INTRODUCCIÓN
En
la actualidad las organizaciones se encuentran envueltas bajo un entorno
dinámico y variable que requieren de herramientas exitosas para afrontar los
embates de la globalización. Esta situación genera cada vez mayor
competitividad en las empresas, lo cual es necesario para garantizar la
permanencia de las mismas en el mercado.
A
escala mundial, según el Fondo Monetario
Internacional (FMI, 2016), en los últimos años algunas economías se afianzaron,
en tanto que otras, en particular las economías emergentes y en desarrollo,
sufrieron aprietos debido al desplome de los precios de las materias primas,
así como el endurecimiento de las condiciones financieras. Además, dicho
organismo considera que el deterioro refleja consecuencias macroeconómicas
esperadas de un sustancial aumento de la incertidumbre, inclusive en el ámbito
político. Se proyecta que esta incertidumbre debilitará la confianza y la
inversión.
No obstante, en un acelerado proceso de cambio, se está
enfatizando la necesidad de reorganizar nuevas modalidades en las operaciones
de las empresas, el nuevo escenario exige, tanto de los gobiernos como de los
empresarios, la formulación de estrategias para adaptarlas exitosamente al
mercado. Sin embargo, mientras la recuperación
mundial continúa luchando por afianzarse, en América Latina y el Caribe se
prevé que en 2016 el crecimiento sea negativo por segundo año consecutivo. Tal
es el caso de América del Sur que se ha visto notablemente afectada por la
caída de los precios de materias primas y del petróleo (FMI, 2016).
Al mismo tiempo, el incremento de la población, el
crecimiento de la clase media en Latinoamérica y su capacidad adquisitiva,
estimulan la demanda de bienes y servicios. Esta situación ha traído
como consecuencia que los gerentes se sientan
obligados a modificar las estrategias tradicionales para dar mayor relevancia a
la planificación de las actividades como a la toma de decisiones,
especialmente, en el manejo de los recursos. Además,
una organización que aspire a sobrevivir en el contexto actual, tiene que ser
capaz de interpretar las demandas que recibe para responder a ellas; el diálogo
interno conllevará a que las organizaciones puedan alcanzar las metas, valores
y misiones establecidas dentro de las mismas.
Por otra parte, en una organización, el rendimiento de un equipo
de trabajo supone todo un reto, los propios trabajadores como clientes internos
influyen en gran medida en la manera de alcanzar un objetivo; tanto la motivación
como la estimulación de los equipos de trabajo son clave a la hora de
desempeñar las tareas asignadas y contribuyen en el proceso a conseguir un
equilibrio entre la meta y lo que se tiene.
No
obstante, uno de los recursos más grande e importante de la empresa, al igual
que el capital humano, lo constituye el inventario o proceso logístico, por
ello requiere de una adecuada administración ya que permite seguir la
trazabilidad de un producto, mediante un conjunto de técnicas para acortar
tiempos, reducir costes de almacén, transporte y conseguir que el producto
llegue al destinatario final cuándo lo necesita.
Cabe destacar que la
gestión de inventario permite afianzar cómo reorientar, en los casos
necesarios, la posición competitiva de las empresas a través de información y
recomendaciones para que introduzcan posibles mejoras en las estrategias de los
procesos de inventario en el almacenamiento de materia prima.
En efecto, existen
numerosas razones por las cuales los inventarios están presentes en un canal de
suministros; aun así, en años recientes, el mantenimiento de inventarios ha
sido totalmente criticado como innecesario y antieconómico. “Las razones para
mantener los inventarios se relacionan con el servicio al cliente o para
costear economías indirectamente derivadas de ellos; disponer de inventarios
para los clientes no sólo puede mantener las ventas, sino que también puede
aumentarlas” (Ballou, 2004, p. 328).
Por otra parte, en el
manejo estratégico de una empresa, la gestión de inventarios es un factor
determinante; los directores de operaciones establecen sistemas para gestionar
el inventario, determinan cómo se pueden clasificar los artículos y cómo pueden
mantener registros de inventarios exactos.
En
relación a lo indicado anteriormente, la falta de automatización tecnológica
relacionadas a la gestión de inventario se puede traducir como resultados no
acertados, el rastreo manual quita mucho tiempo y no refleja buenos efectos que
regularmente se convierten en pérdida de recursos o dinero. Es por esto, que es
recomendable que los inventarios sean manejados mediante software; los
problemas más comunes son debido a que no todos saben cómo utilizarlos; además,
la falta de entrenamiento del personal puede afectar severamente la habilidad
para estar al día con los pedidos por la carencia de criterio a la hora de
clasificar productos.
Es
importante destacar que, al no realizar adecuadamente las funciones de
registros de mercancía no se podrá contar con información suficiente y útil
para minimizar costos de producción, mantener un nivel de inventario óptimo. La
falta de registros podría acarrear a una situación de exceso de inventario que
puede deducirse en descontrol y disminución de la liquidez o insuficiencia de
inventario donde se podrían perder ventas y clientes debido a que no se cuenta
con la cantidad de productos necesarios para cumplir con los compromisos.
En
el caso específico de las empresas distribuidoras de
materia prima del sector panadero en el estado Zulia, las mismas se encuentran
trabajando a media capacidad debido a un déficit de insumos que le impide
satisfacer la demanda y garantizar el abastecimiento.
Cabe
destacar, que la industria panificadora es uno de los brazos de la industria
nacional, con productos de consumo masivo y representa el 40% de la
distribución nacional, lo cual la convierte en un canal estratégico, ya que las
panaderías están en todos los espacios de la geografía y en horarios extensos.
En razón de esto, el continuo suministro de materias primas es vital para el
abastecimiento nacional efectivo y congruente (Ramos,
2016).
Frente al escenario económico del país, las empresas
distribuidoras de materia prima del sector panadero tienen como reto mantener
inventarios de insumos, para asegurar la distribución oportuna y eficiente de
productos, evitando que sus clientes paralicen sus actividades.
En este contexto, las
empresas distribuidoras de materias primas del sector panadero, requieren de
una gestión de inventario óptima para mantener niveles de existencias que les
permita cumplir las peticiones de sus consumidores cuando estos así lo
requieran. Además, se hace necesario implementar
formas eficientes de administrar los departamentos de compra y almacén, ya que
la falta de criterio al clasificar y ordenar productos puede afectar el flujo
de trabajo al momento de cumplir con los compromisos. (Ramos, 2016).
En
el mismo orden de ideas, en entrevistas no estructuradas realizadas al personal
de las empresas del sector, indicaron que debido a la gran variedad de
productos que manejan las empresas objeto de estudio, en algunos casos incurren
en altos costos por fallas en la gestión de inventario, a consecuencia de
situaciones tales como, manejo de inventario excesivo o por el contrario
reducido, errores en las cantidades registradas por unidades de existencias,
confusión en el despacho de productos similares, casos de caducidad y
obsolescencia, deterioro de productos, mal manejo y ubicación de materiales,
entre otras situaciones que generan inconvenientes al cierre de inventario en
un periodo.
En
la actualidad, estas empresas tienen la necesidad de mantener una adecuada
rotación de su inventario, por lo que se hace imprescindible el uso de sistemas
de control que les permita conocer el nivel de existencias real, las
condiciones de sus productos y contar con un adecuado proceso de almacenamiento
que les permita ofrecer calidad de servicio, en el menor tiempo requerido.
Ante la situación
planteada, surge la interrogante de investigación: ¿Cómo son los procesos que
conforman la gestión de inventario en las empresas distribuidoras de materia
prima del sector panadero en el estado Zulia?
Son múltiples las
razones que justifican la existencia y control de los inventarios,
considerándose entre ellas que prevén la escasez, generan ganancias adicionales
al momento de producirse alzas en los precios de los productos, garantizan la
satisfacción del cliente al brindársele oportunamente el bien requerido, entre
otras.
Según,
la Facultad de estudios a distancia (s/f, p. 5)
(Faedis) “un inventario es una provisión de
materiales que tiene como escenario principal facilitar la continuidad del
proceso productivo y la satisfacción de la demanda de los clientes”.
De igual manera, Muller
(2005, p. 1) sostiene que “los inventarios de una compañía están constituidos
por sus materias primas, productos en proceso, los suministros que utiliza en
sus operaciones y los productos terminados”.
Por su parte, Vidal (2010, p. 23) sostiene que en la
actualidad “los inventarios son vistos como un riesgo potencial mayor”, esto en
razón de situaciones generadoras de eventos como el riesgo de obsolescencia
tecnológica, el cual se hace presente en productos que poseen ciclos de vida
cortos, lo que exige que sean manejados con mayor cuidado. Ante esto, según
dicho autor, la estrategia radica en estimar su nivel óptimo en función de cada
caso en particular, tomando en consideración elementos como: sector productivo,
características propias de la empresa, localización, estrategia competitiva y
mercado, entre otros.
Así, el inventario,
como elemento clave de toda organización debe ser administrado eficientemente,
ya que según Ehrhardt y Brigham (2007) persigue como objetivos fundamentales
garantizar la operatividad de la empresa con los productos en existencia y
conservar niveles óptimos que permita minimizar los costos totales (de pedido y
de mantenimiento). En razón de esto, se considera que una eficiente gestión de
inventario permite a la organización mantener un nivel adecuado de existencias que
asegure el abastecimiento en cualquier época, lo cual redunda en un servicio
constante y eficiente al cliente.
En efecto, la gestión
de inventarios es un punto determinante en el manejo estratégico de toda
organización. Las tareas correspondientes a la gestión de un inventario se
relacionan con la determinación de los métodos de registro, los puntos de rotación,
las formas de clasificación y los modelos de reinventario, determinados por los
métodos de control.
En este sentido, Lacalle (2013), define la gestión de inventario como el conjunto de
actividades desarrolladas por la organización que permiten conocer con exactitud
el volumen de ventas o salidas de existencias para así determinar la cantidad
precisa que se deberá solicitar a los proveedores. Adicionalmente, menciona que
la gestión de inventario conlleva a dos tipos de actividades: determinar en qué
momento pedir y en qué cantidad hacerlo, y mantener actualizada la información
de materiales disponibles.
En razón de lo anteriormente planteado
puede inferirse que una buena gestión de inventario es
fundamental en las empresas, ya que de ésta depende la continuidad del proceso
de producción, por lo que Muller (2005), plantea que la gestión del inventario
es una medida crítica utilizada por cada empresa. Si existe una deficiente
gestión de inventario, se puede dar lugar a importantes pérdidas financieras.
A su
vez, Vidal (2010, p. 23) considera que “ante la globalización actual de la
economía, la administración de inventarios, la planeación de la producción, y
la estrategia corporativa, están íntimamente ligadas”. Esta sincronía o ajuste
estratégico debe alcanzarse a través de la interrelación de las capacidades
competitivas de la empresa y su correspondiente cadena de abastecimiento.
Así, la
gestión de inventarios puede ser entendida como el proceso que monitorea la
entrada y salida de inventario con la finalidad de mantener y controlar los
niveles pertinentes, garantizando un servicio correcto y puntual a sus
clientes, dentro del menor coste posible. Para efectos de esta
investigación se consideró su estudio mediante las dimensiones:
procesos, sistemas de control y costos operacionales.
Con relación a la
definición de proceso, Ogalla (2005) lo define proceso como un conjunto de
actividades que se realizan para satisfacer las necesidades y expectativas del
cliente, lo cual también suele llamarse cadena de valor o proceso de negocio.
Según este autor los procesos se clasifican en: Estratégico, de negocio y de
soporte.
Por su parte, Barba
(2006) menciona que el proceso es un conjunto de actividades interrelacionadas
capaces de, a partir de uno o varios factores, producir como resultado un producto
o servicio óptimo que represente un valor para el cliente.
En efecto, la
adecuada integración de las actividades involucradas en la gestión de
inventario, permiten de una u otra manera mantener la continuidad de
abastecimiento o compra a fin de asegurar la continuidad de los procesos del
negocio que realiza la organización.
Así, Escudero (2011)
refiere que la gestión de compras o proceso de compras es el conjunto de
operaciones que realiza la empresa para abastecerse de los materiales
necesarios cuando tiene que realizar las actividades de fabricación o
comercialización de sus productos. Para este autor el proceso de compra consta
de las siguientes fases: Planificación de las compras, análisis de las
necesidades, solicitud de ofertas y presupuestos, evaluación de las ofertas
recibidas, selección del proveedor, negociación de las condiciones, solicitud
del pedido, seguimiento del pedido y los acuerdos.
De igual manera,
Heredia (2013), considera que el proceso de compras o adquisiciones, consiste
en suministrar de manera ininterrumpida, materiales, bienes y/o servicios, para
incluirlos de manera directa o indirecta a la cadena de producción. Estos
bienes y/o servicios, deben proporcionarse en las necesidades adecuadas, en el
momento solicitado, con el precio acordado y en el lugar requerido por el
cliente, dentro de unos tiempos estipulados previamente.
En efecto, para
conocer las necesidades de aprovisionamiento es necesario establecer una
planificación del proceso de compra, para lo cual se analiza la demanda, es
decir, tanto la cantidad que se tiene previsto vender como los niveles óptimos
de inventario que la empresa debe tener en el almacén para satisfacer dicha
demanda. Por lo tanto, la planificación de las compras persigue determinar la
cantidad de producto que la empresa debe tener en un momento determinado. Entre
los aspectos que engloba, se tiene: Selección de proveedores, evaluación de la
mejor alternativa, proceso de compra y compra. (Ayala, 2016).
Con base a lo
expuesto por los anteriores autores, se concluye que el proceso de compra es
aquel encargado de conseguir los productos y bienes necesarios para el buen
funcionamiento de la empresa, en las cantidades y fechas requeridas, de manera
que ésta pueda concretar los objetivos marcados, utilizando las herramientas
necesarias que permitan mantener un nivel de inventario óptimo al menor coste.
El proceso de compra abarca varias fases antes de tomar la decisión de compra,
que van desde el reconocimiento de la necesidad, planificación, búsqueda de
información, evaluación de las alternativas y decisión de comprar. Una vez
cubiertas estas fases se inicia el proceso de compra como tal que está compuesto
por los siguientes elementos: planificación, selección de proveedor,
negociación de la compra, solicitud de pedido y registro de compra.
Dentro de las actividades de gestión de inventario el
proceso de almacenamiento es de vital importancia, ya que la manipulación y
ubicación del material en el almacén puede evitar deterioros y diferencias de
inventario, así como agilizar el abastecimiento a las líneas de producción para
facilitar la preparación de los envíos a los clientes. Este proceso trata tanto
de la recepción como de los movimientos de materias primas.
Según Rubio y
Villarroel (2012), el almacenamiento es un proceso técnico del abastecimiento y
sus actividades están referidas a ubicación, custodia y control de los bienes.
Todo ello para asegurar sus condiciones óptimas, evitar una utilización no
autorizada y facilitar su traslado a los usuarios que los requieren.
A su vez, Escudero (2011),
indica que el proceso de almacenamiento está compuesto por el conjunto de
actividades o tareas que tienen por objeto almacenar y custodiar aquellos
inventarios que no están en proceso de transformación o se encuentran en
trayecto desde los proveedores o hacia los clientes.
Asimismo, Ballou
(2004), apunta que el sistema de almacenamiento puede separarse en dos
funciones importantes: almacenamiento y el manejo de materiales. El manejo de
materiales se refiere a las actividades de carga y descarga, al traslado del
producto hacia y desde las diversas ubicaciones dentro del almacén a recoger el
pedido. El almacenamiento simplemente es la acumulación de inventario en el
tiempo. Se eligen diversas ubicaciones en el almacén y diferentes periodos de
tiempo, dependiendo del propósito del almacén.
Así, el proceso de
almacenamiento constituye una herramienta de vital importancia dentro de la
gestión de inventario puesto que la calidad de los bienes o servicios ofrecidos
por una organización dependen en gran medida del almacenamiento y manejo
apropiado de estos. El almacenamiento permite mantener en forma organizada las
mercancías que se requieran para el abastecimiento sistemático, con el fin de
posibilitar la función de despacho.
El proceso de
almacenamiento engloba los siguientes elementos: recepción, sistema de
información, tecnología, almacenamiento, manejo de materiales y despacho.
Sistema de control de inventario
Otra de las
dimensiones que conforman la variable en estudio es el sistema de control de
inventarios, que según Chase y Jacobs (2014), un sistema
de control de inventario es el conjunto de políticas y controles con los cuales
se vigilan los niveles de inventario y determinan los que se van a mantener, el
momento en que es necesario reabastecerlo y las dimensiones de los pedidos.
Según Muñiz (2013),
el control de las existencias se relaciona con funciones que permiten obtener
información sobre los inventarios y realizar la verificación de la misma, así
como de su valoración; realizar el control de inventario (rotación de
existencias, obsolescencia, diferencias de inventarios, baja de inventario) y
obtener la correcta información para la contabilización sobre la variación de
las existencias.
Heizer y Render
(2008), indican que los directores de operaciones necesitan establecer sistemas
para gestionar los inventarios. Entre los elementos a considerar para los
sistemas de inventario están: cómo se pueden clasificar los artículos del
inventario y cómo pueden mantener registros de inventarios exactos.
En efecto, los sistemas de control de inventarios permiten, por una
parte, minimizar la inversión del inventario, puesto que los recursos que no se
destinan a ese fin se puede invertir en otros proyectos, por otro lado,
asegurarse de que la empresa cuente con inventario suficiente para hacer frente
a la demanda cuando se presente, para que las operaciones de producción y venta
funcionen sin obstáculos.
Ante lo planteado, es importante mencionar a Krajewski,
Ritzman y Malhotra (2008), quienes expresan que para estudiar los inventarios
hay que clasificarlos según la forma en la que se crearon. En este contexto,
existen cuatro (4) tipos de inventarios: inventario de ciclo, de seguridad, de
previsión y en tránsito. Para objeto de la investigación sólo se consideraron
de seguridad, previsión y en tránsito.
Un sistema
de inventarios como conjunto de normas, métodos y procedimientos aplicado de
manera sistemática busca planificar y controlar los materiales que se emplean
en una organización. Este sistema puede ser manual o
automatizado. Muchos autores los clasifican dependiendo del enfoque, para
sustento de esta investigación se tomarán en cuenta los siguientes: ABC,
máximos y mínimos, revisión continua, exactitud de registros, e inventarios
obsoletos, entre otros.
Con relación a la
dimensión costos operacionales, esta ofrece información que los
gerentes necesitan para tomar decisiones que deriven en un desempeño
extraordinario. El estudio de los costos ayuda a comprender mejor la manera en
que los gerentes y administradores contribuyen a las operaciones, los prepara
para desempeñar también papeles de liderazgo. Muchas empresas utilizan la
información de la contabilidad administrativa de los costos para elegir una
estrategia, comunicarla, y determinar la mejor forma de ponerla en marcha.
Arredondo
(2015), indica que los costos se deben considerar como elementos clave de la
gerencia en todas las actividades de planeación, control y formulación de
estrategias ya que proporcionan las herramientas contables indispensables para
lograr el buen funcionamiento de algunas fases del proceso administrativo como
son: la planeación, el control y la evaluación de las operaciones.
En la
fase de planeación, la contabilidad de costos hace proyecciones a futuro a
través de presupuestos, con esto se pueden determinar los costos en cuanto a
materiales, sueldos, salarios y los gastos de fabricación que estén
involucrados en la elaboración de un producto.
Cuando
se habla de la fase de control, la contabilidad de costos hace referencia al
tiempo presente, ya que compara los resultados reales que se obtienen con lo
que se presupuesta en la fase de planeación, en esta fase se pueden identificar
algunas fallas operativas que nos permiten llegar a la maximización de
utilidades.
Por
último, en la fase de evaluación se involucra un análisis crítico de los
resultados que se obtuvieron realmente, se analizan los problemas que surgieron
y las desviaciones que se obtuvieron con respecto a los resultados previstos,
de tal forma que se puedan eliminar o aislar las causas que los originan.
Castrillón
y Berrío (2008), definen el costo como el desembolso que reporta un beneficio
futuro, por consiguiente, es capitalizable. Es la medida de valoración del
consumo realizado o previsto por la aplicación racional de los factores para la
obtención de un producto, trabajo o servicio. La rama de la contabilidad es un
sistema de información que clasifica, acumula, controla y asigna los costos
para determinar los costos de actividades, procesos y productos a fin de
facilitar la toma de decisiones, la planeación, así como el control
administrativo
MÉTODO
La presente investigación se ubicó en
el estadio descriptivo, siendo la variable a estudiar gestión de inventario. El
diseño de la investigación fue considerado no experimental, de campo y
transeccional. Para la recolección de datos la técnica utilizada fue la
encuesta y el instrumento un cuestionario conformado por 62 ítems con preguntas
de alternativas de respuestas en un parámetro de frecuencia. La validez del instrumento se obtuvo a través del juicio de
expertos. La confiabilidad fue calculada a través del coeficiente
Alfa de Cronbach con un resultado de 0,96 lo que demuestra una alta
confiabilidad del instrumento.
La unidad de estudio la
conformaron las empresas distribuidoras de materia prima encargadas
de distribuir y comercializar materia prima en el sector panadero en el estado
Zulia registradas en el directorio de APPAEZ, en
la modalidad de mayoristas, con servicio de venta y despacho de productos hasta
la puerta de sus clientes, con procesos productivos similares entre ellas, con
más de veinte años en el mercado. De esta manera se encuestaron los gerentes de
las siguientes empresas: Dafilca de Occidente, C.A., Distribuciones Integrales,
C.A., (Disinca), Distribuidora Beltrán, C.A. (Disbelca), Pandock del Lago, C.A.
y Sumipan Occidente, C.A.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis de los datos se realizó
mediante la estadística descriptiva y como medida de tendencia central la
mediana. Para la interpretación de los datos se utilizó el baremo de
interpretación que se presenta en la tabla 1.
En
síntesis, las empresas distribuidoras de materia prima en el sector panadero
llevan a cabo una mediana gestión de inventario, lo cual incide en el servicio
brindado al cliente y en los niveles de inventarios adecuados para atender sus
demandas. Además, el manejo de procesos y sistemas de controles que utilizan
sólo les permite monitorear medianamente tanto las entradas como las salidas de
productos, lo que impacta negativamente en la cuantificación de los productos
en existencia. Igual situación se hace presente en cuanto a la información
recabada, lo que influye en la toma de decisiones a la hora de fijar punto de
pedido, las cantidades que se requieren y el momento en que lo requieren.
Con
relación al proceso de compra y almacenamiento desarrollado por las empresas en
estudio cuya categoría fue de mediana aplicación, se observan en ellos
oportunidades de mejoras.
En
efecto, las compras deben ser consideradas como una de las tareas más
importantes dentro de la cadena de suministros, ya que una empresa puede
mejorar considerablemente sus márgenes de beneficio siguiendo una política de
aprovisionamiento adecuada. De igual manera, organizar y controlar las
operaciones y flujos de mercancías del almacén de acuerdo con los
procedimientos establecidos y normativa vigente, así como asegurar la calidad y
optimización de la red de almacenes y/o cadena logística es básico para la
mejora de la productividad de las empresas en estudio. Por lo tanto, el éxito
de una buena gestión de inventario depende de forma directa de una buena
gestión en los procesos de compras y almacenamiento.
Con respecto a los sistemas de control, también con resultados de mediana
aplicación, lo cual indica que las empresas tienen una mediana
aplicación de sus sistemas de control y que medianamente cuentan con políticas
de vigilancia que les permite mantener un inventario en estado actualizado,
después de cada transacción de entrada o salida de productos.
Por el contrario, los
costos operacionales resultaron de alta aplicación, lo cual evidencia que las
empresas evalúan los costos asociados a la gestión de inventario, consideran
relevante el costo de pedido y de transporte para asignar el costo en el
producto final. Con menor frecuencia se observa que las empresas asocian los
costos de mantenimiento y almacén para asignar los costos en los productos, ya
que son tratados como gastos.
Como
resultado, la variable gestión de inventario de las empresas en estudio tiene un comportamiento en contradicción con lo expuesto por Muller
(2005), quien plantea que la gestión del inventario es una medida crítica
utilizada por cada empresa, pues una deficiente gestión de inventario puede dar
lugar a importantes pérdidas financieras, en razón de esto se considera que la
gestión de inventarios es un punto determinante en el manejo estratégico
de toda organización. En razón de lo anteriormente planteado, puede inferirse
que una buena gestión de inventario es fundamental en las empresas, ya que de
ésta depende la continuidad del proceso de producción.
CONCLUSIONES
Para la dimensión procesos
(compras), los resultados indican que posee una mediana aplicación, es decir,
planifican medianamente sus necesidades para mantener un nivel de existencias
por un periodo establecido, lo cual no les permite una adecuada especificación
de la cantidad y fecha en que se deben generar los pedidos por lo que dependen
del nivel de existencias que tengan a mano, lo que resta rentabilidad a la
actividad de la empresa y genera insatisfacción de la demanda.
En cuanto al proceso de
almacenamiento se evidenció que medianamente utilizan sistemas de información
para tener control e integración de los procesos que abarcan todo tipo de
gestiones de la empresa. Desde el inventario hasta la contabilidad requieren mejorar
el desempeño de los métodos de manejo de materiales y tecnología de
identificación de productos, ya que los avances tecnológicos de los últimos
años permiten un desarrollo de las actividades de un modo más factible y
rentable en este aspecto.
Con respecto a los
sistemas de control de la gestión de inventario, se observó que cuando el
riesgo de ruptura de inventario es muy alto estas empresas se manejan con
existencias bajas y su aprovisionamiento lo realizan considerando el movimiento
de productos durante ciertas temporadas. De igual manera su análisis puso de
manifiesto mediana utilización de políticas de control, lo que les genera
inconsistencias entre el físico y el sistema de información.
En cuanto a los costos de
la gestión de inventario de las empresas en estudio, se evidenció que
generalmente asumen los costos de las inversiones que realizan para transportar
o manejar los productos hasta su almacén. En lo que respecta al costo de pedido
y de transporte estos son considerados para asignarlos al costo en el producto
final, en tanto que de los costos de mantenimiento y almacén sólo una parte del
presupuesto se considera para asignarlos a los costos del producto, la otra
parte es tratada como gastos.
En resumen, por ser la
gestión de inventario la base de la actividad comercial, es una tarea compleja
para estas empresas, que requiere un gran compromiso y sensibilización por
parte de los empresarios y sus empleados, ya que son múltiples las ventajas que
pueden obtener principalmente al garantizar un servicio puntual a sus clientes,
dentro del menor coste posible.
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