Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la
Educación
https://revistahorizontes.org
Volumen 7 / N° 30 /
julio-septiembre 2023
ISSN: 2616-7964
ISSN-L: 2616-7964
pp.
1946 – 1961
El aprendizaje colaborativo para la evaluación formativa
Collaborative learning for formative evaluation
Aprendizagem colaborativa para avaliação formativa
Edwing Augusto Torres
Bravo
etb1308@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-0848-7197
Lucía Mocarro Willis
marialumw@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2519-2622
Oscar Enrique Osores Granda
oscarosoresg@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2710-5748
Universidad César Vallejo
Artículo recibido 14 de septiembre
de 2022 | Aceptado 19 de octubre de 2022 | Publicad 24 de julio de 2023
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https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v7i30.641
RESUMEN
Existe una preocupación
en el sector educativo, por conocer si se está trabajando adecuadamente en la
implementación de la propuesta de evaluación formativa en las diferentes
actividades con los estudiantes. El objetivo de este estudio es analizar la
relación las metodologías del aprendizaje colaborativo con la evaluación
formativa. El estudio se construyó bajo una revisión narrativa, llevando a cabo
4 fases una relacionada con la búsqueda y selección de teorías existentes, la
segunda con la clasificación de fuentes construcción de categorías, la tercera
con el proceso se sistematización de las fuentes, y la cuarta con el análisis e
interpretación de las fuentes. Se usaron operadores booleanos, y criterios de
selección.
Palabras clave: Evaluación formativa; Aprendizaje colaborativo; Metodología activa; Interacción
ABSTRACT
There is a concern in the educational sector to
know if the implementation of the formative evaluation proposal in the
different activities with the students is being adequately worked on. The
objective of this study is to analyze the relationship between collaborative
learning methodologies and formative evaluation. The study was built under a
narrative review, carrying out 4 phases, one related to the search and
selection of existing theories, the second to the classification of sources and
construction of categories, the third to the process of systematization of the
sources, and the fourth to the analysis and interpretation of the sources.
Boolean operators and selection criteria were used. In conclusion, it was
determined that almost all the theoretical aspects of collaborative learning
are aligned with the principles of formative assessment.
Key words: Formative assessment; Collaborative learning; Active methodology;
Interaction
RESUMO
Há uma preocupação no setor educacional em saber
se a implementação da proposta de avaliação formativa
nas diferentes atividades com os alunos está sendo trabalhada adequadamente. O
objetivo deste estudo é analisar a relação entre as metodologias de aprendizagem
colaborativa e a avaliação formativa. O estudo foi construído sob uma revisão
narrativa, realizando 4 fases, uma relacionada à busca
e seleção de teorias existentes, a segunda à classificação das fontes e à
construção de categorias, a terceira ao processo de sistematização das fontes e
a quarta à análise e interpretação das fontes. Foram usados operadores
booleanos e critérios de seleção. Em conclusão, foi determinado que quase todos
os aspectos teóricos da aprendizagem colaborativa estão de acordo com os
princípios da avaliação formativa.
Palavras-chave: Avaliação formativa; Aprendizagem colaborativa;
Metodologia ativa; Interação
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, los
criterios de evaluación formativa se incorporaron con mucha fuerza en la literatura
pedagógica y en los contextos del que hacer escolar, despertando mucho interés
en docentes investigadores. Sin embargo, paralelamente a este crecimiento de
estrategias en un nuevo estilo de evaluación, también ha crecido la
preocupación en el sector educativo, por saber si fehacientemente se está
trabajando una adecuada implementación de la propuesta de evaluación formativa
en las diferentes actividades con los estudiantes.
En
La nueva propuesta
genera mucha duda y suspicacia en los docentes; al respecto
El modelo tradicional es que mayoritariamente se
percibe en la actualidad, y en ella la evaluación sumativa es el eje principal,
este estilo se caracteriza por exámenes de opción múltiple, en las cuales se
analiza si se logró el resultado correcto
Inclusive los docentes planifican y desarrollan
algunas actividades relacionadas a la evaluación formativa o deciden utilizar
un instrumento asociado con este nuevo estilo de evaluación, pero bajo ningún
punto esto garantiza que se esté desarrollando una verdadera evaluación
formativa con todas sus exigencias, características y principios que la
sustentan
A pesar que la evaluación formativa es
considerada como la ideal para optimizar los procesos de enseñanza y para
mejorar los logros académicos en los estudiantes, esta propuesta poco se
practica de forma sistemática y aún se mantiene la visión tradicional de reducirla
a la etapa final del proceso poniendo mucho énfasis en el producto (Pasek y
Mejía, 2017).
También es cierto que, existe una diversidad de
propuestas de estrategias para la evaluación formativa y no todas se conocen ni
se optimizan en las sesiones de aprendizaje. Al respecto, Portocarrero (2017)
indica que las estrategias de evaluación formativa que menos utilizan los
docentes de las diferentes áreas curriculares son: la autoevaluación, la
reflexión, la coevaluación, retroalimentación y la conversación en grupo; esto
se evidenció en el análisis de documentos de planificación curricular y en las
observaciones de las diferentes sesiones de aprendizaje durante su
investigación del tema.
Seguidamente, Zunino (2016) expresa que la
propuesta de evaluación formativa representa un cambio radical, pues propone
abandonar el estilo de trabajo grupal con los estudiantes y girarlo a un estilo
de individualización considerando el potencial de cada estudiante; busca una
intervención en concordancia al desarrollo individual de cada estudiante. Con
este nuevo estilo, muchos aspectos de la labor pedagógica deben cambiar, como
por ejemplo la elección de estrategias didácticas, la planificación y
organización de la clase, la distribución de tiempo al interno de las clases,
entre otras cosas.
Para
Por otra parte, Talanquer
(2015) indica que la evaluación formativa exige del maestro otra visión y otro
estilo de trabajo, realmente existe la necesidad de romper esquemas
tradicionales; además de poseer sólidos conocimientos propios de su materia el
docente debe tener una actitud muy proactiva y positiva, debe observar
permanentemente el avance de los estudiantes, analizando las ideas expresadas e
identificando las dificultades en los aprendizaje para posteriormente elegir
las estrategias adecuadas que respondan a las diversas necesidades observadas.
La evaluación formativa
sigue siendo un tema controvertido a pesar que ya tiene años de estudios; se
reconoce la importancia de intervenir y mejorar los procesos educativos con
este nuevo estilo de evaluación, pero a la vez se considera complicado de
aplicar ya que requiere de tiempo y esfuerzos que no siempre el profesor puede
o está dispuesto a asumir; adicionalmente a esto existen pocos estudios en
nuestro contexto educativo (
Todas estas realidades
en el entorno de la propuesta de evaluación formativa se sintetizan en la Figura
1.
Figura 1. Realidades de la
Evaluación Formativa.
Ante esta realidad, que
evidencia algunos vacíos en referencia a una respetable práctica de la
evaluación formativa en los procesos internos de las sesiones de aprendizaje,
surgen como alternativas las diferentes metodologías activas, que propician
tener como eje central del proceso a la persona del estudiante. En este
contexto, la metodología activa del aprendizaje colaborativo ha tenido
diferentes experiencias positivas y al parecer sus logros de alguna manera
fortalecen la línea de atención a la evaluación formativa. De lo mencionado el
planteamiento del problema se circunscribe a la siguiente pregunta: ¿Qué
aspectos de la metodología del aprendizaje colaborativo se alinean a los principios
teóricos de la evaluación formativa?
Partiendo del hecho que,
en la literatura pedagógica existen principios, concepciones, perspectivas e
implicancias tanto del aprendizaje colaborativo como de la evaluación
formativa, que constituyen las dos variables de estudio de la presente
investigación, la justificación del estudio se centra en la contribución
teórica en temas de actualidad, fundamentando la relación entre las dos
variables y orientando a los docentes interesados con información sistematizada
para mejorar su labor en referencia a un verdadero desarrollo de la Evaluación
Formativa.
El objetivo de este
estudio es analizar la relación de las metodologías del aprendizaje
colaborativo con la evaluación formativa. Donde de profundizan aspectos L
Base teóricas
En Peñaloza-Guerrero
(2017) se menciona que encuentra una diversidad de logros significativos al
aplicar el trabajo colaborativo entre las que se pueden mencionar la generación
de un aprendizaje más significativo pues es el resultado de diversas propuestas
analizadas en grupo; además otro de los logros es que se fortalecen las
relaciones interpersonales, minimizando las posibilidades de discriminación lo
que contribuye positivamente a la mejora del clima.
También, Acosta et al., (2020)
destacan que en la diversidad de saberes que se desarrollan con el aprendizaje
colaborativo están el fomentar el intercambio de actividades cognitivas,
procedimentales y afectivas; así también este tipo de dinámica fortalece la
responsabilidad y valoración personal como eje central de la actividad
académica en la que todos cooperan; aquí se destaca que el aprendizaje
colaborativo propicia oportunidades para enriquecer la formación en valores.
Además, Vargas et al., (2020)
indica que la aplicación de la metodología activa del aprendizaje colaborativo
influye positivamente en el logro de los desempeños académicos de los
estudiantes; se encontró que el 85.18% de estudiantes incrementaron sus
promedios finales.
Desde otra perspectiva,
en una clase se encuentra la diversidad de personas, cada una de ellas con
diferentes inteligencias, diferente potencial y con su propio estilo o ritmo de
aprendizaje. Este hecho que para muchos docentes es un problema, tiene una
visión de potencial positivo desde el aprendizaje colaborativo. En donde Hurtado
et al., (2017) encontraron que la diversidad de estilos de aprendizaje
que existen en los estudiantes de algún modo favorece el aprendizaje
colaborativo, obviamente en unos más que en otros, pero notoriamente se observa
un mayor aprendizaje en un trabajo en conjunto.
Por otra parte, Barzola
et al., (2018) manifiestan que la competencia aprender a aprender mejora
sustancialmente luego de aplicarse estrategias cooperativas en el desarrollo de
las sesiones de aprendizaje, en esto un factor clave es la heterogeneidad de
los participantes que integran el grupo de trabajo; igualmente se ha
contribuido a desarrollar competencias sociales con especial énfasis en la
mejora de la empatía y habilidades relacionales interpersonales.
Seguidamente, Contreras
y Chapeton (2017) consideran que la construcción social del conocimiento es la
esencia del aprendizaje colaborativo, por ello la participación activa del
grupo, y el asumir una posición crítica en referencia a la didáctica del
lenguaje, puede conllevar a un cambio en el tradicional desarrollo de las
sesiones de aprendizaje; este cambio implica que tanto docentes como
estudiantes practiquen roles diferentes pero siempre en equilibrio con las
relaciones y la interacción en al aula, de esta manera se promueve el
empoderamiento y capacidad de emprendimiento en los estudiantes.
Para Angulo (2021) el
aprendizaje colaborativo trabajado en el área de matemática ayuda a mejorar el
rendimiento académico de los estudiantes y su actitud socioafectiva; remarca
que la interacción genera en ellos sentimientos recíprocos y el pensamiento
reflexivo, lo que conlleva a un mayor valor cognitivo de cara al trabajo con
cualquier temática del área, sea en un trabajo presencial o haciendo uso de
múltiples plataformas o software.
Lozano, et al., (2019) manifiestan
que el aprendizaje colaborativo en grupos de trabajo fomenta una metodología
activa para aprender pues traslada el compromiso de los participantes de lo
individual a lo colectivo consolidando el aprendizaje como una construcción
social; en medio de un intercambio de saberes y prácticas se movilizan
competencias individuales y colectivas al interno de los grupos.
Se llevó a cabo un estudio bajo el diseño de
revisión narrativa, en donde se consultaron fuentes para cumplir el objetivo
fundamentado en profundizar aspectos teóricos del aprendizaje colaborativo, la
evaluación formativa y elaborar matrices de consistencia teórica entre la
metodología del aprendizaje colaborativo y la evaluación formativa. En la
búsqueda y ampliación se llevó a cabo llevando a cabo 4 fases: una relacionada
con la búsqueda y selección de teorías existentes; la segunda con la
clasificación de fuentes construcción de categorías; la tercera con el proceso
se sistematización de las fuentes; y, la cuarta con el análisis e
interpretación de las fuentes.
Para ello, se trabajó con criterios de
selección, considerando, libros que expongan teorías, investigaciones
documentales, fuentes oficiales como el Ministerio de Educación de Perú, tesis
relacionadas con las categorías, y artículos científicos basados en
investigaciones originales. Dentro de las fuentes seleccionadas se usaron como criterios
y filtros el año de publicación, teorías vigentes, con un máximo de 8 años de
antigüedad al presente, el área de asignatura fue determinante, y el idioma. En
la Tabla 1 se puede observar la cantidad fuentes consideradas.
Tabla 1. Resultados de
búsquedas de las fuentes consultadas
|
Año |
|
|||||||
2014 |
2015 |
2016 |
2017 |
2018 |
2019 |
2020 |
2021 |
||
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1 |
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1 |
2 |
3 |
7 |
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1 |
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1 |
2 |
1 |
1 |
1 |
1 |
8 |
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1 |
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1 |
1 |
1 |
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4 |
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1 |
1 |
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|
1 |
1 |
2 |
6 |
Repositorio de la
Universidad Cesar Vallejo |
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1 |
1 |
1 |
1 |
4 |
Resolución
Viceministerial N.° 025-2019-MINEDU |
|
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|
|
|
|
|
|
TOTAL |
1 |
2 |
3 |
3 |
3 |
5 |
5 |
6 |
30 |
De acuerdo a lo señalada
en la metodología, se presenta un análisis crítico de las teorías y fuentes
existentes relacionadas con aprendizaje colaborativo, la evaluación formativa, las
metodologías del aprendizaje colaborativo y la evaluación formativa.
Para iniciar en Pinho-Lopes y Macedo (2016) señalan
que el aprendizaje colaborativo es aquel que utiliza estrategias de enseñanza
que implican la cooperación entre sus miembros por lo que brinda un especial
énfasis a aspectos de: coordinación entre los miembros del grupo, aprendizaje
autónomo y proceso cognitivo; este aprendizaje busca la construcción cognitiva
mediante la interacción, el intercambio de ideas y el aporte de conocimientos
entre los participantes de un grupo responsables de la ejecución de una tarea
con objetivos que no solo comprenden la realización de la misma, sino también
el desarrollo del potencial individual y grupal mediante el intercambio de
roles entre todos los integrantes del grupo.
Por otra parte, Quic y Cardona (2020) manifiestan
que el aprendizaje colaborativo es una forma de aprendizaje social
constructivista y contribuye con fomentar un contexto activo en la que el
estudiante puede cuestionar, buscar respuestas, generar soluciones y de esta
manera amplían el horizonte cognitivo; se resalta el protagonismo del
estudiante quien con previas indicaciones claras recorre el camino de su propio
aprendizaje.
Para ello, es necesario considerar que la teoría
del aprendizaje colaborativo está considerada dentro del enfoque socio
constructivista, en donde De Ferrari (2019) sostiene que en este tipo de
actividades coloca a la persona en el centro de todo el proceso del
aprendizaje, y es el mismo quien desarrolla la capacidad de construir una idea
propia como consecuencia de su interacción con el entorno.
Con respecto a Johnson y Johnson (1994) citados
por Ramírez (2017) establecen que el aprendizaje colaborativo para que sea un
proceso satisfactorio debe contemplar a 5 dimensiones detalladas a
continuación: a) independencia positiva, el logro de los objetivos del trabajo
grupal están en función de las interacciones de todos y cada uno de sus
miembros; b) interacción promotora, los trabajos grupales generan una
motivación especial positiva en los estudiantes, c) responsabilidad individual
y de equipo, cada participante del grupo se trabaja responsablemente por
consolidar una parte del trabajo y todo el grupo vela por el avance general, d)
gestión interna de equipo, tiene que primar al interno del equipo una
organización, adecuada distribución del trabajo y supervisión del avance entre
los participantes del grupo, de esta manera todos están involucrados y
comprometidos con la actividad y; e) evaluación interna del equipo, implica
autoevaluarse y coevaluarse al interno de los equipos con la finalidad de
analizar lo trabajado.
El aprendizaje colaborativo debe conllevar a una
influencia recíproca positiva en la que todos y cada uno de los integrantes del
grupo se sientan mutuamente comprometidos con el aprendizaje de los demás, el
verdadero sentido de una interdependencia positiva es no generar competencia;
esta visión se puede lograr con un proceso gradual y cuidando que el sistema de
interacciones sea cuidadosamente diseñado (Revelo et al., 2018).
Seguidamente, Castellanos y Niño (2020) remarcan
la importancia de la labor docente en la consolidación de interdependencia
positiva entre los integrantes de un grupo, en esto señala dos etapas, la
primera denominada temprana en la que el profesor trabaja activamente y ayuda a
los estudiantes
En lo que
Diversas investigaciones y publicaciones como la
de Johnson y Johnson, 2009; Torrego y Negro, 2012; y Tamargo y Rodríguez, 2015
hacen en referencia a que el aprendizaje colaborativo señalan beneficios como
la generación de relaciones mucho más positivas entre los estudiantes,
evidenciadas en la simpatía, la atención, la generosidad y el respeto mutuo al
interactuar, así también se desarrollan sentimientos recíprocos de
responsabilidad y de ayuda mutua, se fortalece la tolerancia y aceptación de
los diversos potenciales entre los estudiantes.
Continuando con la idea, fundamentando la
importancia de la metodología para Gutiérrez-Fresneda (2017) el aprendizaje
cooperativo propicia la construcción colectiva de los saberes y a la vez
fomenta el fortalecimiento de las habilidades de aprendizaje personal y de
desarrollo social, esta metodología activa centra su accionar en aspectos
importantes como: participación igualitaria, la interacción simultánea y la
interdependencia positiva entre los estudiantes; la importancia de esta
metodología radica en que atiende dos aspectos trascendentes el logro de los
objetivos académicos y el desarrollo de habilidades y estrategias de
interacción con los otros, ambas competencias fundamentales en los ámbitos
laborales y profesionales.
En síntesis, se puede establecer en la Figura 2
un diagrama que describe las teorías encontradas de diversos autores en
referencia a la variable de aprendizaje colaborativo.
Figura 2. Aspectos relevantes del
Aprendizaje Colaborativo.
En la categoría evaluación formativa Hortiguela
et al., (2019) señalaron que está se caracteriza por orientar, procesar,
intervenir, regular, retroalimentar, innovar y crear aprendizajes en los
estudiantes; todo esto gira en torno a las siguientes dimensiones: a) dimensión
reguladora, busca que el aprendizaje sea significativo regulando los contenidos
en función a las características y potenciales de los estudiantes, b) dimensión
procesual, centrado en la interacción, orientación y reflexión del docente con
los estudiantes, en esto radica la función mediadora en la que se generan
diversidad de estrategias con la finalidad de hacer pensar al alumno, de esta
manera se propicia la criticidad y creatividad coadyuvando a generar su propio
aprendizaje, c) dimensión continua, con una secuencia previamente programada se
generan diversas actividades en el entorno de la evaluación permitiendo aclarar
dudas, dar indicaciones, generar rutinas, entre otras, esto propicia un alumno
participativo y en permanente esfuerzo, d) dimensión retroalimentadora, los
alumnos reciben diversas informaciones en referencia a sus acciones, respuestas
o procedimientos los mismos que han podido ser correctos o incorrectos, la
información recibida les permitirá superar sus dificultades siempre bajo la
guía del docente. e) dimensión innovadora, los docentes deben estar en
constante búsqueda de estrategias didácticas eficientes y rápidas en la
promoción de aprendizajes, esto permitirá generar confianza en los estudiantes
y el logro de sus objetivos de crecimiento personal.
De esta manera, Vergara et al., (2021) sostienen
que la evaluación formativa se alinea con los postulados del constructivismo,
en donde el estudiante tiene un rol protagónico en referencia a la construcción
de su aprendizaje; también indican que esta evaluación procesal se caracteriza
por permitir mejorar la enseñanza aprendizaje a través de la retroalimentación y
detectar a tiempo las causas del problema identificando dificultades y errores
en el proceso, en este contexto la evaluación en la práctica implica el evaluar
para aprender.
En Donde Chávez et al., (2021) manifiestan que
la importancia de la evaluación formativa se fundamenta en que es valorada como
una oportunidad de aprendizaje en función a la problemática real del discente,
pero también ubica al profesor como el profesional que acompaña permanentemente
el aprendizaje de los alumnos, reconociendo sus fortalezas y debilidades, de
esta manera se potencia su competencia pedagógica para proyectar situaciones de
aprendizajes que se presente con nuevos estudiantes.
De igual forma Canto et al., (2020) enfatizan
que la evaluación formativa implica evaluar frecuentemente y en forma
interactiva observando el progreso y los conocimientos del alumno, de esta
manera los profesores obtienen información en forma permanente y pueden ajustar
sus programas a las necesidades educativas del alumnado; esta evaluación se
debe realizar durante el desarrollo de las sesiones de aprendizaje, pues tiene
una función reguladora del proceso; por este motivo es más importante que las
otras formas de evaluar.
Para la cual Pasek y Mejía (2017) refuerzan que
la evaluación formativa son un conjunto de actividades destinadas a la
identificación de errores, el comprender sus causas y el tomar oportunas
decisiones para superarlas, por ello el diseño de actividades debe facilitar a
los profesores el recoger información del avance de los estudiantes y usarla
para garantizar superar las dificultades, esto remarca la necesidad de que la
evaluación formativa sea sistemática e implementada conjuntamente con los
estudiantes; por otro lado, los mismos autores clasifican algunas actividades
de evaluación formativa que realizan los docentes en sus clases:
autoevaluación, coevaluación y retroalimentación.
Por consiguiente, Talanquer (2015) manifiesta
que la evaluación formativa es un proceso cíclico en el cual el docente, luego
de analizar las evidencias del proceso, luego de conocer el pensamiento de los
estudiantes y luego de inferir el nivel de comprensión y aprendizaje en función
a objetivos, implementa acciones de mejora, hace comentarios oportunos y
colaboran activamente con el estudiante para el logro del aprendizaje esperado.
Otro aporte es el de Boldeh et al., (2019)
quienes manifiestan que la evaluación formativa es el proceso en el que los
estudiantes se involucran de manera activa y continua en actividades de
evaluación, entre ellas tenemos: la retroalimentación de sí mismos, de pares y
la del maestro para así superar las dificultades, lograr los objetivos de
aprendizaje, desarrollar su autorregulación y fortalecer capacidades metacognitivas
de los estudiantes.
Mientras que Fraile et al., (2016) resaltan la
importancia de llevar a cabo actividades metacognitivas haciendo uso de un
empleo adecuado de las rúbricas, lo que redundará en mayores niveles de
autoeficacia, autorregulación y motivación, por consiguiente, mayor asimilación
de conocimientos y mejora en la calidad del trabajo personal; es trascendente
que los estudiantes reciban una retroalimentación de su propio trabajo, esto
les genera una mayor seguridad y confianza en el uso de rúbricas.
Dando cuenta Brookhart y Chen (2015) señalaron
la importancia de las rúbricas de cara a una evaluación formativa, para ello
estos documentos deben incluir criterios explícitos que expliquen claramente lo
que se evalúa; estos criterios deben ser claros y de calidad pues de esta
manera los estudiantes conceptualizarán sus metas de aprendizaje y darán los
pasos necesarios para alcanzarlas a lo largo del proceso formativo.
Para cerrar, Pancorbo et al., (2021) identificaron
un número cada vez mayor de iniciativas que han implementado estrategias de
evaluación formativa y rúbricas construidas para evaluar dimensiones
socioemocionales como la creatividad, el pensamiento crítico y el aprendizaje
de las artes, pero que se necesitan más esfuerzos para expandir el uso de
rúbricas para las habilidades multidimensionales.
En la Figura 3 se destacan las teorías sugeridas
en la evaluación formativa donde diversos autores hacen referencia a la variable
de aprendizaje colaborativo.
F
En función al análisis construido relacionados
con las teorías vigentes acerca del aprendizaje colaborativo en la Tabla 2, se
denota un resumen de los aportes señalados de las fuentes discutidas a lo largo
de este estudio.
Elemento de
estudio |
Categoría 1 Aprendizaje
colaborativo |
Categoría 2 Evaluación
formativa |
Dimensiones de la teoría |
Interdependencia positiva |
Dimensión reguladora Dimensión procesual |
|
Dimensión procesual Dimensión continua |
|
|
Dimensión procesual Dimensión continua |
|
|
Dimensión innovadora |
|
|
Dimensión retro alimentadora |
|
Sustento teórico |
Es una forma de aprendizaje social
constructivista |
Alineado con los postulados del
Constructivismo |
Finalidad |
Fomenta el fortalecimiento de las
habilidades de autonomía, aprendizaje personal y de desarrollo. |
Fomenta el conocimiento de sí mismo y
aprendizaje personal involucrando al estudiante de manera activa y continua
en actividades de evaluación: Autoevaluación Retroalimentación del sí mismo Retroalimentación de pares. |
Estudiante |
La persona del estudiante se coloca en el
centro de todo el proceso de enseñanza aprendizaje. |
El estudiante tiene un rol protagónico y se
involucra de manera activa en todo el proceso. |
Docente |
La labor del docente que acompaña el
proceso es fundamental para lograr el desarrollo de las competencias
declaradas en las dimensiones. |
La labor del docente respeta un proceso
cíclico de análisis de evidencias, de conocer el pensamiento del estudiante,
de inferir el progreso y de implementar acciones de mejora. |
Actividad |
Intercambio de ideas y aporte de todos los
participantes para la construcción colectiva de los saberes. |
Procesos de retroalimentación de pares. Procesos de retroalimentación del maestro. |
Durante el análisis
llevado a cabo se pudo determinar que el aprendizaje colaborativo es una estrategia
efectiva para promover un aprendizaje más profundo y significativo, así como
para preparar a los estudiantes para el trabajo en equipo y la resolución de
problemas en el mundo real. Este enfoque es común en entornos educativos, desde
la escuela primaria hasta la educación superior y también se utiliza en
entornos de capacitación en el lugar de trabajo. Además, a través del estudio
se percibe que dentro de los aspectos teóricos de la metodología del
aprendizaje colaborativo se alinean a los principios de la evaluación
formativa. También el sustento teórico del aprendizaje colaborativo y de la
evaluación formativa se centra en el constructivismo. Las categorías ubican al
estudiante en el centro del proceso y su rol es protagónico. Quedo establecido
que en ambas metodologías la función del docente es de mucha observación,
acompañamiento, análisis de evidencias y motivador por el crecimiento académico
de los alumnos; fortalecen el aprendizaje personal, la autonomía y el desarrollo
social de los participantes; fortalecen la interacción entre los participantes,
la participación y el intercambio de ideas. Y quedó establecido que el uso de las
rúbricas fomenta los procesos metacognitivos. La correcta práctica de la
metodología del aprendizaje colaborativo fortalece el desarrollo de la
evaluación formativa.
Además, es importante
tener en cuenta que la práctica del aprendizaje colaborativo fortalece no solo
la dimensión cognitiva del ser humano sino también otras dimensiones como la
volitiva y el crecimiento en valores: tangencialmente se favorece el respeto,
la tolerancia, la motivación intrínseca por el trabajo, el buen trato, entre
otros aspectos. Este criterio abre las puertas para futuras investigaciones que
planteen acciones complementarias que se alineen a la formación en valores
humanos, de tal manera que se tenga un valor agregado sistematizado en la
práctica de esta metodología.
También, es necesario un
criterio de especial atención, que está declarada en la teoría pero que en la
práctica pudiera resultar complicado, es el que en el aprendizaje colaborativo
cada integrante ejerza una influencia positiva con sus compañeros, alejándose
de toda posibilidad de competencias o egoísmos. Esto remarca la necesidad de
una labor en equipo entre los docentes y el departamento de psicología para el
manejo de algunas estrategias que pudieran existir y que incidan en el
fortalecimiento de este objetivo.
Para cerrar, en la
evaluación formativa el docente observa y evalúa frecuentemente el progreso de
los estudiantes y genera una interacción muy cercana en la que se recogen
muchas evidencias; esta realidad permite también observar actitudes personales
de los alumnos que se pueden trabajar con una visión formativa de tal manera
que la formación sea integral; esto representa una oportunidad de ampliar la
visión de este modelo de evaluación incidiendo en una formación verdaderamente
integral del alumnado lo cual puede generar la inquietud por nuevas
investigaciones
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de
intereses para la publicación del presente artículo científico.
Acosta, D., Guijarro, L., y Matute, V. (2020). El aprendizaje
colaborativo y su incidencia en la aprehensión de los contenidos https://opuntiabrava.ult.edu.cu/index.php/opuntiabrava/article/view/1021
Acosta, R., Hernández, A., y Martin, A. (2021). Satisfacción del
profesorado y alumnado con el empleo de metodologías de aprendizaje
colaborativo mediadas por las TIC https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-07052021000200079&script=sci_arttext
Angulo, P. (2021) El
aprendizaje colaborativo virtual para la enseñanza de la matemática https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8385920
Barzola, B. Castillo,
M., y Castillo, C. (2018). El método colaborativo como estrategia metodológica
y su influencia en el aprendizaje de la Matemática en los estudiantes del
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Boldeh, B., De Luca, C.,
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educación actual. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8129374
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