2021) entre los jóvenes generó más de 8.000 respuestas y reveló que
más de una cuarta parte había sufrido casos de ansiedad, y un 15% depresión.
Por su parte, la CEPAL (2020) alerta sobre las consecuencias del confinamiento
prolongado en el contexto latinoamericano, “lo que tiene graves implicancias
para la salud mental de la población y en el aumento de la exposición a
situaciones de violencias hacia niños, niñas y adolescentes” (p.13).
Incluso
antes de la pandemia, los niños y los jóvenes soportaban la mayor parte de los
riesgos en materia de salud mental, ya que la mitad de los trastornos mentales
surgen antes de los 15 años, y el 75% al principio de la edad adulta,
consecuentemente la directora ejecutiva de Unicef Henrietta Fore en 2021
manifiesta que los años han sido largos para los niños en este confinamiento
obligatorio sumando diferentes situaciones que afectaron su salud mental como
el hecho de estar encerrados y alejados de sus vínculos sociales.
A
ese respecto, las alertas de los científicos frente a las consecuencias en
salud mental son innumerables, un ejemplo de esto es lo ocurrido en Madrid el 2
de junio de 2021 en la rueda de prensa del II Congreso
Digital de la Asociación Española de Pediatría, cuando su presidenta, la
doctora María José Mellado, y la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría
Infantil (SPI), la doctora Azucena Díez, alertan al mundo, mostrando que se
duplican los casos de urgencias psiquiátricas infantiles, los trastornos de
conducta alimentaria, que son cada vez más graves, los casos de ansiedad,
trastornos obsesivo-compulsivos y depresión.
Holmes et
al., señala la necesidad de recolectar datos de los efectos específicos de la
pandemia COVID-19 sobre la salud mental prestando atención a los niños, Las epidemias
según Asociación Americana de Psiquiatría en la quinta
edición de su Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales
(Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-5)
son consideradas como desastres naturales y un evento con potencial traumático,
Sprang y Silman (2013), comprobaron que, en situaciones de epidemia, los niños
que habían sido cuarentenados presentaban en las escalas de Estrés
Postraumático puntuaciones cuatro veces superiores a aquellos que no habían
sido cuarentenados.
Dada
la panorámica planteada en torno a lo vivido, lo percibido por parte de los
niños, sus padres y sus profesoras, y los retos que deja la situación de
pandemia por COVID-19, este artículo se enfoca en mostrar los resultados de la
primera fase de un estudio cualitativo realizado en una institución educativa
de Colombia, que en su objetivo general pretende diseñar una propuesta para el
desarrollo de habilidades resiliente en los niños, se muestra aquí el primer
objetivo específico que describe el estado de las habilidades resiliente de los
niños de primera infancia mostradas antes las situaciones vividas durante el
confinamiento y que están próximos al regreso a la escuela en una época post
pandémica.
Este
trabajo se enmarca en la Resiliencia, término
que deriva del verbo latino resalió, que significa "saltar hacia atrás,
rebotar". Es de resaltar que los estudios longitudinales de Emmy Werner en
la isla Kauay en la década de los ochenta del siglo pasado, marcaron el inicio
de los estudios sobre resiliencia al investigar a doscientos niños considerados
en riesgo de desarrollo anormal y que al llegar a la adolescencia rompieron
todas las predicciones negativas en torno a ellos. De los innumerables intentos
por conceptualizarla, el Doctor Cyrulnik (2002) habla de esta como una
metáfora, así mismo indica que “las dos palabras claves de la resiliencia son
afecto y sentido. Amar como estructura afectiva y sentido desde el hablar, el
dibujar para tratar de comprender aquello que nos sucedió” (p.49). La escuela
anglosajona por su parte considera un producto de juego entre factores de
riesgo y de protección que llevan al desarrollo de ciertas características del
comportamiento resiliente en las dimensiones individual, cultural y social.
Por su parte, Manciaux (2002) quien se cuestionó
respecto a si es un mito o una realidad, concluyó que la resiliencia “consiste
en varios coping sucesivos en diferentes dominios del comportamiento que en su
conjunto constituyen un estado a la vez de resistencia frente a los
acontecimientos y de construcción de la vida la resiliencia es resistir y
construirse”. (p. 105)
Para Grotberg, (1995) citado por Castagnola et al.,
(2021) “la resiliencia forma parte del proceso evolutivo de los individuos,
pero no está claro que sea una cualidad innata ni tampoco estrictamente
adquirida” (p. 5). Retomando a Cyrulnik (2002), la resiliencia es más que
resistir, es aprender a vivir” (p. 58). Sin embargo, la experiencia demuestra
que la resiliencia, es saltar y superar los obstáculos, tal como ha venido
sucediendo en la pandemia generada por el COVID-19 (Denckla et al., 2020 y
Salanova, 2020)
Para Colmenares (2002) en Cyrulnik (2002) estudiar el
hecho resiliente permite identificar en el sujeto su organización psíquica y
sus orígenes, en esa medida, “si las cualidades y características del acto
resiliente pueden ser consideradas posibilidades inherentes a la organización
psicológica, este hecho constituirá un criterio psicológico para examinar los
comportamientos resiliente (p.59).
Cyrulnik
(2016) a partir de sus análisis sobre la resiliencia, afirma que es una
capacidad que puede desarrollar todo ser humano para salir de las condiciones
adversas que se oponen en la vida, y tener la capacidad de recuperarse y
continuar con el curso de la vida de la forma más sana posible. Por su parte,
en el Marco Sendai adoptado en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones
Unidas se define “resiliencia” como “capacidad de un sistema, comunidad o
sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y
recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficaz, lo que incluye la
preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas” (Kaufman
et al., 2021, p. 33).
Dentro
de la literatura científica cabe señalar otro aspecto importante denominado la
resiliencia comunitaria, el cual consiste en la capacidad, esperanza y
espiritualidad de una comunidad a resistir las graves pérdidas y traumas que se
ocasionan por una catástrofe, como en la pandemia del COVID-19. En ese sentido
Bronfenbrenner (1995) citado por Barrera et al. (2016) señala desde el enfoque
ecológico-transaccional de la resiliencia que existen cuatro niveles de
influencia teniendo en cuenta factores de riesgo y protección: primero, nivel
individual; segundo, el nivel familiar y la escuela; tercero, la comunidad y
los servicios sociales; y un cuarto nivel donde se encuentra los valores
culturales. En ese mismo sentido y frente a la construcción de la resiliencia a
nivel del desarrollo individual, Uriarte (2005) resalta que “la construcción de
la resiliencia depende del funcionamiento de los factores individuales,
familiares y socioculturales y sus continuas interdependencias” (p. 70).
Como
antecedentes para ofrecer un acercamiento a los temas que centran la atención
de este artículo y así detectar la existencia de algunas líneas de
investigación comunes, inicialmente se encuentra la revisión de la
investigación del Colegio oficial de psicología de Madrid (COPM) en el año
2020, quienes hicieron un estudio sobre la estabilidad emocional de los niños
en esta época, el estudio se basa en el paradigma interpretativo debido a la
cercanía que deben tener el investigador y el sujeto, ellos afirman que la
cuarentena en niños de 4 a 10 años presenta un factor predecible en trastorno
de estrés agudo. De igual forma, estos son niños más susceptibles para padecer
ansiedad, agotamiento, baja concentración en sus clases y pocos deseos para
realizar sus tareas escolares (p. 43).
En marzo Buzzi et al (2020) realizaron en Italia un estudio sobre los
efectos psicosociales del COVID-19 en las actitudes y comportamientos de los
adolescentes italianos. El objetivo fue detectar los efectos psicosociales
inducidos por la propagación del COVID-19 y las disposiciones implantadas por
las autoridades públicas nacionales y locales en el objetivo particular de los
adolescentes. Los datos se obtuvieron de una encuesta titulada Adolescentes y
COVID-19 realizada por la Sociedad Italiana de medicina del adolescente y la
Asociación laboratorio de adolescencia, está encuesta fue realizada a nivel
nacional de manera aleatoria a un total de 2064 adolescentes. Los resultados
arrojados por el estudio demostraron que las reacciones individuales y
colectivas al COVID-19 podrían explicarse por el miedo a lo desconocido. La
representación de un peligro desconocido, del cual no se tiene conciencia pero
que se ve como probablemente inminente, a pesar de esto la mayoría de los
adolescentes declararon estar un poco preocupados, Adicional a esto se
identificó que a medida que los adolescentes se acercaban a la edad adulta, la
presión aumentó y los jóvenes fueron más realistas al compartir más de los
mismos miedos que los adultos de la familia; concluye el estudio que el
COVID-19 afecta significativamente el estilo de vida y emocional de los
adolescentes italianos.
El
Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Boston, realizó un estudio de cohorte entre septiembre de 2019 hasta enero de
2021, llamado cambios en el funcionamiento psicosocial entre los niños urbanos
en edad escolar durante la pandemia de COVID-19, este estudio se realizó en 168
infantes de 5 a 11 años de edad, el objetivo era medir los síntomas
conductuales y emocionales de los niños antes y durante la crisis de COVID-19
con el test PSC-17 y los riesgos sociales antes y durante la pandemia con el
evaluador THRIVE, para conocer las afectaciones que esta pueda presentar , el
resultado que arrojó el estudio fue los niños tenían niveles significativamente
más altos de síntomas emocionales y conductuales en la mitad de la pandemia
frente a la pre pandémica en todos los dominios, Los síntomas de salud mental
se correlacionaron significativamente con la cantidad de riesgos sociales antes
de la pandemia, pero no durante la pandemia. Menos finalización de tareas
escolares, mayor tiempo frente a la pantalla del computador. La pandemia de
COVID-19 ha provocado un aumento de los problemas de depresión y/o ansiedad y
los riesgos sociales entre los niños en edad escolar de las minorías urbanas,
raciales y étnicas en comparación con antes de la pandemia (Spencer et al.,
2021).
En
la misma línea, en Francia, Gindt et al. (2021) realizaron un estudio
denominado: Consecuencias psiquiátricas
de la pandemia de COVID-19 en la población pediátrica, el objetivo fue
presentar una revisión de literatura sobre las consecuencias psiquiátricas
asociadas a la pandemia de COVID-19 en la población pediátrica, la búsqueda se
realizó con las bases de datos Pubmed-database, los resultados de la
investigación están basados en tres factores: el miedo vinculado a la pandemia,
las consecuencias del confinamiento domiciliario y los riesgos de trauma
acumulativo, se concluyó que la postura de los padres o cuidadores frente a la
pandemia se refleja en sus hijos, si esta postura es positiva ayuda a
fortalecer su posición en momentos de adversidad.
El
Estudio del impacto emocional de la pandemia por COVID-19 en niños de 7 a 15
años de Sevilla realizado por Quero et al., (2021) permitió valorar la salud
emocional en una muestra de escolares en los meses de septiembre a noviembre
2020, los resultados indican que los niños sevillanos pertenecientes a la
muestra están soportando esta compleja situación sin referir alteraciones
significativas del estado emocional (2021).
En
Bélgica, Evrard en el 2020 y 2021, realizó el estudio exploratorio del impacto emocional y conductual de la pandemia
COVID-19 entre los niños belgas de 4 a 13 años, efecto de la cohesión, la
familia y el estado emocional de los padres, el objetivo fue evaluar
entre el 1 ° y el 2 ° confinamiento la percepción de padres del impacto
emocional y conductual del COVID-19 en los niños y adolescentes, el impacto de
la frecuencia del contacto social y el nerviosismo por la información percibido
por la pandemia. La condición psicológica de los niños fue evaluada por los
padres y a través de una computadora estos completaron los cuestionarios para
sí mismos y para sus hijos de manera independiente. El estudio narrativo
elaborado por López-Bueno et al. (2020) resume la literatura sobre conductas
relacionadas con la salud en niños aislados sin condiciones previas con el
objetivo de aplicarla a la pandemia de COVID-19, a través de la aplicación del
método Prisma a más de 70 documentos, se da cuenta de la probabilidad de
ocurrencia de posibles comportamientos como consecuencia del aislamiento; la
falta de estímulos tanto socioafectivos como de actividad física emergen como
dos de las principales preocupaciones, particularmente en los niños
desfavorecidos socioeconómicamente, aunque ambos problemas podrían mitigarse
con la orientación o el apoyo adecuados de los padres o de la comunidad. Así
mismo resalta que el mantenimiento de un horario regular y la derivación de los
padres con hábitos saludables aparecen como estrategias efectivas para
minimizar los posibles daños a la salud de los niños aislados.
Para identificar la repercusión de la pandemia en los niños y jóvenes en
Canadá, Chanchlani et al., (2021) dirigieron la investigación: “Los efectos
indirectos del COVID-19, sobre la salud de niños y jóvenes “se trata de un
proyecto especial dirigido a niños y jóvenes, apoyado por una investigación
sobre la limitación al servicio de salud a niños y jóvenes primarios y en
segunda línea, la asistencia de los niños a las escuelas que provocaba
inestabilidad emocional e irritabilidad. El objetivo fue la reorganización de
los métodos de prestación de servicios de cuidado infantil y la adquisición de
estrategias que posibiliten realizar pequeñas investigaciones estadísticas. La
metodología empleada se relaciona con un proceso constructivo que aborda la
producción de un material de estadísticas que promueven la investigación y el
análisis. Finalmente, se constata que los niños necesitan asistencia médica y
educativa como apoyo para analizar los problemas de desarrollo que pueden ser,
medir los efectos indirectos de la pandemia en su salud tanto física como
mental.
El trabajo “Formas de promover la
resiliencia de los niños ante la pandemia del Covid.19”, realizada en
Wisconsin, EEUU, por Bartlett y Vivrette (2020) visibilizó la importancia de
vigilar la seguridad de los niños durante la pandemia de COVID-19 para evitar
la afectación de los factores estresantes sociales y económicos asociados al
desarrollo y el bienestar en la población de los niños. Concluye además que se
debe hacer frente a cambios importantes en la vida cotidiana como los problemas
de salud mental y abuso de sustancias, abuso y abandono infantil, y la
violencia de pareja que tienden a aumentar durante los desastres, dado que es
posible que los niños no reciban los apoyos críticos que necesitan cuando los
servicios comunitarios son limitados y menos adultos tienen contacto directo
con los niños. Así mismo concluye el estudio que las más de cuatro décadas de
investigación sobre la resiliencia muestran como resultados que los factores de
protección pueden proteger a los niños del daño y aumentar las posibilidades de
que se adapten positivamente a las adversidades como la pandemia de COVID-19.
Las familias y las comunidades pueden trabajar juntas para promover estos
factores protectores.
A
nivel latinoamericano, resalta en Perú, Canaza (2021) con el estudio Educación y post pandemia: tormentas y retos
después del COVID-19, el objetivo fue rastrear los principales efectos
devenidos de la pandemia durante y después de la interrupción en el plano
educativo de Latinoamérica y el Caribe, a través de una revisión documental y
un análisis presentado por instituciones de alto nivel, en dos frentes:
Primero, la pandemia llegó en un momento en el que terminó por devorar y
deteriorar de manera diferenciada los fijados y modernos estados de bienestar,
en particular, uno de los pilares fundamentales del desarrollo social: la
educación. Segundo, este mismo efecto ha demandado reparar y remediar una
cantidad de asuntos pendientes y arrastrados para la educación, por tanto,
después de la catástrofe será necesario establecer planes de recuperación,
reapertura y de repensar lo educativo y empoderar espacios débiles dentro de un
nuevo proceso donde la descarga de la pandemia determinará las siguientes
décadas. Concluye que la interrupción del proceso educativo tradicional
intensificó las desigualdades presentes en esta zona el cual se debe revisar
para plantear las soluciones necesaria en post pandemia. Los
trabajos anteriores se relacionan con la investigación ya que muestran cómo ha
afectado la pandemia a los niños y como debemos hacer frente en la post
pandemia para atender los diferentes estados emocionales que ellos presentan. A
nivel nacional, Bautista et al, (2021) en la cuarta edición de la revista
Escuela y Pedagogía de la Secretaria de Educación de Bogotá, reflexionan sobre
los efectos a largo plazo de la pandemia, en su artículo Educación inicial en
tiempos de pandemia invitando a implementar acciones conjuntas para minimizar
el impacto mediante estrategias educativas y de salud mental a partir de
contextos en los que la población infantil pueda contar “con bases emocionales
seguras, que les permitan afrontar las demandas afectivas, las situaciones de
incertidumbre, el manejo de la frustración, la regulación emocional, la
construcción de la identidad y las formas de relacionarse consigo mismo y con
otros” (p. s/n ).
Asimismo,
se toma como referencia a Zamorano, y de Vergara (2020) quienes, en su artículo
de revisión, muestran los efectos que la pandemia COVID-19 generó en los niños,
alterando sus estados emocionales y para lo cual la escuela debe concentrar
esfuerzos y generar estrategias de habilidades resiliente, Figura 1.
Figura 1. Efectos observados en los niños durante y después de
la pandemia por COVID-19. Tomado: El Pediatra ante la Pandemia por
Coronavirus. Salud y Bienestar infantil. (P. 171), Zamorano, y de Vergara
(2020)
El
documento de la Sociedad Canaria de Pediatría destaca Escuela y educación como
“temas prioritarios para el adecuado desarrollo de los niños, no sólo por el
aprendizaje, sino porque contribuye a la socialización, a disminuir el estrés y
ejerce como un lugar de protección en los casos de violencia” (2021, p. 175). A
este respecto es notable que, por su parte, la OMS, desde la década de los
noventa del siglo XX, plantea la importancia desarrollar Habilidades para la
Vida en los estudiantes con el fin de prepararlos para las situaciones reto que
se presenten a lo largo del ciclo vital. Entre las habilidades a desarrollar
refiere las sociales, las cognitivas y la de control de emociones, permitiendo
así una visión más clara de los son los ideales del perfil de estudiante que
ser quiere en el sistema educativo preparándolo para vivir con todo lo que
pueda la vida traer.
MÉTODO
La investigación que se realizó fue de enfoque
cualitativo, con un diseño descriptivo, desde la metodología de la
investigación acción pues permitió realizar un proceso de reflexión iniciada
hacia la acción tomando como elemento central los participantes de la comunidad
educativa, especialmente los estudiantes y los docentes (Muñoz et al., 2001),
permitiendo asumir una posición exploratoria frente a cualquier situación,
tomando como base la comprensión que los participantes tiene de la situación y
las emociones existentes frente a esta, validando los relatos en el diálogo con
los participantes (Elliot, 2002) se tuvo como muestra 60 estudiantes
encuestados, 60 padres de familia y 7 docentes de primera infancia.
En la primera fase de caracterización a que hace
alusión el artículo, para el levantamiento de la información, se aplicaron como
técnicas de recolección de información las entrevistas cualitativas de tipo
informal conversacional, incluye nueve ítems, las cuales tiene validez de
significancia a partir de la revisión por parte de tres profesores expertos en
pedagogía que ejercieron como “evaluadores” de las categorías establecidas para
la guía de entrevista. Se realizaron Controles cruzados, confrontando los datos
suministrados por los niños con lo reportado por los padres y por los docentes
para “examinar la coherencia en diferentes relatos sobre la pandemia y lo
experimentado durante el período de confinamiento por los diferentes actores,
así como lo experimentado en el retorno a la presencialidad. El diseño de la
entrevista se realizó en agosto de 2021, posteriormente se pasó a evaluación,
un pilotaje en la primera semana de octubre del mismo año, nueva revisión y
ajuste de los ítems, luego la capacitación de las entrevistadoras en la última
semana de octubre y el trabajo de campo las dos primeras semanas de noviembre,
la aplicación se realizó de manera presencial, teniendo en cuenta que los niños
habían retornado a las clases presenciales.
En la entrevista se establecieron tres categorías
deductivas; regulación emocional, prácticas pedagógicas y resiliencia La
regulación emocional, definida como la habilidad para responder a las demandas
del ambiente, identificando las emociones propias, expresándolas de manera
socialmente aceptable y flexible para permitir reacciones espontaneas cuando
sea necesario y poder interactuar de manera adaptativa. La categoría de
prácticas pedagógicas hace referencia al conjunto de actividades enmarcados en
el proceso de enseñanza y de aprendizaje liderado por el docente. Resiliencia
es definida como la capacidad para adaptarse y recuperarse de los efectos de
situaciones adversas, a partir de la restauración de sus estructuras y
funciones básicas.
A su vez, se derivaron como categorías inductivas de
la regulación emocional, el reconocimiento
de las situaciones, superación de las experiencias negativas y
conciencia de sus estados emocionales. A la categoría de prácticas pedagógicas
corresponden las categorías inductivas de aprendizajes efectivos, aprendizajes
creativos y aprendizajes innovadores. La última categoría deductiva de
resiliencia, aborda las categorías inductivas de resiliencia psicológica que
hace referencia al estado mental de una persona., que le permite superar los
problemas, la resiliencia emocional que hace referencia a la superación de las
emociones que pueden afectar la estabilidad de la persona, su bienestar y su
toma de decisiones y la resiliencia comunitaria que se refiere a la capacidad
de expresar solidaridad hacia las personas más vulnerables y a la comunidad en
general.
RESULTADOS
La información se organizó en matrices descriptivas,
con la codificación asignada tanto a las preguntas como a los participantes
para conservar el anonimato. Para presentar la información, se seleccionaron
las matrices descriptivas e interpretativas partiendo de las categorías
deductivas que se clasifican en categorías inductivas descritas de forma
porcentual con su respectiva interpretación.
Caracterización
de los niños de primera infancia
Los niños entrevistados fueron en total 60 con
edades comprendidas entre cinco y siete años de edad, las profesoras a cargo de
cada uno de los niños fueron las entrevistadoras para facilitar el proceso.
Tabla 1. Caracterización de los Niños de Primera Infancia.
Categorías Deductivas |
Categorías Inductivas |
Porcentajes |
Interpretación |
Regulación Emocional |
Reconocimiento de las
situaciones |
41.66 % 50% 53.33 % |
Identifican las discusiones familiares Reconocen que hay familiares enfermos Encierro en casa |
Superación de experiencias negativas |
21.66 % 15% |
A pesar de las dificultades tecnológicas lograron
participar en las clases virtuales con apoyo de los abuelos Participaron en las clases virtuales con apoyo de
los padres. |
|
Prácticas Pedagógicas |
Aprendizajes efectivos |
53.33 % 46.66% 56.66% 43.33% |
No tenían computadores en casa Si tenían computador en casa Se conectaron a las clases virtuales No se pudieron conectar a las clases virtuales |
Aprendizajes creativos |
100% |
Les gusta ir a colegio a jugar y cantar y reír |
|
Aprendizajes innovadores |
25% 25% 50% 58.33 % |
Disfrutaron sus clases de educación física Disfrutaron su clase de artes Disfrutaron su clase de literatura Disfrutaron su clase de ciencias |
|
Resiliencia |
Psicológica |
100% |
Disfrutan con la idea de regresar al colegio al
colegio |
Emocional |
93.33 % |
Sintieron alegría a entrar al colegio |
|
Comunitaria |
100% |
Como
se puede observar en la Tabla 1, los niños no desconocen las situaciones
vividas en pandemia determinadas así: 41.66 % identificaron las discusiones de
los padres de familia 50 % tuvo conocimiento de la existencia de familiares que
tuvieron enfermos en casa y el 53.33% la afectación del encierro, muchos de
ellos en condición de hacinamiento. Por otra parte, las prácticas pedagógicas
se vieron afectadas por la falta de conectividad a internet de parte de las
familias ya que el 53.33% no tenían equipos tecnológicos como computadores o
celulares y un 43.33% no se podían conectar a sus clases virtuales porque
tenían servicio de internet en casa. Destaca que los niños superaron varias
experiencias negativas en el tiempo de la pandemia como la ausencia de los
padres y/o cuidadores para recibir las clases, pero a pesar de las dificultados
pudieron cumplir con sus actividades académicas, un 26% con el apoyo de los
abuelos.
Algo
importante de resaltar es la habilidad resiliente en los niños para el ingreso
al colegio donde la totalidad de los niños sienten alegría de poder regresar a
la presencialidad.
Caracterización de los Padres de Familia
Los
padres de familia juegan un papel fundamental en el desarrollo de las
habilidades resiliente de los niños, son ellos quienes acompañan el proceso
evolutivo de sus hijos y sobre quienes estuvieron confinados con ellos durante
la pandemia y percibieron los cambios que estos pudieron experimentar.
Tabla 2. Caracterización de los Padres de Familia.
Categorías Deductivas |
Categorías Inductivas |
Porcentajes |
Porcentajes |
Regulación Emocional |
Reconocimiento de las situaciones |
58.33 % |
Refleja el estrés que sintieron por el encierro en
pandemia. |
Superación de las experiencias negativas |
80% |
Sintieron alegría que los niños regresaran a clases. |
|
Conciencia de sus estados emocionales |
65% |
Su estabilidad emocional se vio afectados
porque se incrementó el trabajo en casa |
|
Practicas Pedagógicas |
Aprendizajes efectivos |
50 % 50% 66.66% 33.3% |
No contaban con herramientas tecnológicas Si contaban con herramientas tecnológicas Los niños se conectaron a las clases virtuales Los niños no se conectaron a las clases virtuales |
Aprendizajes creativos |
23.33 % 26.66 % |
Disfrutan su clase de educación física Disfrutan su clase de artes |
|
Aprendizajes innovadores |
71.66 % |
Les gusta ir a jugar en el colegio |
|
Resiliencia |
Psicológica |
71.66 |
Los padres reconocen que sus hijos juegan contentos
en el colegio |
Emocional |
50 % 15% 18.33 |
Los padres sintieron alegría de que los niños volvieran
al colegio Sintieron tranquilidad Sintieron temor |
|
Comunitaria |
43.33% 30% 21.66 % |
Se trasladan al colegio caminando Se trasladan al colegio en moto Se trasladan en bicicleta al colegio |
En
la Tabla 2 se destaca que el 58.33% de los padres de familia, reconoce haber
experimentado altos niveles de estrés por el encierro en la pandemia, de la
misma manera un 65% manifiesta que su estabilidad emocional se vio afectada
porque se incrementó el trabajo en casa, unido a las dificultades tecnológicas
por falta de equipos o conectividad a internet y respecto a las habilidades
resiliente, el 50% de los padres experimentó alegría con la oportunidad de
regreso al colegio mientras 18.33% experimentó temor a que sus hijos retomaran
las clases presenciales. Dados los riesgos en la movilidad, los padres buscaron
diferentes estrategias para llevar a sus hijos al colegio, evidenciando una
resiliencia comunitaria ante las amenazas evidentes.
Caracterización de las profesoras
Al
igual que los padres de familia, las profesoras tienen un papel muy importante
en el desarrollo de habilidades resiliente en los niños, ellas se han preparado
para trabajar con niños de educación inicial que perciben a sus maestros como
los segundos padres. Ellas experimentaron la pandemia y el confinamiento al
mismo tiempo que los niños y tuvieron que reinventarse en sus prácticas
pedagógicas para hacer un acompañamiento remoto aun viviendo diversas
situaciones personales, siguiendo con el contacto con los menores a través de
diferentes medios y son ellas quienes los reciben cuando el gobierno colombiano
determina el regreso a la presencialidad y deben asumir un rol de garantes de
la seguridad física y emocional de los niños en el entorno escolar.
Tabla 3. Caracterización de los Docentes
Categorías Deductivas |
Categorías Inductivas |
Porcentajes |
Interpretación |
Regulación Emocional |
Reconocimiento de las situaciones |
42.85 % 85.71 % 57.14% |
Las docentes se vieron afectadas por el encierro en
casa Sintieron alegría de volver al colegio Sintieron temor de volver al colegio |
Superación de las experiencias negativas |
71.42 % 71.42 % |
Pasaron duelos de muertes de familiares Reconocen que les afectan las dificultades
económicas de sus estudiantes |
|
Conciencia de sus estados emocionales |
|
|
|
Practicas Pedagógicas |
Aprendizajes efectivos |
71.42% 100 % |
Manifiestan que algunos estudiantes se conectaban a
las clases virtuales Manifiestan que los estudiantes no tenían para
conectarse a internet en casa |
Aprendizajes creativos |
|
|
|
Aprendizajes innovadores |
100% |
Reinventaron formas de llegar a los estudiantes |
|
Resiliencia |
Psicológica |
100% |
Vieron a sus niños felices en el ingreso al colegio |
Emocional |
71.42% |
Les afecto el uso de tapabocas para el ingreso al
colegio |
|
Comunitaria |
100% |
Ven la importancia de trabajar habilidades
resiliente y las modelaron para sus estudiantes |
La
situación experimentada puso a prueba las habilidades de las profesoras para la
regulación emocional como se mostraba en la Tabla 3, un alto porcentaje
reconoce haber estado afectado por el encierro en casa, experimentaron duelos
por muerte de familiares cercanos, unido a la carga emocional por las
situaciones difíciles a nivel económico de sus estudiantes que les dificultaban
el ingreso a clases virtuales, haciendo difíciles las practicas pedagógicas por
la falta de conectividad de los estudiantes a la clases virtuales; esto último
las llevó a innovar en sus prácticas para dar continuidad al proceso,
manteniendo comunicación constante con los niños y sus familias.
Los
docentes hacen resiliencia comunitaria trabajando en aula con niños utilizando
los protocolos de bioseguridad y el 100% afirma que la escuela es un contexto
privilegiado para la construcción de la resiliencia, después de la familia y en
consonancia con ella.
Discusión
La Pandemia COVID-19 ha afectado en diversas formas
a los niños, como se ha descrito en diferentes investigaciones. En la primera
fase de la investigación propuesta se muestra la caracterización de las
habilidades resiliente mostradas por niños y profesoras frente a las
situaciones vividas durante el confinamiento en la pandemia por COVID-19, que
inició en el 2020 y lleva más de un año de duración. El cierre del colegio
puede sobrellevar para el niño el no tener acceso a educación y alimentación
pues los restaurantes escolares cubrían esta necesidad. Así mismo, la falta de contacto
cara a cara con sus compañeros y con profesores y no poder realizar sus
actividades de esparcimiento y ejercicio, entre otras cosas, se convirtió en un
factor de estrés para los niños.
Los resultados muestran que durante el confinamiento
decretado por el gobierno un alto porcentaje de los niños presentó dificultades
de conectividad por la situación económica de su familia, resultado coincidente
con López-Bueno et al., (2020) siendo claro que esta afectación se da
principalmente en los niños desfavorecidos socioeconómicamente.
Asimismo, con lo descrito en Chanchlani et al, (2021) respecto a que los niños
necesitan asistencia educativa como apoyo para analizar los problemas de
desarrollo, en este punto tanto los padres como los abuelos cumplieron un
importante papel, aunque no estaban preparados para ello, así mismo la
profesora que estuvieron atentas y en comunicación permanente con las familias
de los niños modelando resiliencia comunitaria.
Al igual que los niños, las profesoras se han visto
afectadas con esta pandemia, un alto porcentaje debió afrontar la muerte de
familiares, los niños por su parte reportaron la enfermedad y muerte de sus
familiares, aunque no expresaron tristeza profunda frente a ello y en sus
respuestas se centraron mayormente en las experiencias relacionadas con el
apoyo que recibieron de sus abuelos, padres y profesoras. Las profesoras por su
parte experimentaron una mayor carga laboral en el trabajo remoto, al igual que
los padres, mientras los padres experimentaron mucho estrés y algunos no
conectaban a sus hijos, las profesoras innovaron en sus prácticas pedagógicas
en el trabajo remoto y aplicaron resiliencia comunitaria.
Los resultados evidenciados en la categoría
inductiva de Superación
de las experiencias negativas son coincidentes con los
referido por Barrera et al., (2016) respecto a los cuatro niveles de influencia
para factores de riesgo y protección, se hace necesario reforzar el nivel
familiar y escolar para impactar en el nivel individual y preparar a los niños
para los retos que con lleva la vida, así mismo lo determina la CEPAL (2020)
como retos de la educación. Se resalta
que mientras los padres experimentaron mucho temor al regreso de sus hijos a
las clases presenciales, los niños expresaron emociones positivas, mostrando
una elevada capacidad de adaptación a situaciones novedosas, siendo superior su
resiliencia que la de los padres, así mismo las profesoras expresaron
satisfacción por el retorno a la presencialidad pues percibieron a sus
estudiantes alegres por el regreso.
CONCLUSIONES
En época de pandemia los aprendizajes académicos
fueron afectados para los niños por la falta de herramientas tecnológicas, para
los padres de familia en asumir roles de docentes con sus hijos y las
diferentes implicaciones de tiempos y para los docentes por adecuar sus
prácticas pedagógicas para niños de primera infancia por vías digitales,
creando así afectaciones emocionales durante este tiempo.
Las situaciones evidenciadas fueron percibidas en un
alto porcentaje por lo niños quienes hacen una lectura adecuada reconociendo
sus emociones logrando entender y asimilar la situación de la pandemia y es de
resaltar que en un alto porcentaje no sintieron miedo al regresar al colegio,
mientras los padres si lo expresaron frente a los riesgos que esto podía
generar, se destaca que el desconocimiento que aún existe sobre la pandemia más
las dificultades por la aparición de nuevas cepas, aumentan la incertidumbre y
temor.
Entre las mayores situaciones reportadas, se
encuentra la enfermedad de diferentes familiares de los estudiantes y de
docentes en época de pandemia, lo cual, aunque tuvo impacto emocional en el
momento de la ocurrencia, así mismo se ha ido transcendiendo a la comprensión
de retomar la vida y continuar las actividades diarias por parte de los niños y
profesoras.
Es necesario continuar reflexionando sobre cómo
desde la escuela se puede hacer frente en la post pandemia para atender los
diferentes estados emocionales que los niños presentan, como se reitera en la
literatura científica, que resalta que la escuela no puede pretender continuar
sus actividades académicas sin tener una mirada clara y objetiva de las
diferentes emociones emitidas por los niños y de esta manera poder aportar a la
construcción de habilidades resiliente para la continuidad de la vida,
formándolos para las diversas situaciones que se convertirán en retos y que
probablemente nadie anticipa como ocurrió con esta pandemia del COVID-19.
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