VIVE. Revista de Investigación en
Salud
https://revistavive.org
Volumen 6 No. 18,
septiembre-diciembre 2023
ISSN: 2664-3243
ISSN-L: 2664-3243
pp. 961 – 971
Percepción de la calidad de vida en
pacientes con trasplante renal
Perception of quality of life in renal transplant
patients
Percepção da qualidade de vida em pacientes
transplantados renais
Nancy Margarita Domínguez Rodríguez
ndominguez@upse.edu.cu
https://orcid.org/0000-0003-0877-4556
Silvia María Castillo
Morocho
scastillo@upse.edu.cu
https://orcid.org/0000-0002-6312-5201
Universidad Estatal Península de Santa Elena. La Libertad, Ecuador
Artículo
recibido 2 de agosto 2023 | Aceptado 24 de agosto 2023 | Publicado 25 de
septiembre 2023
Escanea en tu dispositivo móvil o revisa este
artículo en:
https://doi.org/10.33996/revistavive.v6i18.277
RESUMEN
La enfermedad renal crónica
(ERC) es un problema sanitario mundial que afecta al 10% de la población. Su
prevalencia ha ido en aumento debido a factores relacionados con el estilo de
vida y el envejecimiento de la población. Objetivo.
Analizar la percepción de los pacientes receptores de trasplantes renales sobre
su calidad de vida, y evaluar los factores que influyen en la calidad de vida
post-trasplante renal. Metodología.
Para ello, se llevó cabo un estudio bibliográfico considerando fuentes de bases
de datos académicas como PubMed, Scopus, Web of Science, entre otras. Donde se
usaron como descriptores de búsqueda "trasplante renal",
"calidad de vida", "percepción del paciente",
"resultados post-trasplante". Además, la búsqueda se amplió en
revistas especializadas, tesis, libros y conferencias relacionadas con el tema.
como criterios de inclusión fueron considerados estudios originales, revisiones
sistemáticas, metaanálisis, publicaciones en los últimos 10 años, etc. Y como
exclusión fueron considerados estudios no relacionados, artículos de opinión,
publicaciones en idiomas no accesibles. En cuanto al proceso extracción de la
información, se usó la matriz de registro y las técnicas de observación y
análisis documental, la matriz quedo constituida por Autor(es), año de publicación,
país de origen, objetivos del estudio, metodología utilizada, variables
analizadas, resultados principales, y conclusiones relevantes. Conclusión. Es esencial reconocer que
la calidad de vida post-trasplante renal es una experiencia subjetiva que varía
significativamente entre los pacientes y que está influenciada por una amplia
gama de factores, que van desde la gestión de síntomas físicos hasta el manejo
de desafíos psicológicos y sociales.
Palabras
clave:
Trasplante Renal; Calidad de vida; Expectativa del Paciente
ABSTRACT
Chronic kidney disease (CKD) is a worldwide health problem affecting 10%
of the population. Its prevalence has been increasing due to factors related to
lifestyle and population aging. Objective. To analyze the perception of renal transplant
recipients on their quality of life, and to evaluate the factors that influence
post renal transplant quality of life. Methodology. For this purpose, a bibliographic study was
carried out considering sources of academic databases such as PubMed, Scopus,
Web of Science, among others. The search descriptors used were "renal
transplant", "quality of life", "patient perception",
"post-transplant results". In addition, the
search was extended to specialized journals, theses, books and conferences
related to the subject. Inclusion criteria included original studies,
systematic reviews, meta-analysis, publications in the last 10 years, etc.
Unrelated studies, opinion articles, publications in non-accessible languages
were considered as exclusion criteria. As for the information extraction
process, the registration matrix and the techniques of observation and
documentary analysis were used, the matrix was made up of author(s), year of
publication, country of origin, objectives of the study, methodology used,
variables analyzed, main results, and relevant conclusions. Conclusion. It is essential to
recognize that post-renal transplant quality of life is a subjective experience
that varies significantly among patients and is influenced by a wide range of
factors, ranging from the management of physical symptoms to the management of
psychological and social challenges.
Key words: Renal Transplantation; Quality of Life; Patient Preferences
RESUMO
A doença renal crônica (DRC) é um problema de saúde global que afeta 10%
da população. Sua prevalência tem aumentado devido a fatores de estilo de vida
e ao envelhecimento da população. Objetivo.
Analisar a percepção dos receptores de transplante renal sobre sua qualidade de
vida e avaliar os fatores que influenciam a qualidade de vida pós-transplante
renal. Metodologia. Para isso, foi
realizado um estudo bibliográfico considerando fontes de bancos de dados
acadêmicos como PubMed, Scopus, Web of Science, entre
outros. Os descritores de busca utilizados foram “transplante renal”,
"qualidade de vida", "percepção do paciente",
"resultados pós-transplante" Além disso, a busca foi estendida a
periódicos especializados, teses, livros e congressos relacionados ao tema. Os
critérios de inclusão incluíram estudos originais, revisões sistemáticas,
meta-análises, publicações nos últimos 10 anos, etc. Estudos não relacionados,
artigos de opinião e publicações em idiomas não acessíveis foram considerados
como critérios de exclusão. Quanto ao processo de extração de informações,
foram utilizadas a matriz de registro e as técnicas de observação e análise
documental. A matriz foi composta por autor(es), ano
de publicação, país de origem, objetivos do estudo, metodologia utilizada,
variáveis analisadas, principais resultados e conclusões relevantes. Conclusões. É essencial reconhecer que
a qualidade de vida pós-transplante renal é uma experiência subjetiva que varia
significativamente entre os pacientes e é influenciada por uma ampla gama de
fatores, que vão desde o controle dos sintomas físicos até o enfrentamento de
desafios psicológicos e sociais.
Palavras-Chave: Transplante Renal; Qualidade de Vida; Expectativa do Paciente
INTRODUCCIÓN
La enfermedad renal crónica (ERC) es
un problema sanitario mundial que afecta al 10% de la población. Su prevalencia
ha ido en aumento debido a factores relacionados con el estilo de vida y el
envejecimiento de la población. A medida que la enfermedad avanza, la función
renal disminuye, lo que acaba haciendo necesario un tratamiento renal sustitutivo,
como la diálisis o el trasplante, para restablecer el equilibrio corporal,
controlar los síntomas de la uremia y prolongar la vida (1).
Según un reciente estudio de
Romero-Reyes et al. (2) existen diversos factores que contribuyen al aumento de
pacientes con enfermedad renal crónica avanzada (ERCA). Entre ellos, el
envejecimiento de la población, el aumento de la prevalencia de diabetes mellitus (DM) y otros factores como el aumento
del síndrome metabólico debido a la obesidad y el sedentarismo. Los pacientes
con ERCA experimentan una menor calidad de vida en comparación con la población
general sana. Su calidad de vida tiende a disminuir desde el momento de su
ingreso a pre-diálisis y cuando están en Tratamiento de reemplazo renal (TRR)
en programas de diálisis. Por lo tanto, los pacientes en hemodiálisis suelen
tener puntuaciones bajas en varias dimensiones de la calidad de vida
relacionada con la salud (CVRS). En estas puntuaciones bajas influyen factores
como la edad, el sexo, la comorbilidad, la técnica de diálisis, el estado
cognitivo-emocional, las creencias y las experiencias personales (3).
El trasplante de riñón es el
tratamiento preferido para la enfermedad renal crónica en estadio 5. Ofrece una
mejor calidad de vida y reduce el riesgo de muerte para la mayoría de los pacientes
en comparación con la diálisis crónica. Sin embargo, no todos los pacientes son
aptos para el trasplante y pueden requerir cirugía u otras intervenciones antes
de ser incluidos en la lista de espera para trasplante. Los pacientes mayores
de 50 años, con múltiples afecciones médicas (índice de Charlson>3) o que
inician diálisis con un catéter venoso como acceso vascular tienen un mayor
riesgo de mortalidad mientras esperan un trasplante, sobre todo durante los dos
primeros años tras su inclusión en la lista (4).
Este procedimiento representa un gran
avance en el campo de la ciencia médica y ofrece importantes ventajas para el
paciente. Sin embargo, es importante reconocer los riesgos potenciales que
conlleva, incluida la posibilidad de rechazo del injerto, las complicaciones
quirúrgicas bajo anestesia general y el riesgo de infección. Además, los
cuidados postoperatorios son cruciales y requieren un tratamiento médico
regular y cuidadoso, mientras el riñón siga siendo funcional. Al considerar
estos factores, es comprensible que el receptor experimente sentimientos de
miedo y estrés, por lo tanto, es necesario un enfoque multidisciplinar de los
cuidados (5).
Inicialmente, el concepto de calidad
se utilizaba para evaluar las condiciones de vida de la población en general.
Sin embargo, esto difiere de lo que ahora se conoce como calidad de vida
relacionada con la salud. Este último término se centra en variables
relacionadas con las condiciones de salud, las enfermedades y los tratamientos
específicos recibidos por distintos grupos de pacientes (6).
Borroto et al. (6) indica que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) define la calidad de vida como la
percepción que tiene un individuo de su estado de vida en general, considerando
los valores culturales y el cumplimiento de sus objetivos y expectativas
personales. Este concepto está estrechamente ligado a la satisfacción del
individuo en diversos aspectos de la vida (6). Por su parte, Canche et al. (7) señalan que el
concepto de calidad de vida ha evolucionado desde una definición teórica hasta
un conjunto de escalas que pueden utilizarse para medir la percepción general
de la salud en pacientes trasplantados (7).
La enfermedad renal crónica grado V,
también conocida como enfermedad renal crónica en etapa terminal o
insuficiencia renal terminal, indica una función renal severamente
comprometida. En esta etapa, los pacientes requieren terapias de reemplazo
renal, como la hemodiálisis o la diálisis peritoneal, o un trasplante de riñón
para mantenerse con vida (1-3).
La hemodiálisis (HD) es un
procedimiento que filtra la sangre fuera del cuerpo para eliminar los desechos
y el exceso de líquido, y luego devuelve la sangre limpia al cuerpo. Sin
embargo, la hemodiálisis puede estar asociada con varios eventos adversos y
limitaciones en la calidad de vida, como restricciones dietéticas,
complicaciones vasculares, fatiga y otros síntomas (1-3)
Por otro lado, la terapia de
reemplazo renal (RR), que incluye trasplante de riñón o diálisis peritoneal,
puede ofrecer una mejor calidad de vida para algunos pacientes en comparación
con la hemodiálisis. El trasplante de riñón es considerado el tratamiento
óptimo para muchos pacientes con ERC grado V, ya que puede proporcionar una
mayor libertad y calidad de vida en comparación con la hemodiálisis (1-3).
Es importante destacar que la
elección entre hemodiálisis y terapia de reemplazo renal depende de varios
factores, como la edad del paciente, la presencia de comorbilidades, la
disponibilidad de donantes para trasplante renal y las preferencias individuales
del paciente. Para algunos pacientes, la terapia de reemplazo renal puede ser
una opción más adecuada y ofrecer una mejor calidad de vida en comparación con
la hemodiálisis.
Aunque el trasplante suele
considerarse la mejor opción de tratamiento por su rápida recuperación de la
función del injerto y la resolución de muchos problemas asociados a la
enfermedad renal crónica (ERC), es necesario ser consiente que se requieren
cuidados personales, debido a la naturaleza compleja del tratamiento y a la
presencia de otros problemas de salud. Esto significa que las personas deben
cambiar su estilo de vida, tomar varios medicamentos y hacer frente al estrés,
lo que puede dificultar el cumplimiento del tratamiento (8).
A pesar de la aparente mejoría que
supone el trasplante renal, los pacientes siguen enfrentándose a problemas de
salud. Pueden experimentar sentimientos de incertidumbre, fatiga, dolor y
cambios físicos debidos al tratamiento inmunosupresor. También son más
propensos a desarrollar enfermedades como hipertensión, osteoporosis,
trastornos neurológicos y gastrointestinales, infecciones y obesidad. Además,
los pacientes con trasplante renal se enfrentan a un riesgo significativamente
mayor de muerte por eventos cardiovasculares en comparación con las personas
sin insuficiencia renal (9).
De acuerdo a la información que se ha
detallado, este estudio propone analizar la percepción de los pacientes
receptores de trasplantes renales sobre su calidad de vida, y evaluar los
factores que influyen en la calidad de vida post-trasplante renal. Por lo
tanto, los abordajes de estos objetivos son esenciales para mejorar la atención
clínica, optimizar resultados, promover el bienestar integral del paciente,
gestionar eficientemente los recursos y fomentar la investigación y desarrollo
en este ámbito médico.
METODOLOGÍA
Se llevó cabo un estudio
bibliográfico considerando fuentes de bases de datos académicas como PubMed,
Scopus, Web of Science, entre otras. Donde se usaron como descriptores de
búsqueda "trasplante renal", "calidad de vida",
"percepción del paciente", "resultados post-trasplante".
Además, la búsqueda se amplió en revistas especializadas, tesis, libros y
conferencias relacionadas con el tema. como criterios de inclusión fueron
considerados estudios originales, revisiones sistemáticas, metaanálisis,
publicaciones en los últimos 10 años, etc. Y como exclusión fueron considerados
estudios no relacionados, artículos de opinión, publicaciones en idiomas no
accesibles. En cuanto al proceso extracción de la información, se usó la matriz
de registro y las técnicas de observación y análisis documental, la matriz
quedo constituida por Autor(es), año de publicación, país de origen, Objetivos
del estudio, metodología utilizada, variables analizadas, resultados
principales, y conclusiones relevantes.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Calidad de vida de los pacientes trasplantados
Evaluación de calidad de vida: Factores objetivos vs.
subjetivos
Existe un debate sobre si los
criterios para evaluar la calidad de vida deben basarse más en factores
objetivos o subjetivos. Se destaca que los indicadores subjetivos, que reflejan
la percepción individual del paciente sobre su bienestar físico, emocional y
social, son más fiables y deben ser considerados junto con los aspectos
objetivos.
Al evaluar la calidad de vida, es
crucial considerar la naturaleza temporal de la situación del paciente y tener
en cuenta su estado previo y expectativas antes del tratamiento. Estos factores
influyen en la valoración subjetiva que el paciente hace de su calidad de vida
actual (6).
La percepción de la calidad de vida
en pacientes trasplantados renales está influenciada por su experiencia previa
con insuficiencia renal crónica y terapia dialítica. A pesar de la mejoría que
representa el trasplante, estos pacientes aún enfrentan desafíos, como
medicación inmunosupresora y atención médica continua. La calidad de vida en
pacientes con enfermedades crónicas, incluidos los trasplantados renales, está
influenciada por diversos factores, como el paciente mismo, la medicación, la
enfermedad y la calidad de la interacción con el sistema sanitario (7,8)
Adoptar una perspectiva asistencial
centrada en el paciente es crucial, especialmente para aquellos con
enfermedades crónicas como trasplantes renales. Es esencial proporcionar
tratamiento psicológico profesional y apoyo familiar antes, durante y después
del trasplante, dada la incidencia de problemas psicológicos como ansiedad y depresión
que pueden afectar la calidad de vida. La mejora en las tasas de supervivencia
en pacientes trasplantados renales se atribuye al desarrollo de terapias
inmunosupresoras efectivas para prevenir el rechazo del órgano.
Po lo tanto, la evaluación de la
calidad de vida en pacientes trasplantados renales es un proceso complejo que
requiere considerar múltiples factores, tanto objetivo como subjetivos. Un
enfoque integral que incluya la experiencia del paciente, su estado emocional,
la gestión de la medicación y una atención asistencial centrada en el paciente
es fundamental para comprender y mejorar la calidad de vida en este grupo de
pacientes.
En tanto que se destacan
complicaciones psicológicas que desarrollan los pacientes trasplantados (10).
El estudio realiza un abordaje de una serie de complicaciones psicológicas y
emocionales que pueden surgir en pacientes trasplantados, abarcando desde
trastornos cognitivos hasta problemas relacionados con la imagen corporal. A
continuación, se realiza un análisis detallado de cada punto:
Delirio
Tras la cirugía, los pacientes pueden
experimentar delirium debido a los medicamentos inmunosupresores. Esto se
manifiesta con problemas de conciencia, pérdida de memoria, desorientación y
dificultades lingüísticas. Es fundamental identificar y tratar este trastorno
para garantizar una recuperación adecuada (10).
Tr
Aproximadamente el 30% de los
receptores de trasplantes experimentan problemas sexuales, que pueden ser tanto
físicos como psicológicos. Estos incluyen preocupaciones sobre el órgano
trasplantado y efectos secundarios de la medicación, como el crecimiento del
vello. La atención y el apoyo adecuados son esenciales para abordar estos
problemas (10).
t
Los trastornos depresivos son comunes
post-trasplante y pueden aumentar el riesgo de no adherencia al tratamiento, lo
que puede resultar en el rechazo del órgano. La depresión también puede estar
asociada con pensamientos suicidas y debe abordarse con intervenciones
terapéuticas adecuadas (10).
Traste
El TEPT y otros trastornos de
ansiedad pueden empeorar después del alta hospitalaria debido a la pérdida de
seguridad percibida y al distanciamiento familiar. Estos pacientes requieren un
seguimiento cuidadoso y apoyo psicológico para manejar sus preocupaciones y
miedos (10).
Fantasías sobre el donante post-transmisión en s
Algunos receptores de trasplantes
pueden tener dificultades para aceptar el órgano donado como parte de su
cuerpo, lo que puede llevar a una percepción negativa de la imagen corporal. Esto
está asociado con ansiedad, depresión y expectativas negativas sobre su
enfermedad, requiriendo intervenciones psicológicas para mejorar su bienestar
emocional (10).
Lo que indica que según la
experiencia post-trasplante no solo implica desafíos médicos sino también
psicológicos y emocionales significativos. Es crucial que los profesionales de
la salud estén capacitados para identificar y abordar estas complicaciones,
proporcionando un apoyo integral que considere tanto las necesidades físicas
como las emocionales de los pacientes trasplantados.
Otros factores que influyen de forma
negativa en el trasplante renal son los rechazos agudos los efectos secundarios
de la medicación, hospitalizaciones y la situación laboral (7). Los receptores de trasplantes requieren una atención
integral para garantizar el éxito de su nuevo órgano y minimizar las
complicaciones en otros sistemas corporales. Esto implica revisiones médicas
periódicas, el cumplimiento de la medicación inmunosupresora y el mantenimiento
de un estilo de vida y una dieta saludables. Estos factores son cruciales para
mejorar la calidad de vida a largo plazo de los receptores de trasplantes.
Es importante destacar que hace 30
años Novartis hizo un descubrimiento pionero en el campo del trasplante de
órganos al desarrollar el primer inmunosupresor. Esto mejoró significativamente
la tasa de supervivencia a un año de los injertos renales, que pasó de
alrededor del 50% a más del 80%. En los últimos años, la medicación para los
receptores de trasplantes ha experimentado avances significativos (7-10).
La investigación en curso pretende
explorar terapias innovadoras y enfoques novedosos para favorecer los
trasplantes a largo plazo. El objetivo es prolongar la supervivencia de los
órganos trasplantados preservando al mismo tiempo la capacidad del paciente
para luchar contra las infecciones.
Por otra parte, el trasplante de
riñón es un procedimiento médico sofisticado que requiere una asistencia
sanitaria de primera categoría. Un estudio, es crucial que el equipo de
enfermería proporcione cuidados de seguimiento en los centros de atención
primaria para mejorar el éxito del trasplante. Estos cuidados de seguimiento
fomentarán la adherencia a la medicación, prevendrán infecciones, facilitarán
una rehabilitación adecuada y aliviarán la ansiedad mediante el apoyo emocional
tanto del paciente como de su familia (11).
Teniendo en cuenta los puntos
mencionados, las personas que viven con trasplante de riñon pueden beneficiarse
de practicar el autocuidado y adquirir las habilidades necesarias para
gestionar su salud. Esto incluye seguir una nutrición adecuada, restringir la
ingesta de agua y respetar la medicación prescrita. Estas prácticas son pilares
esenciales para reducir las complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Es importante destacar que las
terapias no farmacológicas deben centrarse en educar a las personas sobre las
prácticas de autocuidado, crear un entorno de apoyo para el cambio de
comportamiento y fomentar la disciplina para lograr los resultados deseados.
Estos programas deben tener como objetivo proporcionar conocimiento, que se
refiere a la información acumulada que permite la toma de decisiones autónomas
y favorables para el autocuidado de la salud (12).
Las investigaciones han demostrado
que el entrenamiento físico puede mejorar la capacidad de ejercicio y la
calidad de vida de los receptores de trasplantes renales. Tiene el potencial de
reducir los factores de riesgo cardiovascular, mejorar la fuerza de las
extremidades superiores y los cuádriceps, mejorar la aptitud cardiorrespiratoria
e incluso repercutir en el control de la presión arterial y la salud ósea. Un
estudio realizado por Piñón et al. (13) demostró que un programa de ejercicio en casa de
intensidad leve a moderada puede afectar positivamente a la capacidad funcional
y la calidad de vida de los receptores de trasplante renal. Sin embargo, se
requieren más investigaciones para evaluar la adherencia a dichos programas.
Además, la educación sanitaria
desempeña un papel crucial en el apoyo a los pacientes trasplantados y sus
familias. Es esencial proporcionarles conocimientos e información sobre
autocuidados para llevar un estilo de vida saludable, lo que puede ayudar a
reducir la ansiedad. Además, es importante desarrollar habilidades, como
capacitar a la familia y adquirir conocimientos prácticos. Por último, es
necesario abordar las actitudes ambivalentes que experimentan los pacientes
trasplantados (14).
Según Borroto et al. (6) su estudio reveló que los pacientes sometidos a
trasplante tenían una percepción positiva de su calidad de vida (CdV), que era
superior en comparación con los que estaban en hemodiálisis (HD). Las mujeres,
los jóvenes y las personas con un nivel educativo moderado mostraban la mejor
aceptación de su enfermedad y tratamiento. Por otro lado, la larga duración del
tratamiento de HD, los bajos niveles de albúmina y hemoglobina y las
hospitalizaciones frecuentes se asociaron a una menor percepción de la CdV. Las
principales preocupaciones de estos pacientes giraban en torno al apoyo
familiar y las relaciones, seguidas del aspecto sexual y la reintegración
laboral.
Otro estudio presentado por
Montoya-Hincapié et al. (9) los investigadores descubrieron que el tiempo de
trasplante y el número de reingresos hospitalarios eran los factores clave que influían
en la calidad de vida de los pacientes con trasplante renal (9). Además, se observó una mejora en la calidad de vida
relacionada con la salud (CVRS) en pacientes trasplantados renales durante los
dos años posteriores al trasplante, concretamente en aspectos generales y
síntomas relacionados con la enfermedad (2), también se reveló que los pacientes trasplantados
renales presentan, en general, una mejor calidad de vida en comparación con los
pacientes en hemodiálisis. Esto se observó tanto en las escalas específicas
para la enfermedad renal como en las dimensiones del SF-36. Sin embargo, los
pacientes diabéticos de ambos grupos presentaron una menor calidad de vida en
comparación con los pacientes no diabéticos.
Mientras que el estudio de Cordeiro
et al. (15) establece que la mayoría (63,2%) de los dominios de calidad de vida
mostraron puntuaciones altas, y el componente relacionado con la enfermedad
renal obtuvo calificaciones más altas que el componente genérico.
En un estudio reciente realizado por
Canche et al. (7) se encontró que los pacientes con trasplante de
hígado y/o riñón en el Hospital Ángeles del Pedregal y Ángeles Mocel
experimentaron una mejora significativa en su calidad de vida. Los pacientes y
sus familiares expresaron su creencia de que el trasplante tuvo un impacto
positivo en su salud, lo que condujo a un aumento general de su calidad de vida.
En Durán et al. (16) destacaron que los pacientes sometidos a un
trasplante durante un periodo de tiempo más corto informaron de una mejor
percepción de su calidad de vida. Es importante implementar medidas que mejoren
la educación sanitaria respecto a los posibles efectos adversos. Las sesiones
informativas en grupo antes del alta del paciente han demostrado su eficacia
para promover el cumplimiento del tratamiento y, posteriormente, mejorar la
calidad de vida.
CONCLUSIÓN
La evaluación de la calidad de vida
en los pacientes receptores de trasplantes renales se revela como un desafío multifacético
y complejo que va más allá de la consideración de indicadores médicos
tradicionales. Es evidente que la experiencia post-trasplante renal está
intrínsecamente ligada a una variedad de factores que influyen tanto en el
bienestar físico como en el bienestar emocional y psicológico de los pacientes.
La complejidad de este panorama
subraya la necesidad imperante de que los estudios futuros adopten una
perspectiva más integral y holística al abordar la calidad de vida en estos
pacientes. No basta con centrarse únicamente en parámetros médicos; es
fundamental incorporar un enfoque multidimensional que abarque aspectos
emocionales, mentales y ocupacionales para capturar fielmente la realidad
vivida por estos individuos.
En este sentido, es esencial reconocer
que la calidad de vida post-trasplante renal es una experiencia subjetiva que
varía significativamente entre los pacientes y que está influenciada por una
amplia gama de factores, que van desde la gestión de síntomas físicos hasta el
manejo de desafíos psicológicos y sociales. Por lo tanto, los esfuerzos de
investigación futuros deben dirigirse hacia la adopción de metodologías más
integradoras y exhaustivas que permitan una evaluación más completa y precisa
de la calidad de vida en este grupo de pacientes.
Por lo tanto, para avanzar en nuestra
comprensión y abordaje de la calidad de vida en los pacientes receptores de
trasplantes renales, es fundamental que los estudios venideros se orienten
hacia una exploración más profunda y matizada de las múltiples dimensiones que
configuran esta experiencia. Solo a través de un enfoque multidisciplinario y
centrado en el paciente podremos captar de manera efectiva las complejidades
inherentes a la vida post-trasplante renal y ofrecer soluciones más personalizadas
y efectivas que mejoren el bienestar integral de estos individuos.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existen conflicto
de intereses para la publicación del presente artículo científico.
FINANCIAMIENTO. Los autores declaran que no recibieron
financiamiento.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Cantillo-Medina C, Sánchez-Castro L,
Ramírez-Guerrero A, Muñoz-Bolaños M, Quintero-Penagos H, Cuero-Montaño S.
Calidad de vida y caracterización de las personas con Enfermedad Renal Crónica
trasplantadas. Enfermería Nefrológica. 2021 30;24(1):83-92.
https://www.enfermerianefrologica.com/revista/article/view/4355
2. Romero-Reyes M, Moreno-Egea A, Gómez López V,
Alcántara-Crespo M, Crespo-Montero R. Análisis comparativo entre la calidad de vida
del paciente trasplantado renal y el paciente en hemodiálisis. Enfermería
Nefrológica. 2021; 24(2):129–38.
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S2254-28842021000200129
3. Adell M, Andújar J, Casadó L, Solà E,
Martínez E, Salvadó T. Valoración de la calidad de vida relacionada con la
salud en la enfermedad renal crónica terminal mediante un cuestionario de
resultados percibidos por los pacientes. Enfermería Nefrológica.
2016;19(4):331–40. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2254-28842016000400004
4. Pérez L, Rufino J, Hernández D. Evaluación
del receptor de trasplante renal. In: Lorenzo V, López Gómez J, editors.
Nefrología al Día. 2021. 187–94. https://www.nefrologiaaldia.org/62
5. Ortiz P, Martínez C. Influencia del
profesional de enfermería en la calidad de vida de pacientes receptores de
trasplante renal. Rev Esp Salud Pública. 2021; 95:1–13. www.mscbs.es/resp
6. Borroto G, Hernández A, Lorenzo C, Sat F,
Guerrero Díaz C. Percepción de la calidad de vida por enfermos sometidos a
tratamientos de hemodiálisis o trasplante renal: Estudio comparativo. Rev Cuba Med. 2007;46(3).
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75232007000300004&lng=es.
7. Canche AA, Bogetti SM, Rodríguez WF. Calidad de vida en pacientes con trasplante
renal y hepático. Acta Med. 2012;10(3):117-123. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=36864
8. Palmer S, Hanson C, Craig J, Strippoli F,
Ruospo M, Campbell K, et al. Dietary and
Fluid Restrictions in CKD: A Thematic Synthesis of Patient Views from
Qualitative Studies. Am J Kidney
Dis. 2015;65(4):559–73. DOI: 10.1053/j.ajkd.2014.09.012
9. Montoya S, Paja R, Salas Zapata C. Calidad de
vida en pacientes trasplantados renales de una institución prestadora de
servicios de salud en Medellín, Colombia. Univ y Salud. 2017; 19(2):237.
http://revistas.udenar.edu.co/index.php/usalud/article/view/3040
10. Pérez María; Rodríguez A, Galán A. Problemas
psicológicos asociados al trasplante de órganos. Int J Clin Heal
Psychol. 2005;5(1):99–114.
https://www.redalyc.org/pdf/337/33701006.pdf
11. Augustine J. Kidney transplant: New
opportunities and challenges. Cleve Clin J
Med. 2018;85(2):138–44. DOI: 10.3949/ccjm.85gr.18001
12. González M, Arias M, Arcila L. Nivel de
autocuidado, conocimientos y recursos en personas con insuficiencia renal
crónica. Rev Cubana Enferm. 2022;38(3):1–15.
https://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&AuthType=ip,url,uid,cookie&db=lth&AN=159648982&lang=es&site=ehost-live
13. Piñón M, Villanueva C, Barrera K. Impacto de
un programa de ejercicio físico domiciliario de intensidad leve-moderada sobre
calidad de vida, fuerza, resistencia aeróbica, equilibrio y flexibilidad en
pacientes adultos mexicanos trasplantados de riñón. Rev Colomb Nefrol. 2022; 9(2).
https://www.revistanefrologia.org/index.php/rcn/article/view/572
14. Pueyo-Garrigues M, San Martín Loyola Á,
Caparrós Leal M, Jiménez Muñoz C. Educación para la salud en el paciente
trasplantado y su familia en una unidad de cuidados intensivos. Enfermería
Intensiva. 2016; 27(1):31–9. DOI: 10.1016/j.enfi.2015.11.002
15. Cordeiro de O, Costa T, Teixeira M, Toledo N,
Almeida G. Quality of life of individuals receiving kidney transplantation in
Amazonas State. Revista Latino-americana De Enfermagem. 2020; 28, e3291.
https://doi.org/10.1590/1518-8345.3775.3291
16. Durán M, Lope T, Del Pino M, Chicharro M,
Matilla E. Percepción de la calidad de vida referida por el paciente adulto con
trasplante renal. Rev la Soc Esp Enferm Nefrol. 2014;17(1):45–50.
https://dx.doi.org/10.4321/S2254-28842014000100008