Volumen 5, No. 16, abril-junio 2022
ISSN: 2631-2735
https://doi.org/10.33996/revistalex.v6i16.117
Páginas 163 – 175
https://revistalex.org
Violencia de género contra las mujeres en la provincia
del Guayas, Ecuador
Gender violence against womenin the province
of Guayas, Ecuador
Violência
de gênero contra mulheres na província de Guayas, Ecuador
Elizabeth del Carmen
Cedillo Romero
ecedillor@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-2145-3979
Universidad Estatal de Milagro.
Milagro, Ecuador
Teresa Celeste Naranjo Pinela
tnaranjop@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-3938-238X
Universidad Estatal de Milagro.
Milagro, Ecuador
Veronica Patricia Santos Yanez
vsantosy@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-6788-8150
Universidad Estatal de Milagro.
Milagro, Ecuador
Olga Alicia Mayanza Paucar
omayanzap @unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-6998-6603
Universidad Estatal de Milagro.
Milagro, Ecuador
Artículo recibido el 3
de mayo 2022 / Arbitrado el 11 de mayo 2022 / Publicado el 2 de junio 2022
RESUMEN
La
violencia de género contra la mujer representa la violación de los Derechos
Humanos y está convirtiéndose en un problema de salud pública. Este artículo
tuvo como objetivo determinar las causas y consecuencias de la violencia de
género contra las mujeres en la provincia del Guayas, Ecuador, durante el año
2020. La investigación utilizó un diseño de campo, la población estuvo
constituida por 19.256 mujeres víctimas de violencia de género, en la provincia
del Guayas durante el año 2020, se obtuvo una muestra estratificada de 377
mujeres. La técnica para la recolección de los datos fue la encuesta y el
instrumento un cuestionario, de 11 ítems. Como resultado se encontró que el 60%
de las mujeres sufrían algún tipo de agresión todos los días, de las cuales el 52%
han sufrido de violencia psicológica. Se concluye que la violencia de género
contra la mujer aumentó en la provincia del Guayas en el año 2020.
Palabras clave: Violencia
de género; Agresor; Derechos Humanos; Provincia del Guayas
ABSTRACT
Gender violence
against women represents a violation of Human Rights and is becoming a public
health problem. This article aimed to determine the causes and consequences of
gender violence against women in the province of Guayas, Ecuador, during the
year 2020. The research used a field design, the population consisted of 19,256
women victims of domestic violence gender, in the province of Guayas during the
year 2020, a stratified sample of 377 women was
obtained. The technique for data collection was the survey and the instrument
was an 11-item questionnaire. As a result, it was found that 60% of women
suffered some type of aggression every day, of which 52% have suffered
psychological violence. It is concluded that gender violence against women
increased in the province of Guayas in 2020.
Key words: Gender violence; Aggressor; Human rights; Guayas Province
RESUMO
A violência de gênero
contra a mulher representa uma violação dos Direitos Humanos e está se tornando
um problema de saúde pública. Este artigo teve como objetivo determinar as
causas e consequências da violência de gênero contra as mulheres na província
de Guayas, Equador, durante o ano de 2020. A pesquisa
utilizou um desenho de campo, a população foi composta por 19.256 mulheres
vítimas de violência doméstica gênero, na província de Guayas
durante o ano de 2020, obteve-se uma amostra estratificada de 377 mulheres. A
técnica de coleta de dados foi a survey e o
instrumento foi um questionário de 11 itens. Como resultado, verificou-se que
60% das mulheres sofreram algum tipo de agressão todos os dias, das quais 52%
sofreram violência psicológica. Conclui-se que a violência de gênero contra as
mulheres aumentou na província de Guayas em 2020.
Palavras-chave: Violência de gênero; Agressor; Direitos humanos; Província de Guayas
INTRODUCCIÓN
La eliminación de la violencia de
género es una prioridad del Estado ecuatoriano desde el año 2007, para lo cual
se creó el Plan de abordaje integral para la erradicación de la violencia
contra la niñez, adolescencia y mujeres, permitiendo generar programas y
políticas en la protección, prevención y restitución de los derechos de
víctimas de cualquier tipo de violencia. En conformidad con lo establecido en
el Art. 66 en la Constitución de la República, sobre los Derechos de Libertad,
obligando la adopción de medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar
toda forma de violencia y establecer el derecho a la integridad personal que
incluye una vida libre de violencia en el ámbito privado y público
(Constitución de la República del Ecuador, 2008).
Con el fin de contextualizar la
violencia de género durante la pandemia por el COVID-19 en Ecuador, se debe
destacar que el Ministerio de Salud Pública (MSP) declaró el estado de
emergencia sanitaria el 11 de marzo de 2020, con el fin de contener el contagio
de la población por este virus (MSP, 2020). Asimismo, cinco días después se
declaró el estado de excepción por calamidad pública, que se extendió hasta el
mes de septiembre de ese año (Presidencia de la República del Ecuador, 2020).
Esta situación trajo como consecuencia el confinamiento en los hogares, el
teletrabajo y la educación por medios virtuales.
El Consejo Nacional para la Igualdad
de Género (2020) del Ecuador, señaló que las restricciones de movilidad que
demandó el aislamiento social generaron tensiones y conflictos ocasionando
mayores conductas violentas contra la mujer y otros miembros de la familia. La
Fiscalía General de Ecuador (2020) reportó un incremento en los diversos tipos
de violencia ocurridos durante el 2019 y el 2020 que refieren como el
confinamiento incidió en mantener altas cifras de violencia intrafamiliar
durante la pandemia.
Definir la violencia de género permite
su visualización e identificación; al respecto cabe citar la declaración final
del II Congreso Mundial por los Derechos Humanos de 1993, en Viena, en la cual
la violencia contra las mujeres se reconoció como una violación de los derechos
humanos en la esfera privada y como parte inseparable, inalienable e integral de
los derechos humanos universales se declararon los derechos de las mujeres
(Bosch Fiol y Ferrer Pérez, 2000). Asimismo, la
Asamblea General de las Naciones Unidas, reconoce la necesidad de extender a
las mujeres los principios y derechos referentes a la dignidad, integridad,
libertad, seguridad e igualdad de todos los seres humanos (Asamblea General de
las Naciones Unidas, 1994).
Con este
propósito, mediante la Declaración 48/104, define a la violencia contra la
mujer, en sus artículos 1 y 2: Artículo 1: como todo acto de violencia basado
en la diferencia de género que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas
de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si
se produce en la vida pública como privada (p. 2). Y en Artículo 2: abarca los
siguientes actos, aunque sin limitarse a ellos: a) la violencia física, sexual
y psicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos, el
abuso sexual de las niñas en el hogar, la violación por el marido, los actos de
violencia perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia
relacionada con la explotación; b) la violencia física, sexual, psicológica
perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la violación, el abuso
sexual, el acoso y las intimidaciones en el trabajo, en instituciones
educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución
forzada; c) la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por
el Estado, donde quiera que ocurra (Asamblea General de las Naciones Unidas,
1994, p.2).
La Asamblea General de las Naciones
Unidas y la Organización Mundial de la salud coinciden en señalar la necesidad
de definir y erradicar la violencia contra la mujer para ello realizan
actividades y publican resoluciones como la 49.25 de la WHA (OMS, 1996).
También por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2007)
establece una resolución, en la que se hace referencia que la cultura de la
desigualdad ampara la violencia y se evidencia por la desigualdad de
oportunidades, la discriminación laboral y salarial, el desigual acceso a los
recursos y servicios de la justicia, así como la desigual distribución del
tiempo y poder entre hombres y mujeres.
En este mismo orden de ideas Patricia
Berni (2018) agrega que todo acto sexista que tenga como consecuencia real o
posible un daño sexual, físico y/o psicológico, es violencia de género. Y entre
las condiciones que contribuyen a la violencia están: el aprendizaje de los
atributos psíquicos y roles estereotipados otorgados en sus identidades a
mujeres y hombres, así como la generada por las realidades socioculturales,
basados en la adquisición en el proceso de socialización de aspectos culturales
ideológicos. Distintas investigaciones históricas, realizadas en Ecuador,
concluyen que la violencia ejercida por el hombre hacia la mujer, en particular
por la pareja, respondía a las concepciones dominantes en las sociedades
patriarcales referentes al género, es decir, desde sus diferencias biológicas,
atributos y roles que cada momento histórico y cultura ha asignado tanto para
las mujeres como para los hombres.
De esta
forma los términos violencia machista, violencia doméstica/familiar, violencia
de género, son sinónimos utilizados con frecuencia para referirse a la
violencia de pareja. La violencia machista o violencia de género es aquella que
se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas,
por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y
capacidad de decisión; se trata de la manifestación de la discriminación, la
situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las
mujeres, que se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus
cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones
similares de afectividad, aún sin convivencia (Fernández et al., 2019).
Los tipos de violencia se tipifican en
el Art. 10 de la Ley Orgánica Integral para prevenir y erradicar la violencia
contra las mujeres en Ecuador como: sexual, física, psicológica, gineco- obstétrica, patrimonial; que pueden desarrollarse
según en un contexto familiar o doméstico, educativo, laboral, deportivo,
estatal e institucional, centros de privación de libertad, en espacio público o
comunitario, centros e instituciones de salud y en emergencias y situaciones
humanitarias (Secretaría de Derechos Humanos, 2018).
Para comprender los tipos de agresión
se utilizarán las definiciones de Bogantes Rojas (2008), la violencia sexual es
la acción que obliga a una persona a participar o mantener interacciones
sexuales mediante el uso de la coerción, intimidación, fuerza o cualquier otro
mecanismo que anule la voluntad personal. La violencia física es el uso de la
fuerza que daña o arriesga la integridad corporal de una persona. La violencia
patrimonial es cuando por omisión o acción se causa pérdida, destrucción, daño
o retención de documentos personales, bienes, objetos, valores o recursos
económicos de las personas.
Así como, la violencia psicológica que
es el acto por misión o acción destinado a degradar o controlar las creencias,
acciones, decisiones y comportamientos de otras personas, por medio de la
manipulación, intimidación, amenaza o cualquier otra conducta que implique un
perjuicio en la salud psicológica. Y por último la agresión gineco-obstetra
según la Secretaría de los Derechos Humanos (2018), consiste en la negación de
apoyo médico durante el periodo de gestación y parto. Se expresa mediante el
maltrato, la “imposición de prácticas culturales y científicas no consentidas o
la violación del secreto profesional, el abuso de medicalización, y la no
establecida en protocolos, guías o normas” (p.13); además de “las acciones que
consideren los procesos naturales de embarazo, parto y posparto como
patologías, la esterilización forzada, la pérdida de autonomía y capacidad para
decidir libremente sobre sus cuerpos y su sexualidad” (p.13), impactando
negativamente en “la calidad de vida y salud sexual y reproductiva de mujeres
en toda su diversidad y a lo largo de su vida, cuando ésta se realiza con
prácticas invasivas o maltrato físico o psicológico.
No
obstante, a todo el esfuerzo realizado, por el Estado ecuatoriano a través de
los cuerpos normativos nacionales, los tratados internacionales ratificados
acerca de los derechos humanos fundamentales, con el fin de prevenir y
erradicar cualquier forma de violencia a la mujer y miembros del núcleo
familiar; aún existe un alto índice de violencia de género contra la mujer. Una
de las provincias más afectada, en Ecuador, es la de Guayas, ya que en el año
2020 se registraron un total de 19.256 mujeres víctimas de violencia de género
en esta provincia, lo que implica que es una de las de mayor riesgo, y, por lo
tanto, se requiere profundizar en los programas y planes de erradicación de la
violencia.
El objetivo de esta investigación fue
determinar las causas y consecuencias de la Violencia de género contra las
Mujeres en la provincia del Guayas, Ecuador, durante el año 2020. Se considera
este período de tiempo en el cual las mujeres han tenido que convivir en el
mismo lugar que sus agresores, en confinamiento o cuarentena, debido a la
pandemia del COVID-19. El estudio se centra en cuantificar los diferentes tipos
de violencia como psicológica, física, patrimonial y sexual; la tipificación
del agresor y las características de la mujer víctima de la violencia de
género. Con el fin de medir la magnitud del problema e identificar algunas de
las características, que amplíe el conocimiento y sirva de sustento en el
abordaje integral de la problemática en la provincia del Guayas, se realizó un
diagnóstico de la violencia de género recabando información tanto de las
agresiones sufridas por las mujeres como de los distintos perpetradores a lo
largo del año 2020.
MÉTODO
De acuerdo al objetivo fue una
investigación descriptiva-explicativa, se recolectaron los datos con un diseño
de campo, transeccional, contemporáneo. El contexto
fue la provincia del Guayas, en Ecuador, la cual está integrada por 25
cantones. Los cantones de Milagro y Guayaquil son los que tienen mayor densidad
poblacional. La población estuvo constituida por 19.256 mujeres víctimas de
violencia de género, según el registro de la Secretaría de los Derechos Humanos
(SDDHH), en la provincia del Guayas durante el año 2020, se obtuvo una muestra
de 377 mujeres con un nivel de confianza del 95% y un margen de error +-5%.
Con base en los datos suministrados
por la SDDHH de las mujeres víctimas de violencia de género por cada cantón, se
calculó el 50% de registros en cada uno de ellos, a excepción de Milagro y
Guayaquil, que se obtuvo el 51% por ser los cantones con mayor número de
registros, de esta manera se obtuvo una muestra de 377 mujeres.
Para la
recolección de los datos se utilizó la técnica de la encuesta y el instrumento
fue un cuestionario que se elaboró con la herramienta de Google form. El cuestionario quedó constituido por 11 ítems, fue
respondido en línea por cada una de las mujeres de la muestra. El instrumento
permitió caracterizar la variable agresión y consta de las siguientes
dimensiones: Frecuencia de hechos violentos contra la mujer en cada uno de los
cantones de la provincia de Guayas, tipo de violencia, edad de la mujer, estado
civil, características del agresor, frecuencia de la agresión, consecuencias de
la agresión. Los resultados se procesaron en Excel y se les analizó con
estadística descriptiva, determinando frecuencias, porcentajes y Chi cuadrado.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se presentan los resultados que permitieron
caracterizar y explicar las causas y consecuencias de la violencia de género
contra las mujeres en la provincia de Guayas durante el año 2020. Se consideró
la frecuencia con la cual ocurren los eventos de violencia el 65% de los casos
de violencia de género contra la mujer se suscitan en los cantones de Guayaquil
y Milagro, el porcentaje restante se reparte en los otros 23 cantones de la
provincia de Guayas. Al registrar los casos de violencia y el estado civil de
la mujer, cabe destacar que las casadas representan un 19%, las solteras 10%,
divorciadas el 6% y un 65% en concubinato (Ver Gráfico 1).
Gráfico 1. Violencia
de acuerdo al estado civil de la mujer.
Con respecto a la frecuencia con la cual
ocurre la violencia contra la mujer el 60% declara que es diaria y el 34%
varias veces a la semana, el 6% una vez a la semana (Ver Gráfico 2).
Gráfico 2. Frecuencia
de la violencia contra la mujer.
Al revisar los efectos que genera la
violencia en las mujeres el 56% de ellas declaran sentir miedo o angustia, 23%
refieren problemas nerviosos de forma general y el 21% tiene sentimientos de
tristeza (ver Gráfico 3).
Gráfico 3. Efectos
de la violencia en las mujeres.
El tipo de violencia se muestra en el Gráfico
4, la violencia psicológica es la más frecuente con un 52%, seguida de la
física con un 33%, la sexual 12%, la violencia patrimonial y la gineco-obstétrica casi inexistente con 2% y 1%
respectivamente.
Gráfico 4. Tipos
de violencia contra la mujer.
Otra característica relevante a destacar es
el tipo de agresor de acuerdo a la cercanía con la víctima, en el Gráfico 5 se
resumen los resultados. El tipo de agresor más frecuente es la pareja con un
51%, seguido de alguna persona del entorno familiar con un 22%, e incluso las exparejas tienen un porcentaje representativo con un 15% en
la violencia de género.
Gráfico 5. Tipo de
agresor.
Al considerar la edad de la mujer víctima de
la violencia, el 67% de las mujeres que han sufrido de agresión son mayores a
29 años, aunque ocurre en menor medida 3% en mujeres entre los 12 a 17 años
(Ver Gráfico 6).
Gráfico 6. Edad de
la mujer.
La causa de la agresión a la mujer más
frecuente son los celos con un 55%, 16% problemas económicos, 7% por consumo de
alcohol o droga por parte del agresor (Ver Gráfico 7).
Gráfico 7. Causas
de la agresión.
Prueba
de hipótesis
A
continuación, se presentan las hipótesis que permiten establecer la relación
entre las causas encontradas. En primer lugar, se redactan las hipótesis y
luego se aplica la prueba de Chi cuadrado, de acuerdo a los resultados de este
estadístico se establece o no la relación.
H0: La edad de la mujer no está relacionada con el tipo de
agresión de la cual es víctima.
Hi: La
edad de la mujer está relacionada con el tipo de agresión de la cual es víctima
Los
resultados del Chi cuadrado establecen que existe relación entre la edad de la
mujer y el tipo de agresión que reciben; del 67% de mujeres mayores de 29 años
que han sido víctimas de violencia de género en la provincia del Guayas en el
2020, el 36% ha sufrido de violencia psicológica, 22% violencia física, 7%
violencia sexual y 2% violencia patrimonial.
H0: El
tipo de agresión no está relacionada con el tipo de agresor
Hi: El
tipo de agresión se relaciona con el tipo de agresor
El
valor del Chi cuadrado obtenido permite aceptar la hipótesis de investigación,
existe relación entre la agresión y la tipología del agresor que la comete. El
52% de violencia psicológica, tipo de violencia con mayor porcentaje, el 27% es
por parte de la pareja, 6% por su expareja, 12% por
algún familiar, 4% por una persona desconocida y 3% por otros.
Discusión
Los
resultados de la investigación concuerdan con los reportados por
Quintana-Zurita et al (2014) en la Encuesta Nacional sobre Relaciones
Familiares y Violencia de Género contra la Mujer realizada en el año 2011 en
Ecuador, el tipo de violencia más frecuente con un 39,5% es la psicológica,
seguida por la violencia física con 31,4%; en tercer lugar, está la violencia
sexual con un 15,6 % y, por último, la patrimonial o económica con el 11,5% de
mujeres que reportan haber sufrido este tipo de violencia por sus parejas o ex
parejas. Esta misma encuesta, en el año 2019, en Ecuador sobre Relaciones
Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres por (Instituto Nacional de
Estadísticas Censos, INEC, 2019), en Guayas el 32,9% de mujeres han sido
víctimas de violencia de género. Los resultados de la presente investigación
encontraron un aumento para el año 2020, se obtuvo que el 52% de las mujeres fueron víctimas de la violencia psicológica, seguido de la
violencia física con 33%, posteriormente la violencia sexual con 12%, la
violencia patrimonial con 2% y finalmente la violencia gineco–obstétrica
con 1%.
Los
resultados del tipo de violencia de acuerdo a la edad de la mujer agredida
concuerdan con los de Maqueda Abreu (2006) y Jiménez
(2011) las mujeres mayores de 29 años presentan el mayor índice de violencia y
el tipo de violencia más frecuente es la psicológica, seguida por la física y
después la violencia sexual. La causa de la agresión a la mujer más frecuente
son los celos con un 55%, 16% problemas económicos, 7% por consumo de alcohol o
droga por parte del agresor, estos resultados coinciden con los reportados en
las investigaciones realizadas en España por Yugueros García (2014) y los de
Boira y Jimeno (2011). En los hombres, los celos representan el 50% de las
causas para la agresión a la mujer. Estos autores indican que los celos no sólo
pueden referirse al temor por la infidelidad sino también sentir celos por la
atención que la mujer presta a otros miembros de la familia como los hijos u
otras personas significativas para ella, que el maltratador pueda percibir como
una amenaza.
Los
resultados acerca del tipo de agresor revelan que en mayor proporción la
agresión proviene de la pareja actual y en segundo lugar por la expareja; estos resultados concuerdan a los encontrados por
Acebo et al. (2018) en su estudio de violencia intrafamiliar realizado en la
provincia de Bolívar en Ecuador. De la misma manera (López García, 2009)
menciona que no es exclusivo el hombre violento de una clase social
determinada, puede existir en cualquier lugar y ciudad. Y que, los agresores
consideran como una posesión a su pareja, teniendo derecho a controlar todos
los aspectos de su vida; aspiran ejercer control y poder absoluto en las
acciones de la mujer, en sus sentimientos y pensamientos más íntimos.
En este
mismo orden de ideas Patricia Berni (2018), concluye de su investigación
contextualizada en Ecuador que la violencia ejercida por el hombre hacia la
mujer, en particular por la pareja, respondía a las concepciones dominantes en
las sociedades patriarcales referentes al género. Esta autora señala que el
comportamiento violento se fundamenta las diferencias biológicas, atributos y
roles que cada momento histórico y cultura ha asignado tanto para las mujeres
como para los hombres.
La
violencia de género, tanto en el ámbito público como la ejercida en el entorno
familiar o de pareja, afectan a mujeres de todas las edades, estratos
socioeconómicos, de grupos diversos étnico-culturales, del área rural o urbana
y de las distintas regiones del país, confirmando que el riesgo principal es
ser mujer (Quintana- Zurita et al., 2014).
CONCLUSIONES
La
incidencia de la violencia contra la mujer aumentó durante el período de
confinamiento por la pandemia de COVID-19. En la provincia del Guayas, en el
año 2020, los cantones que reportan mayor frecuencia de agresiones contra la
mujer son los cantones de Guayaquil y El Milagro. La caracterización de las
causas de la violencia contra la mujer permite mejorar la comprensión de este
fenómeno y de los elementos que lo constituyen; este conocimiento es la base
para la toma de decisiones y la elaboración de planes para la erradicación de
la violencia contra la mujer.
La comprensión de la violencia debe hacerse de forma integral y
dinámica ya que en la violencia familiar y específicamente contra la mujer se
manifiestan diferentes factores. Es necesario también, profundizar en la
realidad del maltratador o agresor, sobre quien también inciden numerosas
variables que impulsan sus conductas. Los elementos que presentan relación son:
la edad de la mujer con el tipo de agresión, el tipo de agresión con las
características del agresor; las mujeres mayores de 29 años sufren de violencia
psicológica con mayor frecuencia; la pareja o la expareja
es el agresor más frecuente y las causas son los celos.
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Conflicto de Intereses. Los autores declaran que no
existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo
científico.