Volumen 4 / No. 10 / Septiembre-diciembre 2021

ISSN: 2631-2883

https://doi.org/10.33996/revistaneque.v4i10.56

Páginas 218 – 229

 

 

Comunidades de práctica, pasos para su implementación

Communities of practice, implementation steps

Comunidades de prática, passos para a implementação

 

 


Yolanda Alexandra Mendoza Yépez1

yalexandra.mendozay@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-3376-9150


María Francisca Torres2

ikatorrescedeno@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-1377-6505

 

Germania  Sarmiento3

germasar@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0002-6302-809X

 

1Universidad Central del Ecuador, Quito-Ecuador

2Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres, Esmeraldas-Ecuador

3Universidad Nacional de Loja, Loja-Ecuador

 

Recibido: 20 de octubre 2021 / Arbitrado y aprobado: 30 de noviembre 2021 / Publicado: 10 de diciembre 2021


 

RESUMEN

Las  comunidades  de  práctica  han sido  reconocidas  como  un  activo intangible  muy  valioso  dentro  de la  gestión  empresarial,  de  ahí  que las   mejores   organizaciones   del mundo   están   destinando   tiempo y  recursos  al  diseño,  implantación mantenimiento   de   estas.   Las Comunidades de Práctica son redes sociales  dinámicas  y  flexibles.  El objetivo fue analizar los hallazgos en  cuanto  al  proceso  que  debe cumplir  una  comunidad  práctica. El  diseño  se  basó  en  la  búsqueda de bibliografía de diversos autores como fuentes para la descripción de los  puntos  desarrollados  sobre  las comunidades de prácticas y gestión del conocimiento. De esta manera, las   comunidades   de   práctica   se convierten  en  un  concepto  clave como   unidad   básica   de   análisis, especialmente en las empresas que requieren  y  poseen  gran  cantidad de conocimiento.

 

Palabras clave: Comunidades de prácticas, Gestión del conocimiento; Gestión Organizacional; Empresa


ABSTRACT

Communities of practice have been recognized as a valuable intangible asset in business management, hence the best organizations  in the  world  are   allocating   time and resources to their design, implementation and maintenance. Communities of Practice are dynamic and flexible social networks. The objective was to analyze the findings regarding the process that a community of practice must comply with. The design was based on the search of bibliography of various authors as sources for the description of the points developed on communities of practice and knowledge management. In this way, communities of practice become a key concept as a basic unit of analysis, especially in companies that require and possess a large amount of knowledge.

 

Key words: Communities of practice; Knowledge management; Organizational    management; Company


RESUMO

Comunidades de Prática foram reconhecidas como um valioso ativo intangível na gestão de negócios, por isso as melhores organizações do  mundo  estão  dedicando  tempo e recursos ao seu projeto, implementação e manutenção. As comunidades de prática são redes sociais dinâmicas e flexíveis. O objetivo era analisar as conclusões relativas ao processo que uma comunidade de prática deveria cumprir. O  projeto  foi  baseado em uma pesquisa bibliográfica de vários autores como fontes para a descrição dos pontos desenvolvidos nas comunidades de prática e gestão do conhecimento. Desta forma, as comunidades de prática tornam-se um conceito chave como unidade básica de análise, especialmente em empresas intensivas em conhecimento e conhecimento intensivo.

 

Palavras-chave: Comunidades de Prática; Gestão do Conhecimento; Gestão Organizacional; Empresa


 

 

 

 


 

L

 
INTRODUCCIÓN

 

as comunidades de práctica es un término que se ha ido desarrollando o mencionando dentro de las empresas y organizaciones con mucha fuerza, debido al ámbito competitivo dentro de las organizaciones, esto con finalidad de conseguir y mantener el cooperativismo dentro de las mismas (WENGER, 2001).

Para  Saldaña  (2007)  en  la  antigüedad,  la  clave  del  desarrollo  fue  el  dominio  de  la naturaleza  y  el  intercambio  de  bienes.  Las  civilizaciones  estaban  fundamentadas  en  la “perfecta” explotación de la naturaleza y en el dominio de posiciones estratégicas para el comercio de bienes. Eran las Materias primas los recursos que marcan la diferencia y la competitividad.

Con la revolución industrial, gracias a las máquinas y a la producción en masa, nace la industria y con ella la capacidad de disponer de bienes en abundancia. El progreso se alcanza mediante la disponibilidad de los medios de producción industrial.

En el siglo XX, con el desarrollo tecnológico de las comunicaciones, la globalización y la elevada capacitación de las personas, se plantean nuevos retos. La posibilidad de manejar información e interpretarla, es la capacidad por excelencia, que garantiza la sostenibilidad de las empresas, cada vez más flexibles y adaptables, anticipándose al cambio.

En pleno siglo XXI, el objetivo de las organizaciones sigue siendo la búsqueda de una ventaja competitiva, entendida como la superioridad respecto a otra, pero la capacidad de producción ha dejado de ser la única ventaja competitiva y aprender más rápido que los competidores puede ser la ventaja competitiva que permita la sostenibilidad en el tiempo.

A través de estos cambios organizacionales otro punto que se ha gestado es la llamada sociedad del conocimiento Harary, Norman, y Cartwright, (1965). es que la esencia de los negocios no reside en superar a la competencia para maximizar el beneficio, sino en una búsqueda permanente de los propios estándares de excelencia. Ésta surge únicamente bajo la premisa de un compromiso inquebrantable de servicio a la organización, a sus empleados, a los clientes, a otras partes interesadas y a la sociedad en general, basado en la propia visión y valores de la empresa.

Particularmente de lo anterior se desprende un modelo que surge como contraposición a la manufactura, la mentefactura, como es la necesidad de operar con el conocimiento, no tanto con las cosas, sino con lo que modifica los modos de organizar, dirigir y promover las iniciativas dentro de la empresa. El objetivo está en cómo hacer más productivo el conocimiento. Esencialmente, el conocimiento individual que es un complemento necesario al colectivo debido a la investigación y las mejoras que requieren la integración de conocimientos individuales. También el conocimiento colectivo implica que los miembros de una organización que lo comparten van a actuar con una variedad de criterios, pero en colaboración para resolver las contingencias individuales. Esta gestión del conocimiento puede ser presencial, virtual o ambas, pero siempre se lleva a cabo a través de un proceso cooperativo continuo para el establecimiento de estrategias participativas, liderazgo, captura y aprovechamiento del conocimiento. (Mendoza, Rizo, y Avila 2006; Kaplan y Norton, 2000).

Por ello, las reformas económicas que se han introducido en el mercado internacional provocando una reorientación del aparato productivo hacia las ventajas comparativas estáticas -producción de materias primas e industrias procesadoras de recursos naturales en los países del Cono Sur y ramas maquiladoras de uso intensivo de mano de obra no calificada, en México y en varios países de Centroamérica y Caribe- y por otra parte, se ha creado la necesidad de ventajas comparativas dinámicas basadas en el aprendizaje y el conocimiento, que a su vez ha permitido aumentar el valor agregado de este a la población. (Cejas, et al., 2015).

De  esta  manera,  muchas  sociedades  han  comprendido  que  requieren  algo  más que responder a las necesidades de que demanda el mercado cuando realmente deben considerar los requerimientos de una economía actual y futura (Cejas, et al., 2015). Por ello, el conocimiento cada vez más se incorpora en las rutinas y en las complejas prácticas de la sociedad actual, más aún en las organizaciones públicas o privadas convirtiéndose en un recurso estratégico y en una fuente de ventaja competitiva.

Con relación a la economía del conocimiento este es por su naturaleza un recurso intangible difícil de medir, manifestándose en pilares clave en países cuyo propósito es incrementar el conocimiento y el desarrollo humano para el desarrollo económico, (Tabla 1) por tanto, esta economía del conocimiento se traduce en pilares y/o componentes   tales como la valoración del entorno económico y marco institucional, el énfasis en la educación y recursos humanos, la introducción de los sistema de innovación y además en la infraestructura de información, todos estos factores vinculantes a la empresa, universidad y sociedad. (Cejas, et al., 2015).


 

Tabla 1. Representa las variables expuestas por el Banco Mundial respecto a la economía del conocimiento. (Informe Banco Central de Venezuela, 2015).



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Fuente: Banco Mundial

 

Aprendizaje organizacional

Un aspecto importante dentro del aprendizaje de las empresas es la determinación   de las buenas prácticas, de ellas se pueden obtener enfoques innovadores que faciliten  el quehacer diario en las organizaciones como lo son las formas de transformación del conocimiento como lo es lo tácito y lo explícito Nonaka y Takeuchi (1995), con lo tácito aprendo haciendo mediante la colaboración entre pares, mentoring, brainstorming, mindMapinng y ejercicios de team building, con relación a lo explícito se realizan buenas prácticas, boletines y similares, espacios contextualizados con herramientas de clasificación de búsquedas, entre otras.

Las buenas prácticas permiten respirar un ambiente laboral agradable que apunta       a alcanzar una mayor competitividad, por lo tanto, determinarlas hace parte de las responsabilidades de quienes tienen a cargo tareas de evaluación, seguimiento y control.

Para Nonaka y Takeuchi (1995) “Todas las buenas prácticas son un intento de entender mejor lo que funciona y lo que no funciona, cómo, por qué, y en qué condiciones”. Las buenas prácticas permiten aprender de la experiencia y aplicar los mejores enfoques en cada contexto para contribuir a que se simplifiquen tareas y a evitar su duplicidad.

Para facilitar el uso de las buenas prácticas las organizaciones deben explotar los conocimientos adquiridos que les permita obtener el bagaje necesario para hacerlas diferentes en el mercado y elaborar un documento, ya sea físico o electrónico, que sirva de consulta y guía a todos los directivos y colaboradores para aprovechar las experiencias acumuladas y que les enseñe a cómo enfrentarse a las situaciones que se presenten. (Fundación Iberoamericana del Conocimiento 1999).

Cabe  señalar  que  es  muy  importante  completar  el  ciclo:  Identificación,  creación, difusión y uso, siendo la última en donde se plasma en la realidad del negocio. (Fundación Iberoamericana del Conocimiento, 1999).

El Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano -CIDEU utiliza las Buenas Prácticas como una herramienta para compartir conocimiento mediante la observación, análisis  y  síntesis  de  situaciones  modélicas.  Plantean  el  Benchlearning  que  denominan aprendizaje  de  situaciones  modélicas,  como  un  proceso  a  desarrollar  en  los  siguientes pasos: a). Identificar la buena práctica de la que se desea aprender mediante la creación y explotación de una base de datos con situaciones previamente tipificadas como modélicas. Presentan una propuesta inicial de vectores de calidad que es útil para nomenclar y facilitar el acceso a las buenas prácticas de la que se desea aprender, b). Entra en contacto con la buena práctica previamente identificada, para organizar la observación y realizar la toma de datos. Pueden utilizarse diversas vías: la observación directa por acuerdo previo de la parte observada, el intercambio de información mediante la creación de grupos digitales de trabajo, y la utilización de sistemas documentales, entre otros. Como en todo el proceso, se puede apoyar en el sistema experto de Benchmarking, c). Tras la toma de datos hay que realizar el análisis de lo observado, para descubrir las causas del éxito del modelo, y para inferir los conocimientos, destrezas y actitudes y el “modus operandi” inherente a la situación modélica, d). Pero no se trata de copiar acríticamente lo que otros ya han realizado previamente con éxito. Se trata de sintetizar la propia respuesta, incorporando elementos que hagan ganadora nuestra opción en el entorno concreto en que vamos a aplicarla, y e). Tras la síntesis el quinto y último paso es la aplicación y la evaluación del resultado. Como se ha indicado, estos pasos de las Buenas Prácticas pueden aplicarse con tutorización de CIDEU y utilizando el sistema experto de Benchlearning.

Por lo antes mencionado el propósito de este estudio radica en analizar los hallazgos en cuanto al proceso que debe cumplir una comunidad práctica, esto con la finalidad de poder proporcionar una literatura actualizada de la misma.

L

 

METODOLOGÍA

 

a  investigación  esencialmente  se  fundamentó  desde  el  enfoque  de  revisión bibliográfica,  por  lo  tanto,  el  diseño  se  basó  en  la  búsqueda  de  bibliografía  de diversos autores como fuentes para la descripción de los puntos desarrollados sobre las comunidades de prácticas y gestión del conocimiento, para la búsqueda se emplearon bases de datos como Scopus, Redalyc, Google Académico, Science Direct, Scielo.

Por lo tanto, se examina, compara y contrasta críticamente la información hallada. La evaluación se basa en los contenidos empíricos y su relevancia en las empresas actuales.

 

DESARROLLO Y DISCUSIÓN

 

Objetivos de una comunidad de práctica

Uno de sus objetivos es poner a los miembros de la empresa en comunicación con las personas que comparten realidades similares y recoger el conocimiento valioso para la organización, la efectividad de una comunidad depende de la existencia de un entorno que promueva la confianza, el compromiso, la creatividad y la innovación.

Sus objetivos obedecen al interés de sus miembros por un tema establecido y las enseñanzas que de él se desprendan, es así como que sus miembros se ayudan entre sí sin intermediarios; las tareas son delegadas con confianza; los procesos de control son moderados; los individuos sienten que pueden comunicar sus expectativas o visiones a través del diálogo y la cooperación; no rinden cuenta más que a sí mismas y lo hacen en términos de satisfacción, y la participación es voluntaria.

Cabe señalar que tener un equipo de formadores es de vital importancia, en donde Torres (2020) la estrategia didáctica para quienes deban compartir el conocimiento, no debe percibirse como una mera actividad, sino, como una competencia transversal por parte del formador de formadores, de ese modo, podrá conciliar con otras competencias como la planificación y evaluación de los aprendizajes, investigación, como un todo en abordaje del contexto formativo para configurar un espacio de interacción entre el discente, teoría práctica. (Cedeño, et al., 2020).

 

Funciones de las comunidades de práctica

Entre las más importantes se deben considerar identificación y coordinación de prioridades estratégicas; reforzamiento de lazos y formalizar nexos entre sus integrantes, facilitando el contacto cara a cara o a través de redes de conocimiento virtuales; compartir recursos, experiencias y aprendizajes existentes y de esta manera difundir conocimientos teóricos, metodológicos y prácticos; identificación de incentivos para emprender proyectos en colaboración con otros miembros de la comunidad; y fomentar enfoques multidisciplinarios que se beneficien de las distintas aptitudes, experiencias y áreas de especialización de los miembros del grupo

Cabe señalar que se debe tomar en consideración la diversidad de acuerdo a Torres (2020) ante la diversidad cultural del mundo global, las competencias interculturales se conjugan en razón de un aprendizaje significativo, siendo fundamental sustentarlo curricularmente desde la concepción constructivista (Surian, 2012); ya que el conocer intercultural permite reflexionar para el fomento de un pensamiento crítico, posibilitando, además la apertura   a nuevos idiomas, culturas, amplificando la perspectiva cognitiva de los participantes (González-Di-Pierro, et al., 2016).

 

Herramientas para las comunidades de práctica virtuales

El ciclo de vida de una comunidad práctica radica en la actividad y de esta a su vez   se desprenden las acciones de reactivación y la anotación de buenas prácticas. Para ello es preciso usar herramientas como Lista de correo, Wiki, Fórum de discusión, Blog, redes sociales como Facebook, Twitter, YouTube, entre otros. (Sanz, 2005).

Dentro de la complejidad están inmersos de los grupos de interés y las comunidades de práctica y siendo la gestión de estos menos complejo que las comunidades de práctica, (Sanz, 2005). como se muestra en la Figura 1.


 

 

 

Figura 1. Complejidad grupo de interés a la comunidad de práctica.

 

 

Implementación comunidad práctica

Para llevar a cabo el proceso de implementación de una comunidad práctica es preciso comprender que conocer el objetivo de la comunidad especificando cuál es el fin que persigue con sus actividades; los Indicadores que permitirán orientar las actividades de la comunidad hacia las áreas donde es necesario aplicar su conocimiento; realizar un mapa de Conocimiento el cual servirá como herramienta para identificar y clasificar el conocimiento existente dentro de un área de trabajo, así como la forma en que se accede a dicho conocimiento; también es preciso la identificación y priorización de las actividades a realizar por la Comunidad de Práctica; el Flujos de trabajo de la comunidad se debe determinar mediante la operatividad interna de una Comunidad de Práctica y su interacción con las herramientas de Gestión del Conocimiento (Mendoza, Rizo y Avila, 2006); es preciso mantener una taxonomía de los contenidos para poder permitir clasificar el conocimiento incluido en la herramienta, todo esto contribuirá a llevar próximas acciones para llevar a cabo. (Figura 2).


 

 

 

Figura 2. Diagrama de procesos implantación de una Comunidad de Práctica.

 

 

Alineación de los objetivos de la comunidad con los objetivos de la empresa

En la Tabla 2 se expresa un análisis de los objetivos de las empresas y los objetivos de la comunidad de prácticas, en donde se identifican factores como potenciar la comunicación, mejorar la metodología, sensibilizar, concientizar, impulsar entre otra. (Sanz, 2005).

 

Tabla 2. Alineación de los objetivos de la comunidad con los objetivos de la empresa.

 



Descripción: C:\Users\jean\Desktop\n2.PNG

 


 

El esquema metodológico según Mendoza et al., (2006) de la gestión del conocimiento a partir de las comunidades de práctica se puede indicar en la siguiente Figura 3.

Figura 3. Esquema metodológico de la gestión del conocimiento a partir de las comunidades de práctica.

 

 

 

En la naturaleza puede encontrarse una analogía con las comunidades de práctica. El hecho de que los árboles que están solos crecen poco, mientras que, cuando están agrupados, juntos buscan la luz y en esa búsqueda, todos crecen. Las comunidades de práctica están surgiendo,  siguiendo  este  ejemplo,  como  un  medio  utilizado  por  sus  miembros  para  la búsqueda de la luz del conocimiento y para su crecimiento a través del intercambio del saber con todos sus integrantes.

Integrar la gestión del conocimiento a la gestión por procesos para ello en la Figura 4 se muestra un análisis que busca favorecer una mejor comprensión dentro de cada proceso. (Mendoza, Rizo, y Avila, 2006).


 

 

Figura 4. Integración de la Gestión del conocimiento a la gestión por procesos.

 

 

 

A

 
CONCLUSIONES

 

lo largo de este proceso, la palabra PRÁCTICA es primordial, ya que en una comunidad de éstas se crea conocimiento, innovación y aprendizaje mientras se trabaja en la práctica diaria. Esto significa que las comunidades llevan el análisis y la investigación en el lugar donde ocurren los hechos, donde el trabajo se ejecuta, donde es posible trabajar y observar los procedimientos individuales, la resolución de intereses   y la creación de identidad. De esta manera, las comunidades de práctica se convierten en un concepto clave como unidad básica de análisis, especialmente en las empresas que requieren y poseen gran cantidad de conocimiento.


 

REFERENCIAS

 


Cedeño, M. F. T., Yépez, Y. A. M., Vidal, M. E. Á., y Delgado, J. I. Z. (2020). Gestión docente y desempeño profesional en la formación de formadores en el área administrativa. Revista Arbitrada Interdisciplinaria Koinonía, 5(3), 956-968. https://fundacionkoinonia.com. ve/ojs/index.php/revistakoinonia/article/ view/956

Cejas, M. F., Fabara, X., y Navarro, M. (2015). La economía del conocimiento y la investigación: ejes resolutivos de la vinculación con la empresa universidad y   la sociedad. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 1, 91-97. https://www.redalyc.org/pdf/2631/263139243013.pdf

Fundación Iberoamericana (1999). Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad, en: http://www.fundibeq.com

Harary, F., Norman, R.Z. y Cartwright, D. (1965). Structural Models. New York: Wiley.

Informe Banco Central de Venezuela, (2015). Sala de Prensa. Información de Indicadores Económicos de Venezuela. Documento en línea. Consultado el 15/01/2015.

Kaplan y Norton. (2000). “The Strategy Focused Organization”, Harvard Business School Press.

Mendoza, Y., Rizo J., y Avila T., (2006). Gestión del Conocimiento para el Aprovechamiento de Buenas Prácticas en el Desarrollo de Procesos, EOI - tesis

Nonaka, I. y Takeuchi, H. (1995). La Creación de Conocimiento. Nueva York, 304

Sanz, S. (2005).  Gestión  de  comunidades  de práctica virtuales: acceso y uso de contenidos. RUSC, Universities & Knowledge Society.

Torres M., Mendoza Y., Guagua W. (2020), Gestión docente y desempeño profesional en la formación de formadores en el área administrativa, KOINONIA

Wenger, E. (2001). Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad. Paidós Iberica, Barcelona (España)