ALFA. Revista de Investigación en Ciencias Agronómicas y Veterinarias

Septiembre-diciembre 2023 / Volumen 7, Número 21

ISSN: 2664-0902 / ISSN-L: 2664-0902

https://revistaalfa.org

pp. 619 – 629

 

 

Bases teóricas de la conciencia ambiental como estrategia para el desarrollo sostenible

Theoretical bases of environmental awareness as a strategy for sustainable development

Bases teóricas da conscientização ambiental como uma estratégia para o desenvolvimento sustentável

 

Rosa Elena Olivares Sánchez

reolivareso@ucvvirtual.edu.pe

https://orcid.org/0000-0002-2438-0795

 

Nolberto Arnildo Leyva Aguilar

nleyvaa@ucvvirtual.edu.pe

https://orcid.org/0000-0002-3697-7361

 

Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú

 

Artículo recibido 26 de junio 2023 | Aceptado 28 de agosto 2023 | Publicado 25 de septiembre 2023

 

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https://doi.org/10.33996/revistaalfa.v7i21.242

 

RESUMEN

A lo largo de la historia, los cambios en nuestra forma de vida han originado transformaciones significativas en el ambiente que de distintas maneras nos afecta hoy en día. Objetivo. Analizar las bases teóricas de la conciencia ambiental. Metodología. Se realizó una revisión narrativa de análisis docuementa, la búsqueda se realizó de manera electrónica en diversas bases de datos científicos como Myloft, Scopus, Scielo, EBSCO host, Google Académico, Web of Science, para las referencias se utilizó el gestor bibliográfico Mendeley sobre las siguientes teorías: ecologista de Bronfenbrenner, desarrollo humano sostenible, teoría política ecológica de Dryzek, desarrollo moral de Kohlberg y las inteligencias múltiples de Gardner; se analizó los conceptos de conciencia ambiental y sus dimensiones activo, cognitivo, afectivo y conativo. Conclusión. Se llegó a la conclusión que, para abordar los problemas ambientales, se requiere que tanto individual como social se adopten de inmediato conductas que promuevan la preservación del ambiente, lo que implica promover el desarrollo de la conciencia ambiental en diferentes contextos.

 

Palabras clave: Conciencia ambiental; Comportamiento proambiental; Conciencia ecológica; Educación ambiental; Desarrollo sostenible

 

ABSTRACT

Throughout history, changes in our way of life have originated significant transformations in the environment that in different ways affect us today. Objective. To analyze the theoretical bases of environmental awareness. Methodology. A narrative review of docuemental analysis was carried out, the search was performed electronically in various scientific databases such as Myloft, Scopus, Scielo, EBSCO host, Google Scholar, Web of Science, and the bibliographic manager Mendeley was used for the references on the following theories: Bronfenbrenner's ecologist, sustainable human development, Dryzek's ecological political theory, Kohlberg's moral development and Gardner's multiple intelligences; the concepts of environmental awareness and its active, cognitive, affective and conative dimensions were analyzed. Conclusion. It was concluded that, in order to address environmental problems, it is necessary to immediately adopt behaviors that promote the preservation of the environment, both individually and socially, which implies promoting the development of environmental awareness in different contexts.

 

Key words: Environmental awareness; Pro-environmental behavior; Ecological awareness; Environmental education; Sustainable development

 

RESUMO

Ao longo da história, as mudanças em nosso modo de vida levaram a transformações significativas no meio ambiente que, de diferentes maneiras, nos afetam hoje. Objetivo. Analisar as bases teóricas da consciência ambiental. Metodologia. A pesquisa foi realizada por meio eletrônico em vários bancos de dados científicos, como Myloft, Scopus, Scielo, EBSCO host, Google Scholar, Web of Science, e o gerenciador bibliográfico Mendeley foi utilizado para as referências sobre as seguintes teorias: O ecologista de Bronfenbrenner, o desenvolvimento humano sustentável, a teoria política ecológica de Dryzek, o desenvolvimento moral de Kohlberg e as inteligências múltiplas de Gardner; foram analisados os conceitos de consciência ambiental e suas dimensões ativa, cognitiva, afetiva e conativa. Conclusão. Concluiu-se que, para o enfrentamento dos problemas ambientais, é necessária a adoção imediata de comportamentos individuais e sociais que promovam a preservação do meio ambiente, o que implica promover o desenvolvimento da consciência ambiental em diferentes contextos.

 

Palavras-chave: Consciência ambiental; Comportamento pró-ambiental; Consciência ecológica; Educação ambiental; Desenvolvimento sustentável

 

INTRODUCCIÓN

En el contexto actual, tanto la globalización como la generación del conocimiento no solo han cambiado el esquema económico, sino también ha alterado el escenario ambiental a nivel mundial; por lo tanto, resulta imperativo encaminar a la sociedad en general hacia el desarrollo sostenible (1). Frente a los grandes problemas ambientales surge la conciencia ambiental como una filosofía y un movimiento social que promueve la preservación y restauración del entorno natural, su objetivo es fomentar la participación de la educación en la preservación del planeta y la conservación de sus recursos naturales. En este contexto el paradigma ecocéntrico enfatiza la valoración de la naturaleza y por ende la armonía entre ésta y el ser humano (2,3).

Así mismo, la concepción de desarrollo tradicional en la que buscó acumulación de riquezas basado en la industrialización, ha originado países pobres con escaza responsabilidad en cuanto a la emisión de gases del cambio climático y los países ricos, los grandes responsables del incremento alarmante del CO2 en la atmósfera aumentando el deterioro ambiental que hoy vivimos y que afecta con diversas intensidades a los ecosistemas en general y también a la salud planetaria; al respecto Álvarez et al. (4) refieren que según la Organización Mundial de la Salud el 23% de las fallecidos al año a nivel global (12,6 millones) se debe al cambio climático y sus consecuencias.

En el ámbito internacional, se han establecido diversos acuerdos, convenios y protocolos en apoyo a la restauración del ambiente; en 1972 se estableció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) encargado de evaluar la situación del medio ambiente a nivel global fomentando la conciencia ambiental, la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo de las Naciones Unidas 1987, divulgó el informe Brundtland; en dicho documento se plantea al desarrollo sostenible como alternativa frente al deterioro ambiental; de igual manera en la Cumbre de la Tierra en Río Janeiro 1992, el desarrollo sostenible surge como una posible solución a la problemática de las relaciones entre el desarrollo y medio ambiente (5). En 1997, en el Acuerdo Internacional Protocolo de Kioto se llegó a un consenso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; desde 1988 se ha establecido el Panel Intergubernamental de expertos de Cambio climático (IPCC) cuya función es evaluar el conocimiento científico, técnico y socioeconómico en relación con este problema ambiental (6).

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en las últimas décadas vienen implantando diversos programas orientados hacia la protección del ambiente, preservación de las especies y la educación hacia el desarrollo sostenible; el reto es considerar a la cultura, la ciencia y la educación como eje de los programas económicos y así construir sociedades más sostenibles (7). Por su parte las Naciones Unidas en el 2015 implementó la “Agenda 2030” en la que se planteó una nueva visión del desarrollo entendido como la capacidad que tienen los países para generar riquezas, preservar el ambiente y promover el bienestar social (8); en esta agenda también se consideró los 17 objetivos del desarrollo sostenible que constituyen los principales retos sociales, económicos y medioambientales a nivel mundial; la educación se asume como medio para afrontar los desafíos ambientales.

El deterioro ambiental de Latinoamérica y el Caribe se caracteriza por la deforestación, la pérdida de diversidad biológica, contaminación ambiental, desgaste de los suelos, escasez del agua, menoscabo de las playas y el medio marino, incremento de residuos sólidos, adelgazamiento de la capa de ozono, creciente urbanización, el calentamiento global debido a la concentración del NOX, CO, CO2, SO2, O3, entre otros, el incremento del nivel del mar, y presencia de fenómenos meteorológicos intensos (9).

Las repercusiones del cambio climático impactan en todos los sectores productivos, especialmente en América Latina, donde el sector agrícola se ve especialmente afectado; a pesar de ello, el crecimiento demográfico continúa en aumento, lo que origina una disminución de las áreas cultivables y, por ende, una disminución de la cantidad de alimentos necesarios para la población mundial (10).

Perú no se encuentra excluido de esta crisis ambiental; la escaza cultura de cuidado y conservación del ambiente y la pobreza agudizan esta situación. Se observa una creciente contaminación de las aguas continentales y marinas, sobreexplotación de las riquezas naturales, degradación del suelo, contaminación ambiental, deforestación, inadecuado manejo de los desechos sólidos domésticos urbanos e industriales, aumento de la desertificación, salinización, tala indiscriminada de bosques, depredación de la fauna y flora silvestre, calentamiento global que se refleja en el derretimiento de sus glaciares, incremento de las radiaciones ultravioletas, aumento de la concentración de minerales en los ríos entre otros; lo cual genera un efecto perjudicial en la salud, los ecosistemas y la productividad (11,12).

Debido a la importancia que tiene el desarrollo de la conciencia ambiental desde el ámbito educativo como medio para restablecer la armonía con nuestro ambiente y así coadyuvar con la consecución de los objetivos del desarrollo sostenible; se han formulado las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las bases teóricas científicas de la conciencia ambiental como estrategia para el desarrollo sostenibilidad?, ¿Qué teorías existen sobre la conciencia ambiental?, ¿Cuáles son las dimensiones de la conciencia ambiental? ¿Qué concepciones existen sobre la conciencia ambiental?, a partir de este planteamiento, se establece el siguiente objetivo general: analizar las bases teóricas científicas de la conciencia ambiental como estrategia para impulsar el desarrollo sostenible, y así difundir la imperante necesidad de asumir acciones de manera individual o colectiva frente a los desafíos ambientales. Además, se plantean los siguientes objetivos específicos: Examinar las teorías de la conciencia ambiental, identificar las dimensiones de la conciencia ambiental y analizar los diversos conceptos asociados a la conciencia ambiental.

 

MÉTODO

Este estudio se realizó bajo el enfoque cualitativo de investigación; para ello se realizó una investigación documental y se siguió los siguientes pasos: búsqueda y selección del material informativo de manera electrónica, se accedió a diversas bases de datos científicos como Myloft, Scopus, Scielo, Google académico, ProQuest, se encontraron diversos artículos, libros y tesis sobre la conciencia ambiental, las palabras de búsqueda fueron conciencia ambiental, sostenibilidad, cambio climático, problemas ambientales y educación ambiental tanto en español e inglés y los criterios de selección fueron la relevancia y que sean trabajos realizados en la últimas 2 décadas. Revisión y organización de la información, permitió identificar la información más relevante y estructurar este artículo, para lo cual se utilizó la técnica del fichaje. Análisis de la información, con lo que se establecieron los aportes de las investigaciones revisadas respecto a las principales teorías, conceptos y dimensiones de la conciencia ambiental.

 

DESARROLLO Y DISCUSIÓN

 

Teorías sobre la conciencia ambiental

 

La teoría ecologista del desarrollo humano de Urie Bronfenbrenner en 1992; que plantea que es fundamental examinar los diversos entornos en los que las personas se desenvuelven, incluyendo su contexto físico y social, así como las interacciones dinámicas entre estos elementos. En este contexto es donde se desarrolla la experiencia humana, y en él se presentan dos situaciones: el individuo observa su entorno y también interactúa activamente dentro de él (13). La ecología del desarrollo humano implica investigar científicamente cómo los seres humanos en desarrollo se adaptan gradualmente a los cambios en sus entornos cercanos, mientras interactúan con ellos (14). Bronfenbrenner identifica cuatro sistemas interrelacionados que influyen directa e indirectamente en el desarrollo de una persona, y que operan de manera simultánea: el microsistema que es conjunto de roles, actividades y relaciones que el individuo asume en su entorno, el mesosistema considerado como unión de dos o más entornos en donde el ser humano participa de forma activa, el exosistema que comprende dos o más entornos en los que el individuo no actúa, pero aquí producen daños que si le afectan y el macrosistema que es el conjunto de todos los sistemas anteriores y la influencia del contexto político, social, cultural en los que interactúa el ser humano; dentro de estas estructuras o subsistemas, se producen una serie de interrelaciones que resultan esenciales para mejorar la calidad de vida de la humanidad (15-17).

También encontramos a la teoría política ecológica de John Dryzek en 1987, plantea que la racionalidad ecológica es la capacidad que tienen los ecosistemas para brindar de manera consciente los bienes necesarios para el soporte vital de los seres humanos; Dryzek considera que filosóficamente es posible desarrollarse en términos ecológicos al adoptar una perspectiva naturalista tanto en términos éticos y políticos (18,19). Esta teoría sostiene que la naturaleza está llena de significados que se expresan a través de señales y signos, ya sean bióticos (como emociones, feromonas, rostros, etc.) o abióticos (como decoloración, desertificación, deshielo, etc.) por ello, es importante escuchar e interpretar estas señales de la naturaleza para promover una ética comunitaria ecológica. Dryzek desarrolló la teoría política ecológica basada en la democracia ecológica, teoría que plantea que la racionalidad ecológica de un sistema social determinado permite establecer criterios de elección social (democracia ecológica), lo cual conduce a la ecologización de la política, la economía, la sociedad y el derecho. Tanto la democracia como la sostenibilidad son procesos largos y complejos; es a través de la democracia que se puede alcanzar la sostenibilidad, debido a que la democracia deliberativa permite la adopción de decisiones que contribuyen al equilibrio entre los elementos fundamentales para la sostenibilidad: naturaleza, sociedad y economía (20).

En esta línea, la teoría del desarrollo humano sostenible 1992; formulada por el Programa de las Naciones Unidas que aborda el desarrollo desde una propuesta multidimensional considerando las dimensiones: económica, social y política; así será posible erradicar la pobreza, alcanzar la equidad, aumentar las capacidades y libertades humanas sin degradar nuestro entorno natural y desarrollar una vida productiva (8). Esta teoría busca reducir los impactos del desarrollo socioeconómico y así asegurar la perpetuación de la especie humana; por ello la sostenibilidad se orienta hacia el equilibrio entre la utilización de los recursos naturales , la satisfacción de necesidades, y la protección del ambiente (21). En este sentido, es fundamental que el desarrollo económico se integre de manera conjunta con la protección y preservación de los ecosistemas promoviendo la economía verde en la que las empresas asuman la responsabilidad de cuidar o restaurar el ambiente (16).

Por su parte, Lawrence Kohlberg planteó la teoría del desarrollo moral en 1987, este psicólogo investigó sobre el razonamiento moral desde un enfoque socio cognitivo; producto de sus trabajos concluye que el razonamiento moral y el desarrollo del juicio se da en tres niveles: pre convencional, cuando el ser humano aún no ha llegado a interiorizar las reglas sociales convencionales, respeta las normas solo para evitar una sanción; el nivel convencional se caracteriza por la conformidad y el cumplimiento de normas y acuerdos establecidos por la sociedad; en el nivel post convencional, el ser humano aceptan las normas de la sociedad siempre y cuando están en coherencia con los principios morales generales, es decir es capaz de juzgar y actuar; cada nivel se desarrolla de manera lineal y está caracterizada por el desarrollo cognitivo y con la adquisición de roles (22). En este contexto; la moralidad se fundamenta en principios morales universales, y derivan de un juicio racional maduro; el juicio moral permite la reflexión sobre los propios valores y su jerarquización, especialmente al enfrentar un dilema moral. El desarrollo moral se ve influenciado por dos elementos claves el desarrollo cognitivo y la participación social; estos factores contribuyen al desarrollo de los individuos en términos de valores éticos, pensamiento críticos y el comportamiento democráticos en sus interacciones sociales (23).

En tanto que, Howard Gardner propuso la teoría de las inteligencias múltiples de 1995, que desafía la concepción reduccionista de la inteligencia como un concepto unitario, abriendo la posibilidad de explorar y desarrollar diversas capacidades en los individuos, esta perspectiva se basa en la teoría humanista de la educación y la neuropsicología (24). Según Gardner, la inteligencia se define como la capacidad para solucionar desafíos y generar resultados en un entorno particular, cada tipo de inteligencia exhibe una habilidad particular que tiene sus propias bases biológicas y se manifiesta a través de sistemas, procesos y reglas específicas. Todo ser humano cuenta con las ocho inteligencias musical, visual-espacial, lingüística-verbal, intrapersonal, lógico-matemática, interpersonal, corporal-kinestésica y la naturalista; sin embargo, cada individuo puede desarrollar algunas inteligencias más que otras. La inteligencia naturalista permite comprender el funcionamiento de nuestro entorno, así como identificar y categorizar a los seres vivos; la observación minuciosa de nuestra naturaleza debe permitir identificar los problemas que en ella se presentan y contribuir con su solución (25).

Aunque las teorías expuestas concuerdan en la necesidad de emprender diversas acciones para abordar la problemática ambiental actual, hasta ahora no se ha logrado involucrar de manera significativa a los seres humanos y a las organizaciones económicas, sociales, y políticas en la restauración del ambiente. Si aplicamos la teoría ecológica del desarrollo de Bronfenbrenner, que destaca la importancia de la educación en el fortalecimiento de la moral, junto con la noción de inteligencia ambiental de Kolberg y Gardner, podemos fomentar la formación de ciudadanos conscientes de su entorno y responsables de abordar la crisis ambiental. Además, es esencial contar con la participación democrática de los gobiernos para garantizar el cumplimiento de las leyes ambientales a través de una gobernanza efectiva. También, resulta crucial supervisar el compromiso de las empresas en cuanto a la responsabilidad social empresarial en la conservación del medio ambiente, lo que contribuirá a equilibrar el desarrollo personal, social y económico con la preservación del entorno natural.

 

Dimensiones de la conciencia ambiental

 

En opinión de Chuliá (26) la conciencia ambiental tiene 5 dimensiones que son: Dimensión afectica, se relaciona con el valor asignado al ambiente y a su protección, de esta valoración depende la adopción de actitudes y comportamientos proambientales, dimensión cognitiva, permite comprender los problemas medioambientales, dimensión conativa, relacionada con la predisposición para actuar ecológicamente lo que permitirá asumir comportamiento en favor del ambiente, dimensión activa individual, comprende la ejecución de acciones individuales y de esta manera comportarse con criterio ecológico en el espacio privado y dimensión activa colectiva que enfatiza el compromiso público con la causa ecológica jugando un papel fundamental las asociaciones ecológicas y los partidos políticos.

De manera similar, Jiménez y Lafuente (27) refieren que la conciencia ambiental comprende 4 dimensiones: Dimensión afectiva, referida a los sentimientos de inquietud frente a la situación del ambiente, en esta dimensión se distinguen 4 tipos de indicadores que son : la gravedad del medio ambiente, la preocupación personal respecto a la crisis ambiental, la priorización de los desafíos ambientales y la adhesión de valores ambientales. Dimensión cognitiva, relacionada con el nivel de conocimiento general sobre la problemática ambiental, esta dimensión considera 3 indicadores que son: el alcance de información general de la degradación ambiental, el conocimiento especializado en temática ambiental y conocimiento sobre políticas ambientales. Dimensión conativa, referida a la disposición a actuar de manera personal en base a criterios ecológicos e incluso aceptar algunas disposiciones gubernamentales, se considera 3 tipos de indicadores que son la percepción de la acción individual, la voluntad para ejecutar conductas ambientales y la disposición para aceptar los costos asociados con políticas ambientales. Dimensión activa que comprende la faceta individual y colectiva, incluyendo tanto los comportamientos ambientales a nivel privado como acciones públicas para recuperar los ecosistemas.

Sin embargo, Báez (28) considera que la conciencia ambiental comprende 5 dimensiones: La sensibilidad ambiental que se relaciona con la preocupación del ser humano frente a la problemática ambiental, la segunda dimensión se relaciona con el conocimiento de la problemática ambiental, la tercer dimensión es la disposición para asumir las prohibiciones sobre prácticas negativas para el ambiente, la cuarta dimensión es la actitud individual que comprende los comportamientos proambientales y la dimensión colectiva relacionada con la participación colectivas en favor de la conservación del ambiente.

En líneas generales, las dimensiones asumidas por Chuliá (26) y Báez (28) convergenn en la promoción de la conciencia ambiental. Su objetivo es crear mayor sensibilización sobre la situación actual del ambiente, comprender los orígenes y consecuencias de la degradación ambiental. Así mismo, se pretende fomentar la predisposición para actuar de manera responsable en la restauración ambiental y sobre todo adoptar comportamientos tanto individuales como colectivos en beneficio del medio ambiente lo antes posible. Por ello, resulta necesario y urgente que desde los diferentes escenarios educativos tales como la familia, escuela y sociedad de manera responsable se promueva el desarrollo de la conciencia ambiental en los ciudadanos desde los primeros años de su vida a través de la educación ambiental. La conciencia ambiental fomenta la reflexión y el pensamiento crítico en los estudiantes, lo que les capacita para proponer y asumir soluciones a la crisis ambiental, no solo se centra en la adquisición de conocimientos, sino también en la internalización de valores y habilidades que promuevan la protección y recuperación del entorno natural.

 

Conceptos de la conciencia ambiental

 

La conciencia ambiental según Muñoz (29), es una actitud general de preocupación por la calidad del ambiente y está asociada con la intención de adoptar comportamientos individuales o colectivos que sean favorables para el entorno. Esto implica ser consciente de los problemas ambientales y comprometerse en su resolución. Además, la conciencia ambiental también se relaciona con factores psicológicos que influyen en la disposición de las personas para adoptar comportamientos que beneficien al medio ambiente.

Desde la perspectiva de Chuliá (26) la conciencia ambiental es el conjunto de emociones, conocimientos, actitudes y acciones tanto individuales como colectivas que están vinculadas a los problemas ambientales y a la preservación de la naturaleza. Esta definición también señala que estas dimensiones no son independientes entre sí, sino que cada una se desarrolla a partir de las anteriores En consecuencia, se espera que la conciencia medioambiental permita que las personas adopten comportamientos públicos en favor de la protección del ambiente, sean individualmente respetuosos con el entorno ecológico, muestren predisposición para cuidar su ambiente, puedan identificar y establecer relaciones de causalidad de los principales problemas ecológicos y tiene valores y sentimientos propios por la conservación de su entorno; por ello, es fundamental promover el desarrollo de la conciencia ambiental, para fomentar el amor y respeto a nuestro planeta e impulsar la participación activa en iniciativas de restauración ambiental (30).

Por su parte Alea (31) se refiere a la conciencia ambiental como el sistema de experiencias, conocimientos y vivencias que el ser humano hace uso en su relación con su entorno; ésta favorece a la formación integral del individuo permitiendo convivir con su ambiente, preservarlo y transformarlo de acuerdo a sus requerimientos pero asegurando también la capacidad de satisfacción de las necesidades de las siguientes generaciones, preservar la riqueza cultural, asegurar oportunidades equitativas para todos, aumentar el proceso productivo pero sin afectar a nuestro ambiente.

De manera similar, Báez (28) define a la conciencia ambiental como un conjunto integral de los respuestas del ser humano frente a las problemáticas de la calidad y conservación del ambiente ya sea de manera individual o grupal.

Como se aprecia, las conceptualizaciones sobre conciencia ambiental se relacionan directamente con las dimensiones asumidas por Chuliá (26) y Báez (28); queda claro que todos ellos consideran que la conciencia ambiental no solo comprende conocimientos relacionados con el ambiente, la economía y la sociedad; sino principalmente comprende aprendizaje de habilidades, valores, actitudes que permita asumir estilos de vida y comportamientos que armonice las dimensiones económicas, sociales y ambientales que contribuyan al bienestar de la sociedad. Sin embargo, a pesar que desde aproximadamente 1960 se escucharon las alarmas crecientes sobre el deterioro ambiental, su impacto en los ecosistemas y en los humanos; aún no se percibe los efectos de las diferentes medidas tomados por organismos internacionales, nacionales y locales para abordar la problemática ambiental, no se logra alcanzar un equilibrio entre el ambiente y el modelo económico actual caracterizado por una abrumante cultura de consumo y la presencia dominante de grandes monopolios.

 

CONCLUSIÓN

 

Con respecto al objetivo general se encontró diversas teorías sobre la conciencia ambiental como la teoría ecologista de Bronfenbrenner, del desarrollo humano sostenible, teoría política ecológica de John Dryzek, del desarrollo moral de Kohlberg y las inteligencias múltiples de Gardner; todas ellas rescatan la importancia del ser humano desde los escenarios políticos, sociales, culturales, económicos en la conservación y restauración de nuestro ambiente.

Las principales dimensiones de la conciencia ambiental son la dimensión cognitiva, conativa, afectiva y activa; las cuáles se refieren a las conocimientos, emociones, actitudes y comportamientos respectivamente.

La conciencia ambiental engloba los conocimientos, opiniones y percepciones que una persona o grupo tiene acerca del medio ambiente, implica la disposición y la ejecución de acciones orientadas hacia la protección y la mejora de la crisis ambiental tanto a nivel individual como colectivo.

Afrontar la problemática ambiental abordada en este artículo, es fundamental promover la conciencia ambiental en los diversos escenarios educativos. Esto nos permitirá comprender la realidad en la que vivimos, identificar los problemas ambientales, comprender sus causas y efectos en los ecosistemas y en la humanidad, y contribuir al desarrollo sostenible. En este sentido, no basta meras reflexiones o discursos políticos; es necesario asumir cuanto antes actitudes y comportamientos en favor de nuestro ambiente.

 

CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de interés para la publicación del presente artículo.

 

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